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Se estima que en los primeros meses del 2014 Pablo Migliore estará sentado en el banquillo de los acusados en el juicio oral. El arquero de Argentinos Juniors imputado por encubrimiento agravado del barrabrava Maximiliano Mazzaro, no es el primer futbolista que debe rendir cuentas a la Justicia. El ex goleador de Boca y San Lorenzo estuvo detenido cuarenta días por encubrir al imputado en el homicidio agravado de Ernesto Cirino, y fue liberado tras pagar una fianza de 500 mil pesos.

A comienzos de 2013, Migliore había sido detenido en el vestuario de la cancha de San Lorenzo, tras la derrota de su equipo ante Newell´s. Fue un hecho inédito: nunca le había ocurrido a otro jugador de fútbol. Desde la unidad penitenciaria de Ezeiza, se comunicó con su abogado. Le dijo que no podía dormir: le torturaba la cabeza que San Lorenzo lo hubiera reemplazado por otro arquero. Al poco tiempo, enojado, cambió a sus letrados. A dos días de recobrar su libertad, escribió una carta donde expresó su mayor herida: “Sueño con volver a San Lorenzo”, dijo. Pero el club de Marcelo Tinelli lo puso en el freezer. Después, Migliore arregló contrato con Argentinos Juniors.

A pedido del fiscal Andrés Esteban Madrea y por orden del juez Manuel de Campos, Migliore será juzgado por encubrimiento agravado –que prevé una pena de uno a seis años de prisión- de Maximiliano Mazzaro, barrabrava de Boca Junios, quien junto al ex jefe de “La 12”, Mauro Martín, y al cuñado de éste, Gustavo Petrinelli, fueron acusados por el homicidio agravado de Ernesto Cirino. El hombre murió asesinado a golpes el 29 de agosto de 2011, a raíz de una disputa barrial por un perro. Según dijo Madrea a Infojus Noticias, “el juicio destapará cómo un grupo de personas asesinó salvajemente a un ciudadano mayor e indefenso, y cómo otros se encargaron de encubrir sabiendo de qué hecho se trataba. A Cirino lo molieron a golpes: ese grupo está preparado para matar. Migliore nunca negó su vínculo con Martín y hay testigos que lo comprometen”.

Oscar Moyano, abogado de Migliore, dijo que su defendido no encubrió el homicidio, aunque reconoció que Mazzaro es amigo íntimo del arquero profesional. “Migliore está con la conciencia tranquila. La posible participación hace que vaya a juicio, pero eso no lo hace culpable porque Mazzaro sea su amigo íntimo. Migliore no tiene nada que ver con el hecho principal. Vamos a pedir que se separen las causas de Pablo de las de los barras de Boca", anticipó. Y aclaró: "La carátula no es encubrimiento de homicidio, es el encubrimiento de una de las personas que estaba imputada en ese homicidio, que no es lo mismo".

En la última fecha del campeonato, Migliore atajó para Argentinos en su visita a la cancha de River. Horas antes, había publicado una foto a través de su cuenta de Twitter. Se lo veía con una gorra de lana y tapándose con una cobija. “En ese estadio hace un frío Monumental”, dijo. Luego, durante el partido, hizo ademanes a la tribuna local. Por esos hechos, el abogado Fabio Assad lo denunció por provocaciones a la hinchada de River. “Hace incitaciones cuatro horas antes sabiendo que va a ser recibido por 50 mil hinchas. Y una vez en la leonera, los provoca. No tengo ninguna animosidad, si pide disculpas públicas al hincha de River le bajo la querella", sostuvo Assad.

Migliore, hasta el momento, no respondió: dicen, en su círculo íntimo, que está nervioso. Se la pasa en el buffet de su abogado, pensando estrategias para el juicio.

Más futbolistas bajo el peso de la ley

En 2008, el ex delantero de Boca Lucas Viatri estuvo un mes preso acusado de tentativa de robo. Lo liberaron por falta de pruebas pero no fue a juicio oral. “Me comí un garrón por algo que no hice. Ser pobre es un delito”, dijo reflexionando sobre su origen de clase, en una entrevista a la revista “La Garganta Poderosa” a comienzos de este año. A Viatri lo acusaron de robar en una peluquería. Los medios lo asociaron a una banda en la que está su hermano, actualmente implicado en el asalto al suegro del volante Maxi Rodríguez, en agosto del año pasado en Rosario. Viatri criticó duramente a la prensa: "Es la triste realidad que nos toca vivir. El periodismo argentino es complicado. Si quieren te tienen allá arriba, pero si no quieren, te tienen allá abajo", explicó el delantero, que sigue su carrera futbolística en México.

El 26 de diciembre de 2009, Diego Buonanotte, ex delantero de River, conducía su automóvil Peugeot 307 por la ruta 65, a la altura de la localidad bonaerense de Arribeños. Viajaba con tres amigos hacia Santa Fe a pasar fin de año. En una curva, el auto se le descontroló. En el accidente murieron los amigos que lo acompañaban. Bounanotte se salvó por tener cinturón de seguridad. Fue procesado por la Justicia y estuvo a punto de quedar detenido, pero a fines de 2010 la jueza Marisa Muñoz Saggese lo sobreseyó. La magistrada rechazó la posibilidad de elevar la causa a juicio oral. El fiscal Carlos Colimedaglia lo había procesado por "triple homicidio culposo".

En enero el paraguayo Claudio Morel Rodríguez, defensor de Independiente, volvía a su casa con dos hijos y un sobrino después de un entrenamiento. En el camino, se topó con un control policial con agentes de civil. No tenían ningún tipo de identificación. El jugador nunca frenó y se inició una persecución cinematográfica. Los agentes le dispararon balas de goma y Morel, que creyó ser víctima de un posible secuestro, embistió dos vehículos. Fueron veinte cuadras de vértigo y sudor: el futbolista recibió un balazo de goma en su tobillo izquierdo y tuvo heridas por los choques. Morel fue detenido y demorado en la Comisaría Cuarta de Avellaneda, donde le abrieron una causa por resistencia a la autoridad. Estuvo ocho horas preso. Después del incidente, los policías fueron desafectados de la fuerza. Morel podría haberse convertido en un caso semejante al de Fernando Carrera.

Si hay algo que relaciona a los futbolistas con el mundo de la Justicia es la cuestión fiscal. Muchos de ellos son acusados de evasión por transacciones en los mercados de pases. Hay casos emblemáticos a nivel internacional –algunos, aún, en trámite judicial- como los de Lionel Messi, Hernán Crespo y Juan Sebastián Verón. Jonathan Bottinelli quedó procesado por tentativa de evasión tributaria en junio. Pero el caso de Diego Placente fue paradigmático: estuvo detenido 28 días en las ciudades alemanas de Frankfurt y Colonia. Acusado, también, de evasión fiscal, el ex defensor de Argentinos Juniors y River contó su experiencia a la prensa. Dijo: “Por suerte las cárceles europeas son diferentes a las de Argentina. El problema era pasar lejos de todo, 22 horas adentro de una habitación”. Y agregó que, en el penal, le volvió la pasión por el fútbol: “"Había un seleccionado y todos estaban contentos porque yo jugaba ahí. Me consiguieron ropa nueva, botines. Me servía para distraerme y para bañarme, porque sólo tenía dos días de baño, pero si jugaba al fútbol tenía ducha”.