El maquinista Julio Benítez, por haber violado reiteradamente la velocidad máxima a lo largo del trayecto entre las estaciones de Moreno y Once. El registro de velocidad fue una de las nuevas pruebas por las que se agravó la situación procesal. El juez Lijo formalizó la imputación.
El juez Ariel Lijo formalizó la imputación formal del maquinista Julio Benítez, por haber violado reiteradamente la velocidad máxima a lo largo del trayecto entre las estaciones de Moreno y Once. Hasta que la formación chapa 5 chocó con el freno hidráulico de contención en la terminal, Benítez había violado diez veces la velocidad máxima indicada para cada porción del trayecto.
El registro de velocidades fue una de las nuevas pruebas por las que se agravó la situación procesal del motorman. Lijo recibió los resultados de un conjunto de pericias que había solicitado previamente, y las puso en conocimiento del imputado para informarlo de las nuevas pruebas en su contra.
Los registros técnicos indican que Benítez ingresó con el tren a Once a una velocidad de 22 kilómetros por hora, superando en diez el máximo establecido para ese procedimiento. La misma información fue adelantada por el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, pocas horas después del siniestro en la estación terminal.
El recorrido
Esa no era la primera vez que Benítez violaba las velocidades máximas. Durante el recorrido de ocho estaciones, el motorman infringió los límites en otras nueve oportunidades. Las pruebas se obtuvieron a partir del registro del GPS que se instaló en las formaciones tras la tragedia de Once en febrero de 2012.
Entre las estaciones de Paso del Rey y Merlo, por donde pasó a las 6:28hs, circuló a 65 kilómetros en un tramo donde la velocidad máxima permitida es de 60. Entre San Antonio de Padua e Ituzaingó en límite es el mismo, pero el tren pasó a las 6:38hs a tres kilómetros por hora más de los permitidos. Entre Castelar y Morón, el tren excedió el límite en ocho kilómetros por hora, y entre Morón y Haedo circuló a tres más de lo permitido.
A medida que se aproximaba a Once, el tren subía la velocidad en vez de disminuirla. Entre Haedo y Ramos Mejía, el tren circuló a nueve kilómetros por encima del límite, y antes de llegar a Ciudadela se excedió en trece kilómetros por hora. Entre Villa Luro y el paso a nivel de Nazca, la velocidad máxima es de 30 kilómetros por hora, pero el tren circuló a 42, y entre Caballito y Once circuló a 68, cuando el límite ese 60.
La imputación
Benítez está imputado del delito de estrago con lesiones producidas a 80 pasajeros, una de las cuales sufrió la rotura y extirpación del bazo. Además, sobre él pesan la imputación de ocultamiento y destrucción de prueba, dado que las pericias demostraron que la sangre encontrada en el disco rígido de la cámara de seguridad de la cabina era la suya. El hecho de que hubiese sido arrancado de la cabina a la que sólo él tuvo acceso, y que la hubiese ocultado en su mochila, permiten presumir que intentó ocultar la prueba para disimular su responsabilidad.
El motorman sigue detenido, pero recién la semana próxima el juez Lijo deberá resolver su procesamiento. En ese momento deberá disponer la prisión preventiva o la libertad del imputado, una vez que evalúe si hay peligro de que Benítez se fugue o dificulte el avance de la investigación.
Como consecuencia del accidente del sábado protagonizado por el maquinista Julio Benítez, el Gobierno formalizó hoy la decisión de retornar al Estado el control de la línea Sarmiento, a la vez que divulgó las nuevas medidas de seguridad que se adoptaron para evitar nuevos siniestros en todo el sistema de transporte ferroviario. Ambas disposiciones habían sido anunciadas el miércoles pasado por Randazzo y hoy quedaron plasmadas en el Boletín Oficial.