La inspección ocular del edificio donde funcionó comisaría cuarta, en Salta, se realizó en el marco de la causa donde se investiga al ex dueño de la empresa, Marcos Levin. En ese lugar torturaron a los trabajadores de esa compañía.
Los miembros del Tribunal Oral Federal de Salta junto a los fiscales y los querellantes realizaron ayer una inspección ocular en el lugar donde funcionaba la comisaría cuarta durante los hechos que se analizan en el octavo juicio que por delitos de lesa humanidad se desarrolla en Salta, cuyo principal imputado es el ex propietario de la firma La Veloz del Norte, Marcos Levín.
"Fue un trámite positivo porque los testigos y la víctima del juicio pudieron corroborar en el lugar de los hechos cómo estaban dispuestas las dependencias de la comisaría en la que les aplicaban las torturas", dijo el querellante de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, Martín Ávila.
De la pericia participaron los jueces Carlos Jiménez Montilla, Gabriel Casas y Federico Díaz, además del fiscal Francisco Snopek; su par ad hoc Juan Manuel Sivila; la víctima Víctor Cobos; y los testigos Sonia Rey, Jorge Romero y Carlos Aponte.
Se trata de la ex comisaría cuarta, que funcionaba en la calle Lerma al 600, de la capital salteña, donde -según su denuncia- Cobos fue detenido en enero de 1977, torturado y obligado a firmar una declaración aceptando ser autor de una supuesta defraudación a la empresa de transporte en la que trabajaba, junto a otros compañeros.
El lugar, donde funciona un motel, está prácticamente igual que en la época en la que funcionaba la comisaría, especialmente en su parte delantera, y, a pesar de algunas reformas, los testigos reconocieron cada uno de los espacios que los policías utilizaban para torturarlos y mantenerlos detenidos.
Cobos y los otros testigos pudieron mostrar dónde estaban los calabozos y por dónde lo veían a Levín pasar hacia el interior de esa comisaría.
Ávila destacó que los testigos "coincidieron en sus relatos", y comentó que uno de ellos reconoció a la actual jueza Silvia Bustos Rallé como la mujer que acompañaba al juez Jorge Trincavelli cuando le hacía firmar la declaración a los empleados de La Veloz del Norte, para que se autoincriminen en el robo a la empresa.
El juicio oral por los delitos de detención ilegal y torturas en la época de la última dictadura se encuentra en la etapa de testimoniales, y además de Levín están acusados los ex policías Enrique Cardozo, Víctor Almirón y Víctor Hugo Bocos, procesados como presuntos autores materiales de las torturas.
Los hechos de esta causa datan de 1977, cuando el empleado y delegado gremial Cobos fue acusado de defraudación en perjuicio de la empresa La Veloz del Norte, de la que era propietario Levín.
Por ello, Cobos fue detenido en la seccional cuarta de Policía, junto a otros trabajadores, que eran generalmente los que se adherían a los reclamos gremiales en esa compañía de transporte de pasajeros de larga y media distancia.
En esa seccional policial, Cobos fue torturado durante varios días, tras lo que le hicieron firmar una declaración en la que reconocía la estafa a La Veloz del Norte, a cambio de su liberación.
Levín está acusado en esta causa como instigador de los delitos de detención ilegal y aplicación de tormentos.
Finalmente, Ávila resaltó como importante el testimonio de una vecina que se acercó mientras los jueces recorrían el lugar y reveló que en la época de la dictadura "se escuchaban gritos de personas y prendían una radio con alto volumen", lo que coincide con el relato de Cobos y los testigos de la causa.
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