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Unos treinta sobrevivientes y familiares de víctimas de Cromañón rodeaban la mesa ovalada de madera color caoba. Una mujer de unos 50 años sostenía sobre su falda una remera con una zapatilla estampada y una frase: “Transformamos el amor en dolor”. Todos ellos estallaron en un aplauso cuando los ministros de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, Julio Alak, y su par de Salud, Daniel Gollán, firmaron el convenio para la asistencia integral a las víctimas del incendio del boliche que dejó 194 muertos en 2004, un acuerdo que permitirá que unos tres mil jóvenes reciban atención médica y psicológica en hospitales públicos de Capital Federal y la provincia de Buenos Aires.

Los ministros habían entrado por una de las puertas laterales del salón Ramón Carrillo del segundo piso del Ministerio de Salud casi al filo de las 15 horas. Se ubicaron en el centro de la mesa, de espaldas a un ventanal desde el que se ve la Avenida 9 de Julio. Alak expresó su “satisfacción” por la firma del acuerdo y se comprometió a que el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos aporte toda su estructura para tratar a las víctimas que sufrieron estrés postraumático.

Alak también resaltó la “experiencia en el trabajo con víctimas del terrorismo de Estado, el prestigio y la calidad humana y profesional” del Centro de Asistencia a Víctimas de Violaciones de Derechos Humanos Fernando Ulloa, dependiente de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, que será el  organismo coordinador de las acciones con los demás centros de atención y será el centro de referencia para derivaciones. “Esa experiencia será puesta a favor de las víctimas de esta tragedia”, agregó el funcionario.

“Cromañón es parte de la agenda nacional”, sostuvo Gollán. El ministro de Salud habló directamente a los sobrevivientes y familiares de víctimas que colmaban el salón, algunos sentados y otros de pie junto a las paredes. “Siéntanse acompañados por el Estado todo el tiempo. Y si no lo estamos haciendo bien, reclámennos. Porque si hay algo que se ha logrado en estos doce años es que los derechos puedan ser reclamados”, agregó.

Del acto participaron también el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Martín Fresneda, el secretario de Salud Comunitaria, Nicolás Kreplak, el secretario de Promoción y Programas Sanitarios, Federico Kaski, y Julieta Calmels, directora del Centro de Asistencia a Víctimas de Violaciones de Derechos Humanos Fernando Ulloa.

Morir después de Cromañón

Martín Antonio Cisneros tenía un tatuaje en el antebrazo: “Si muero es por luchar”, decía. El joven, hincha de San Lorenzo y sobreviviente del incendio en el boliche de Once, se quitó la vida en febrero de este año. “Tenemos el tristísimo número de 17 chicos fallecidos por suicidio y más de 26 padres de chicos muertos por enfermedades oncológicas. Sabemos que el cáncer está relacionado con lo emocional”, explicó esta tarde Celeste Oyola, referente de la Coordinadora Memoria y Justicia por Cromañón.

“Esta contención y esta red que comienza a circular es el mejor homenaje para los chicos que dieron la vida esa noche y para los que la pelean día a día”, sostuvo la joven de 29 años. Y agregó: “Esto demuestra que hay un Estado presente que se hace cargo de que Cromañón nos pasó a todos”, agregó la joven. El ministro de Salud también se refirió a la importancia de este convenio para evitar más muertes: “Los chicos que terminaron suicidándose no estaban acompañados”, dijo.

Juan Capodistrias, otro referente de la Coordinadora Memoria y Justicia por Cromañón, consideró que este convenio es “un paso enorme para mostrar lo que sería una ley nacional de reparación integral para familiares y víctimas de Cromañón”.

“Ya hay una ley en la ciudad de Buenos Aires, pero no funciona de manera completa. No estamos satisfechos con el funcionamiento en materia de salud: por los turnos que nos dan, por lo que demoran”, planteó. “Buscamos que esto acerque la atención a los domicilios de los damnificados (que viven en la provincia de Buenos Aires). Que no tengan que viajar dos horas y luego esperar otras dos horas. Porque así fue como muchos dejaron los tratamientos”, agregó.

SO/RA