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Infojus Noticias

18-2-2014|16:03|Vacantes Nacionales
La experiencia en un colegio porteño

Cómo es enseñar y aprender en un "aula container"

En la escuela Normal N° 9, del barrio de San Nicolás, los chicos aprenden en aulas container. Iba a ser por un tiempo, hasta que concluyera la obra de refacción del establecimiento, pero ya llevan cinco años. “Mientras doy mi clase de Matemática, escucho la clase de Historia del container de al lado”, dice un maestro del nivel inicial.

  • Fotos: Leo Vaca.
Por: Matías Máximo

Los alumnos y profesores de la escuela Normal N° 9 saben lo que significa estudiar adentro de un container. Hace cinco años, cuando empezó la obra de refacción del edificio emplazado donde nace el barrio San Nicolás, en Corrientes y Callao, el patio de la escuela quedó poblado de aulas ensambladas en dos pisos que vinieron con sus respectivos baños, también portátiles.

“Mientras doy mi clase de Matemática, escucho la clase de Historia del container de al lado, ya que las paredes son de un material finito. Al principio lo tomamos con calma, ya que la idea era que avanzaran con la obra mientras de forma provisoria hacíamos un esfuerzo, pero pasaron los años y mucho no avanza”, dijo a Infojus Noticias Daniel Masci, profesor del nivel inicial.

Como el espacio del patio está ocupado desde que empezó la obra, las clases de gimnasia se dan, como se pueda, en los pasillos. Eso desde afuera no se ve. En la esquina de la escuela está el pasaje Discépolo, que en unos pocos meses de 2013 se convirtió en una cuadra luminosa por las luces que le incrustaron en el piso. Eso sí se ve.

“La experiencia es muy dura, porque la realidad es a veces estamos amontonados. El aspecto simbólico de dar clases en un container es negativo, pero desde nuestra parte tratamos de ser positivos y pensar que era algo provisorio. Aunque sea incómodo, ruidoso y caluroso, lo soportábamos pensando que era momentáneo, aunque con el correr del tiempo nos cuesta creer porque avanza muy lento”, contó Masci.

Para este año el gobierno porteño asignó 216 millones de pesos a infraestructura escolar. La ley de Presupuesto, votada en diciembre, era por 231 millones, pero Mauricio Macri lo disminuyó un 7% mediante un decreto del 3 de enero. El costo por container es de 634.523,81 pesos, mientras que un aula de ladrillo cuesta 336 mil pesos. Por el momento, la Ciudad compró 42 containers.

El gobierno porteño no sólo piensa en containers. También en durlock. De ese material se están construyendo aulas en los pasillos del Instituto Félix Bernasconi. La semana pasada la jueza Elena Liberatorio hizo lugar a una acción de amparo presentada por la legisladora porteña Virginia González Gass para frenar la construcción en ese colegio, considerado monumento histórico nacional. Las obras consisten en la colocación de paredes de durlock en los pasillos del tercer piso, para convertirlos en aulas donde se dicten cursos.

El juez Osvaldo Otheguy, a cargo del Juzgado en lo Contencioso Administrativo y Tributario Nº 8, intimó al gobierno porteño a regularizar la situación de los nueve mil alumnos sin vacantes durante los próximos tres días, algo a lo que se había comprometido el ministro de Educación Esteban Bullrich en una audiencia del 30 de diciembre pasado.

Este domingo la Multisectorial “Ningún niño sin escuela pública" hará un festival familiar en Parque Chacabuco con la consigna “Unidos por la escuela pública”. Habrá música en vivo, artistas invitados y talleres para niños, como forma de visibilización del reclamo por las vacantes y en contra de las aulas “container”.

“Es muy difícil sostener la convicción de que algo cambiará cuando la obra está prácticamente paralizada. Vemos a los obreros trabajar, pero la realidad es que son muy pocos para la obra que se pretende. El edificio tiene nivel inicial, secundario y terciario, y vamos rotando los usos de las aulas containers”, concluyó Masci, que se mantiene esperanzado de que algún día la escuela deje de ser container y sea contenedora.

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