El segundo Tribunal de Circuito de Apelaciones de Nueva York convocó a la Argentina, al Citibank y a un grupo de bonistas a una audiencia para el próximo 18 de septiembre para evaluar las apelaciones presentadas contra las resoluciones del juez Thomas Griesa.
El segundo Tribunal de Circuito de Apelaciones de Nueva York convocó a la Argentina, al Citibank y a un grupo de bonistas a una audiencia para el próximo 18 de septiembre para evaluar las apelaciones presentadas contra las resoluciones del juez Thomas Griesa. Una vez realizada la audiencia, el tribunal de segunda instancia deberá decidir si acepta o rechaza las apelaciones.
Del mecanismo de tratamiento “expeditivo” podría surgir una respuesta antes del 30 de septiembre, cuando vencería el plazo para cancelar la siguiente cuota de bonos Par. De revocar la medida de Griesa, los tenedores de bonos que acordaron con el país en 2005 y 2010 podrían cobrar su cuota del dinero depositado por Argentina en junio y las compañías aseguradoras ya no tendrían ningún argumento para sostener la idea de que el país está en default.
Uno de los planteos corresponde a un grupo de bonistas que ingresó a los canjes de 2005 y 2010, que cuestionan el congelamiento de los pagos dispuesto por el veterano juez neoyorquino. La otra apelación es la de Argentina y el Citibank, que cuestionan la medida con la que Griesa habilitó por única vez un pago realizado por el país.
En esa operación se giraron sumas para la cancelación de vencimientos de deuda en favor de bonistas de la reestructuración, junto a la cancelación de la primera cuota del acuerdo con Repsol por la expropiación de YPF. El pago de vencimientos para los bonistas que ingresaron a los canjes en realidad quedaba fuera de la jurisdicción de Griesa, ya que se trataba de una serie de títulos emitidos bajo ley argentina.
En la resolución por la que Griesa dejó esa operación fuera del congelamiento dispuesto sobre los otros pagos de la Argentina, el juez aclaró que lo permitiría por única vez, dado que el banco no podía distinguir el pago a los bonistas del pago a Repsol, pero lo conminó a encontrar la forma de distinguirlo en el futuro. Esa resolución fue tomada el 28 de julio pasado, y apelada poco después por Argentina y por el Citibank, la entidad que operaba como agente de pago.
Bonistas
La apelación de parte del grupo de bonistas tiene que ver con que los pagos que les corresponde cobrar fueron alcanzados por el congelamiento que Griesa dispuso luego en julio. Su medida impidió que los bonistas que ingresaron a los canjes de 2005 y 2010 cobraran en tiempo y forma sus cuotas correspondientes, a pesar de que Argentina cumplió con depositarlas antes del 30 de junio.
Los tenedores de bonos reclaman que sus pagos deberían quedar fuera de la definición de Griesa, ya que se trata de títulos en euros que se rigen por las leyes de Inglaterra y Gales, y que se pagan a través de instituciones bancarias extranjeras. Este planteo, junto al de la Argentina y Citibank, será escuchado por los jueces de la Corte del Segundo Distrito, que podría revertir la medida con la que Griesa arrastró al país a un supuesto default.
¿Default?
Argentina depositó 539 millones de dólares en la cuenta del Banco Mellon de Nueva York en el Banco Central, destinados a cancelar la cuota de mitad de año del bono Discount. Los fondos fueron afectados por Griesa, que suspendió el pago hasta tanto el país no cumpla con su resolución de pagar a los fondos buitre otros 1600 millones de dólares en efectivo y al contado.
El pago se realizó el 26 de junio –a cuatro días del vencimiento estipulado– y el ministro de Economía, Axel Kicillof, argumentó que no se incurrió en ninguno de los “eventos de default” definidos en el prospecto de los bonos emitidos en 2005 y 2010, y que el país cumplió con el pago al realizar el depósito, según lo definido en los contratos de renegociación.