Lo declaró Luis Ángel Márquez, hermano de Alberto, asesinado por la Policía Federal el 20 de diciembre de 2001. Es el único caso en el que los autores de los disparos fueron identificados y están acusados por homicidio. Hoy está previsto que declare Gonzalo Pereyra, uno de los médicos que lo atendió en la ambulancia donde murió.
“La esposa de mi hermano, Marta Pinedo, me dijo que la policía lo mató en la zona del Obelisco", dijo Luis Ángel Márquez al recordar a su hermano Alberto, en el juicio por la represión que el 20 de diciembre de 2001 ordenó el gobierno de Fernando de la Rúa. De los cinco manifestantes asesinados ese día en la represión orquestada por la policía Federal, el de Márquez es el único caso en el que los autores de los disparos fueron identificados y están acusados por homicidio.
Ante los jueces del Tribunal Oral Federal 6 (TOF 6) Luis Ángel contó que ese día -después de las ocho de la noche- recibió un llamado del Hospital Ramos Mejía (o Argerich) y le dijeron que Alberto estaba herido. Entonces se comunicó con Horacio, su otro hermano y juntos viajaron hasta la capital desde San Martín, donde vivían los tres hermanos. Allí Alberto tenía una oficina donde atendía para Provincia Seguros. "Alberto era el que corría por todos, por los hijos, por los hermanos, por la madre y por los amigos", dijo Ángel cuando el abogado querellante Juan Carlos García Dietze le preguntó cómo era su hermano.
En audiencias anteriores, Horacio, el otro hermano de Alberto, contó que ese día llegaron al hospital con Luis Ángel y los médicos los llevaron a reconocer el cuerpo. “Estaba en una pieza grande, solo, en una camilla, desnudo y tapado con una sábana”, dijo Horacio entonces. En el hospital estaba también Marta, la esposa de Alberto, una de las primeras testigos en este juicio. La mujer está segura de que vive porque él esa tarde la “protegió con su cuerpo”.
Los acusados por el homicidio de Alberto son nueve ex agentes de Asuntos Internos de la Federal que comandados por el ex comisario Orlando Oliverio -a bordo de dos autos y una camioneta no identificados- se desplegaron sobre la Avenida 9 de julio, cerca del Obelisco y dispararon contra los manifestantes. A Márquez una de esas balas le destrozó el pecho; Marta estuvo a su lado. Con ellos, estaba Susana González, amiga de la pareja, y un conocido de ella, Jorge Morillo.
Cuando tocó el turno de las preguntas a las defensas, la abogada Valeria Corbacho volvió a indagar por la militancia del hombre asesinado el 20 de diciembre. Luis Ángel fue preciso: su hermano militaba en las filas del Partido Justicialista, y en ese momento ocupaba funciones como consejero escolar en el municipio de San Martín, cargo para el que había sido electo.
Alberto tenía 57 años y pesaba 120 kilos. Cuando se desplomó a pocos metros del Obelisco, un grupo de manifestantes intentaron ayudarlo pero les costó mucho subirlo en el asiento trasero de un auto para que lo sacaran de ahí. Arrancaron, a los metros encontraron una ambulancia y lo trasladaron. Los médicos no pudieron hacer nada.
Hoy estaba previsto que declare Gonzalo Pereyra, uno de los médicos que lo atendió en la ambulancia. Pero lo hará el viernes. Es que presenció un choque cuando iba hacia el tribunal y se quedó a asistir a los heridos.
El 20 de diciembre de 2001 Pereyra estuvo de guardia y desde la mañana atendió a gente que era herida en el microcentro porteño. Asistióa una embarazada ahogada por los gases lacrimógenos y a un herido de bala en la zona de las avenidas de Mayo y 9 de julio. Allí hubo dos víctimas fatales y unos cuantos heridos.
Márquez murió a las 19.30 en la ambulancia por las heridas de bala que recibió en la espalda. Media hora después De la Rúa dejó la Casa Rosada en helicóptero.