Con balas de goma y gases lacrimógenos, la Gendarmería desalojó a manifestantes que mantenían el corte a la altura de Pacheco, en repudio por las condenas a los petroleros de Las Heras.
Hace días un spot que circula por las redes sociales convocó a través de Nora Cortiñas y Adolfo Pérez Esquivel, entre otros referentes sociales, a una “Jornada nacional de paros, movilizaciones y cortes por la absolución de los petroleros”. La cita era hoy y empezó con los levantamientos de los molinetes del subte C de la estación Constitución, y con el corte de la autopista Panamericana, a la altura de la ruta 197, en Pacheco, por parte de organizaciones de izquierda.
Antes de las siete, llegó la Gendarmería y comenzó el desalojo. A las 8, el tránsito ya no tenía interrupciones. La fuerza apeló a gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar a los integrantes de la protesta. La jornada tiene previstas más acciones similares, entre ellas, los cortes del puente Pueyrredón, el puente Liniers, un acampe en Plaza Houssay y movilizaciones en varias provincias.
Los manifestantes salen a la calle por la condena que el 12 de diciembre recibieron los petroleros de Las Heras por el asesinato el 6 de febrero de 2006 del policía Jorge Sayago. El 5 de febrero la policía había detenido al dirigente petrolero Mario Navarro cuando reclamaban por el encuadre gremial y por la eliminación del impuesto a las ganancias. Esta detención originó una pueblada que terminó en el asesinato del policía. El Tribunal Oral Criminal de Caleta Olivia condenó a tres petroleros a cadena perpetua y a otros seis a cinco años de cárcel por coacción agravada y lesiones. La instrucción del caso y las pruebas que llevaron a estas condenas fueron puestas en duda por las organizaciones que hoy se manifiestan en el país, incluido el papa Francisco, que le escribió una carta a Ramón Cortés, uno de los condenados.