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La continuidad del juicio por los crímenes de La Cacha podría deparar algunas sorpresas en la audiencia de hoy. Hay cuatro testigos previstos para esta nueva jornada de debate oral en el auditorio de la ex Amia, en La Plata. Allí están siendo enjuiciados desde diciembre pasado 21 represores de distintas fuerzas de seguridad, entre ex policías bonaerenses, penitenciarios provinciales, y ex jerarcas y civiles del Destacamento de Inteligencia 101, que operaba en una vieja casona en pleno centro de la ciudad de las diagonales. Con sus declaraciones, se pondrá bajo la lupa el rol que cumplió el Servicio Penitenciario Bonaerense en el centro clandestino de detención.

El primero en testificar hoy es el ex detenido José Luis Cavalieri, a través de una videoconferencia desde Roma. Ahí vive desde que partió al exilio, después de recuperar su libertad el 28 de abril de 1980. Cavalieri estudiaba medicina y fue secuestrado el 3 de mayo de 1977 en el centro de Ensenada, y llevado a la Cacha, donde permaneció secuestrado hasta el hasta el 6 de septiembre de 1977 (aunque después estuvo preso hasta 1980). Formó parte de una caída de secuestros en serie de una unidad básica de la Juventud Peronista (JP) en Berisso, junto a Elba Leonor Ramírez Abella, Liliana Piza de Paira, María Elvira Luis –su compañera de entonces- y Carlos Esteban Alaye, el hijo de Adelina, pionera de las Madres de Plaza de Mayo en La Plata. Para la investigación federal, estas caídas en “dominó” –de las que hubo muchas en La Cacha- demuestran “un diseño criminal preexistente, en la cual los detenidos eran las piezas de un tétrico rompecabezas”.

Luego será el turno del ex penitenciario José Carlos Barroso. Su testimonio fue pedido por el defensor oficial de un ex camarada de armas imputado en la causa, Raúl “Oso” Acuña. El pedido como testigo es curioso, ya que Barroso es un ex penitenciario singular: se promocionó en 1968 y en 1973 fundó con otros penitenciarios la Agrupación Peronista de agentes penitenciarios, “lo que fue muy mal visto por todo el entorno del Servicio”. Barroso llegó a ser alcalde Mayor, pero luego fue echado. En su testimonio en la etapa de instrucción, aseguró que antes del golpe de Estado ya había en el predio un “Área Restringida” que se conocía como La Cacha, y nombró entre el “grupo de tareas” que operaba ahí a dos de los imputados: el “Oso” Acuña e Isaac Crespín Miranda.

Hoy también está llamado a declarar Esteban Alejandro Vera, uno de los tres médicos que atendieron el parto de los mellizos Reggiardo Tolosa en la maternidad de la cárcel de Olmos, adonde fue trasladada María Rosa con signos evidentes de tortura. Vera declaró en 2006 en el Juicio por la Verdad. Su relato puede resultar crucial para juzgar el rol de estos profesionales en partos de mujeres secuestradas. Aunque ha sido citado anteriormente no se ha presentado aún al debate oral. En último lugar está prevista la declaración de Rubén Gustavo Jaquenod, otras de las víctimas de las fuerzas que operaban en La Cacha.