El Primer Congreso de Comunicación Popular desde América Latina y el Caribe, organizado por la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad de La Plata, hizo espacio a un debate sobre género y política "un lugar esencialmente masculino en el que las mujeres comenzaron a participar hace apenas 60 años".
“¿Por qué si el peronismo hizo tanto en pos del avance de las mujeres es tan difícil hablar de feminismo dentro del peronismo?”, fue una de las preguntas que resonó en uno de los paneles del Primer Congreso de Comunicación Popular desde América Latina y el Caribe, organizado por la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad de La Plata. Entre las actividades que se realizaron del 1 yal 4 de septiembre se abordaron temas vinculados a la comunicación: políticas públicas, derechos, educación, participación, género, entre otros. Del panel “Feminismo y peronismo, reflexiones históricas y actuales de una articulación negada”, participaron Estela Díaz – secretaria de género de la CTA Nacional-, Ana Luziz –directora de la revista Género y Peronismo-, Adriana Valobra – historiadora y autora del libro “Del hogar a las urnas”- y Cecilia Pon – del instituto GESTAR-.
Cecilia Ponn aseguró que la política "era un lugar esencialmente masculino en el que las mujeres comenzaron a participar hace apenas 60 años". “La masculinización es la forma más común por la cual las mujeres llegan a ocupar lugares en la política. El debate es pensar si es la única forma que existe de acceder al poder”. La temática abordada en el panel significó discutir sobre una articulación que, como indicaba su título, siempre ha sido negada. El rol y la figura de Eva Perón, las contradicciones del peronismo, fueron uno de los ejes fundamentales sobre los que giró el debate.
¿Qué podemos traer como mujeres a la política? ¿Cómo podemos hacer para instalar otros códigos que no hemos podido? ¿Qué pasa con el contrato sexual durante los gobiernos peronistas, se cambia, está movilizado? ¿Hay una forma femenina de hacer política? En lo que todas las disertantes coincidieron es en que la categoría de género implica algo relacional, que debe trabajarse con hombres y mujeres por igual, y sobre todo en las políticas públicas.
“Quisimos ponerle peronismo y feminismo al panel para pensarlo desde la radicalidad que significa. No nos interesaba ser políticamente correctas y sí pensarlo desde una radicalidad política, desde una agenda que no sólo mire la discusión entre los géneros sino que vaya a algo más profundo en el terreno de lo simbólico”, dijo Díaz, que además fue la coordinadora del panel.
Voto femenino
“Los avances que propinaba y concretaba el peronismo, y la negación de aceptar el feminismo tiene que ver con una relación conflictiva entre estos dos movimientos. Me parece que la figura de Eva Perón es central. Cuando ella logra concretar el voto femenino, que era una demanda del movimiento feminista y de las sufragistas, se contrapusieron a esa posición y la acusaron de hacerlo por conveniencia y no por convicción. Y en ese momento quienes bregaban por el voto femenino, terminan por oponerse. Eva no se podía identificar con el movimiento feminista”, dijo Ana Luziz. La directora de la revista “Género y peronismo”, también agregó que la iniciativa de la revista nació precisamente de las contradicciones y los conflictos en los que coincidían con sus compañeras al momento de discutir el rol del feminismo, que siempre fue un concepto difícil de discutir dentro del movimiento.
Participación y contradicciones de género
Si bien a lo largo de la historia, el movimiento peronista fue uno de los partidos políticos que más trabajó para sumar a las mujeres a participar, y que bajo la figura de Eva Perón se englobaron distintas conquistas, siempre estuvo signado por las contradicciones. Entre ellas la que tenía que ver con el trabajo y el capital, con esa famosa “tercera posición”, que convocaba a hombres y a mujeres, esa consigna, que también significaba una contradicción, era la que los convocaba, el nudo central de la participación y no las contradicciones del género. Porque aunque los derechos de las mujeres, y los de la población en general fueron ampliados y reconocidos durante gobiernos peronistas, nunca se tematizó al feminismo ni se lo erigió como bandera; expresaron algunas de las participantes.
En esta línea, Adriana Valabra destacó que la apropiación del feminismo era un conflicto no solo en el peronismo sino en todos los partidos. “El feminismo como movimiento significó a lo largo de la historia un replanteo en los partidos”. Y agregó: “Las definiciones de feminismo fueron muy diversas a lo largo de la historia. No es lo mismo la definición de Alicia Moreau de Justo que la que hizo Elvira Rawson y sin embargo convivían y trabajaban juntas. Al momento de pensar el feminismo tenemos que analizar las coyunturas. Hoy nuestra coyuntura es parte de un proceso más amplio, que nos atraviesa y nos permite entender estas nociones y sus modificaciones, feminismo, peronismo, que nos hacen ruido para poder pensarnos”.
MEL