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El dirigente Luis Barrionuevo reivindicó hoy el "diálogo" que tenían los funcionarios de la dictadura cívico-militar al criticar al gobierno nacional, pero esa declaración no sorprendió a los viejos militantes políticos ya que el polémico gremialista ha tenido un vínculo con los representantes del gobierno represor, ya que lo designaron interventor del gremio gastronómico en 1979. Dirigentes gremiales, políticos y figuras emblemáticas de los organismos de derechos humanos repudiaron las declaraciones del gremialista gastronómico.

Barrionuevo formuló esos conceptos para quejarse de la falta de respuestas del gobierno nacional a las demandas de un sector del gremialismo, y comparó esta situación con la que se vivió en épocas de la última dictadura, al afirmar que "ni en la época de los militares sucedía esto porque había diálogo y se podía negociar". "En la época de los militares hacíamos paro, huelga, lucha, pero se conversaba, se negociaba. Con este gobierno no tuvimos la posibilidad de ningún tipo de dialogo", aseguró. El dirigente gastronómico se “olvidó” de la gran cantidad de dirigentes sindicales y trabajadores desaparecidos durante la última dictadura militar.

La historia gremial de Barrionuevo comenzó en la década de los 70 y siempre fue violenta y controvertida, a tal punto que en el 75, ayudado por Casildo Herrera, logró convertirse en secretario general de la seccional San Martín del gremio gastronómico. Ese mismo año intentó tomar a los tiros la Federación Gastronómica para desalojar a Ramón Elorza, asaltando a mano armada la sede de la Unión de Empleados Gastronómicos que luego la Justicia le obligó a devolver -48 horas más tarde– a la conducción que estaba vigente.

Barrionuevo volvió a tener real protagonismo con la llegada del gobierno de Carlos Menem, donde se convirtió en su principal asesor gremial. Allí acuñó la frase: "Hay que dejar de robar al menos por dos años". En el gobierno de Menem apoyó todas las privatizaciones y la política neoliberal del gobierno y, para evitar la oposición del gremialismo encarnada por Saúl Ubaldini, logró partir la CGT en un acto violento que terminó a los palazos en la puerta del Teatro San Martín, acompañado por otros sindicalistas como el hoy preso José Pedraza.

Tras acompañar todo el gobierno de Menem y tras la caída del gobierno de Fernando de la Rúa, Barrionuevo se propuso como candidato a gobernador de Catamarca pero no pudo convertirse en candidato porque no cumplía cuatro años de residencia. Ante esa decisión, el 2 de marzo del 2003, Barrionuevo se comprometió a impedir los comicios al sostener que "si no hay boletas del PJ, no hay elecciones" y esto se hizo realidad porque hizo piquete y quemó urnas que obligaron a suspender la elección.

Repudios de todos lados

El secretario general de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, calificó a los dichos del titular de la CGT Azul y Blanca como “confesiones, y no declaraciones". "Lo que hace Barrionuevo es ponerle palabras a algo que todos los que somos dirigentes sindicales sabemos y es que hay dos vertientes del sindicalismo: los que dialogaron y fueron interlocutores de la dictadura y los que la enfrentaron e intentaron defender los derechos de los trabajadores", apuntó Yasky.

La presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, consideró que el dirigente sindical "dijo la verdad porque ellos siempre estuvieron con los milicos y delataron a los compañeros”. “No hay que alarmarse. Es bueno que escupan la verdad. Ellos hablaban, negociaban y estaban de acuerdo con los milicos”, aseguró Hebe ante la consulta de Télam.

Y la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, aseveró que "cuando él está tan seguro de decir que estaba mejor hay que ver por qué, yo tendría que pedir a la justicia que investigue en que se benefició". “Es una confesión”, manifestó la dirigente de Abuelas. Y se preguntó: “¿Por qué no investigamos, ya que defiende la dictadura, en que se benefició con Videla este señor no? A lo mejor tiene para decir algo que no sabemos y que lo ata ideológicamente a un proceso aberrante".

El diputado nacional Horacio Pietragalla dijo por su cuenta de Twitter: “Esperamos que las negociaciones que Barrionuevo dice haber tenido con los militares no le haya costado la vida de ningún trabajador organizado”.

Desde HIJOS Capital señalaron: “Mientras miles de trabajadores organizados eran víctimas del terrorismo de Estado, Barrionuevo dice que él "negociaba" con los militares. Barrionuevo, el mismo que quemó urnas, ahora dice que "en la época de los militares podíamos negociar". ¿Qué negociaba?”

El bloque de diputados del Frente para la Victoria repudió hoy las declaraciones del gastronómico “en la época de los militares hacíamos paro, huelga, lucha, se conversaba, se negociaba, pero con este Gobierno no tuvimos la posibilidad de ningún tipo de diálogo”. "Esta confesión representa un agravio a los miles de trabajadores que enfrentaron a la dictadura genocida y que pagaron con la cárcel, la desaparición y la muerte. Representa un insulto a los organismos de derechos humanos, a su larga lucha y a la política de Memoria, Verdad y Justicia que desde 2003 impulsa el gobierno que hoy preside Cristina Fernández de Kirchner, siendo patrimonio ya de todo el pueblo Argentino", expresaron los diputados en un comunicado.

El diputado nacional por el Frente Renovador (FR) Facundo Moyano consideró hoy que “si hubo un sujeto social víctima de la dictadura cívico-militar fueron los trabajadores argentinos”, al repudiar las declaraciones de Barrionuevo. “Quiero expresar un enérgico repudio a los dichos de Luis Barrionuevo sobre la relación del sindicalismo y la última dictadura cívico-militar”, remarcó hoy uno de los hijos del titular de la CGT-Azopardo, Hugo Moyano.

Y el secretario general de la CTA Autónoma, Pablo Micheli, calificó hoy como “una barbaridad” las consideraciones del ex presidente de Chacarita Juniors, en el sentido de que el sindicalismo “podía negociar y dialogar” con la última dictadura cívico-militar. “Me caen mal porque desaparecieron compañeros, decir que se podía negociar con la dictadura me parece una barbaridad”, intentó desligarse Micheli del dirigente gastronómico con quien comparte la convocatoria al paro general que se desarrolla hoy en todo el país en demanda de la derogación del Impuesto a las Ganancias.

Barrionuevo intentó  desmentirse en la conferencia de prensa que dieron los líderes de la CGT. No le sirvió de mucho.