Infojus Noticias

“Mi hermano fue a pedir trabajo para sus compañeros y me lo devolvieron en una morgue”, dijo a Infojus Noticias Rodolfo Ávalos, hermano de Darío Adolfo Ávalos, el delegado de la UOCRA asesinado esta mañana en Villa Fiorito. A veinte metros, unos cincuenta compañeros de la víctima, sentados en las escalinatas de la Unidad de Pronta Atención (UPA) de Lanús esperaban el parte médico de los cuatro heridos. “No hubo enfrentamiento. Les hicieron una encerrona”, contó una fuente judicial a Infojus Noticias.

Cuatro personas quedaron formalmente detenidas a pedido del fiscal Juan José Vaello, titular de la Unidad Funcional de Instrucción Nº 5 de Lomas de Zamora. El juez de garantías consintió el pedido del Vaello, que caratuló la causa como “homicidio agravado”. Habían sido demorados por la policía cuando los interceptó a bordo de un Chevrolet Corsa en el que transportaban gomeras, fierros y armas blancas. Esperan terminar de indagarlos mañana antes del mediodía.

Una vez que se produzca la indagatoria, el fiscal tendrá que resolver la situación procesal de los detenidos. Si evalúa que los sospechosos pueden entorpecer la investigación, el fiscal podría solicitar la prisión preventiva. El homicidio agravado prevé una pena de prisión perpetua para el autor. El fiscal tendrá que determinar los distintos grados de responsabilidad de los detenidos de acuerdo a la participación que hayan tenido en el hecho.

Luis Cardozo es secretario de Organización y Asuntos Gremiales de la UOCRA Seccional Lomas de Zamora. Fue una de las 50 personas, entre trabajadores desocupados y delegados, que se movilizaron esta mañana frente al predio de Villa Fiorito de la empresa Esuco para reclamar puestos de trabajo.

“Llegó gente caminando por la Ribera, desde el puente La Noria. Eran entre sesenta y cien personas. Uno llevaba una Itaka”, contó Cardozo a Infojus Noticias. Unos segundos después se escucharon los primeros disparos. Los manifestantes intentaron replegarse por la Ribera hacia el este y escucharon los tiros que venían desde el interior del predio de la empresa. “Ahí adentro había unas diez personas disparando con pistolas y revólveres”. “Nos hicieron una emboscada, no hubo enfrentamiento”, agregó.

El hermano y un sobrino de Ávalos, el delegado asesinado (Fotos: Mariano Armagno).

Según contó Jorge Santillán, otro de los delegados que estuvo esta mañana frente a la planta de Esuco, antes del ataque había un patrullero dentro del predio de la empresa. De repente liberaron la zona, vino gente y empezaron a los tiros", se quejó.

Las balas alcanzaron a dos de los trabajadores: Ávalos recibió un tiro en el tórax y Marcelo Fernández, de 39 años, otro en la pelvis. Álcides Nogueira, de 64 años, y su hijo Andrés, de 29, lograron escapar de las balas arrojándose al río.

Los demás manifestantes intentaron escapar. Algunos recibieron piedrazos, golpes de puño y heridas de armas blanca. “Nosotros seguimos corriendo por el costado de la Ribera para el lado de Pompeya, paramos un colectivo y subimos a los dos heridos de bala”, contó Cardozo. “Yo me desvanecí porque me habían pegado un gomerazo o un fierrazo, no sé”, agregó.

-Acelerá, acelerá que tiene un tiro. A la salita que tiene un tiro- le gritó uno de los compañeros de los delegados heridos al chofer del colectivo. Uno de los manifestantes grabó la escena con una filmadora hogareña. En la imagen se ve cómo los compañeros suben a Ávalos, ensangrentado, al colectivo.

A las 9.20, los heridos ingresaron en la UPA de Lanús. Ávalos murió diez minutos después. Fernández fue intervenido quirúrgicamente en el Hospital Evita de Lanús y, según el parte médico del director del UPA de Lanús, Renato Garnier, se encuentra en estado crítico. La lista de heridos atendidos en el UPA la completan Alcides y Andrés Nogueira y Adolfo Fernández.

Andrés y Alcides Nogueira fueron atendidos por heridas de arma blanca en la espalda y la cabeza, y por un “intento de ahogamiento” en el Riachuelo, informó el Ministerio de Salud bonaerense a través de un comunicado. El tercer herido ingresó con politraumatismos y dificultades para respirar. Permanecen en observación, pero están estables y pronto serán derivados a un centro privado de su obra social.

Walter Leguizamón, secretario general de la UOCRA de Lomas de Zamora, apuntó a “un grupo” de los gremialistas que “amenaza a los trabajadores desde hace varios días”. En diálogo con C5N aseguró que ese grupo portaba armas y les atribuyó la responsabilidad del hecho. “Los obreros adentro tienen cucharas y tenazas, pero armas no hay”, aseguró. Señaló al secretario de organización de la UOCRA, que “se ha apartado y está haciendo estos desmanes”.

Ávalos tenía 40 años, era padre de tres hijos de parejas anteriores y vivía con su novia en Florencio Varela. Antes de convertirse en delegado de la empresa Tecma Construcciones pasó un tiempo en la cárcel acusado de homicidio. Leguizamón dijo que “fue liberado hace nueve meses” después de purgar “una pena de veinticinco años”, y aseguró que “tenía varios homicidios”.

Rodolfo, hermano de la víctima, contó que Walter Leguizamón lo había amenazado en varias oportunidades. “Él quería que mi hermano renunciara. Ya había hecho que nos despidan a mi sobrino y a mí”, planteó al mediodía, mientras esperaba que le entregaran el cuerpo de su hermano en la puerta de la UPA. “Esto no fue casual”, se quejó. Y dijo, con los ojos llenos de lágrimas “¿Cómo puede ser que si había un patrullero en el lugar pase esto? Fue una entregada”.