“En muchos casos un acuerdo es una cosa bonita, pero es una de muchas opciones”, dijo el magistrado, según las 57 actas taquigráficas de la reunión del martes. En esa audiencia dudó en voz alta de sus propias órdenes, lanzó frases contradictorias y hasta reconoció que quizá "no cubrió bien" algunos aspectos del caso.
“La República Argentina intentó pagar los intereses de sus bonos. Ese intento fue inapropiado. Pero efectivamente el dinero fue abonado”, dijo el juez el juez Thomas Griesa al referirse a los 1151 millones de dólares depositados por el país en cumplimiento de sus obligaciones contractuales. Se supo a través de la versión taquigráfica de la reunión que el magistrado mantuvo con los agentes pagadores que aún están imposibilitados de concretar el pago a los bonistas que accedieron al canje de deuda.
Griesa brindó una audiencia peculiar: se permitió dudar en voz alta hasta de sus propias órdenes, lanzó frases contradictorias y hasta reconoció que quizá "no cubrió bien" algunos aspectos del caso. También repreguntó una decena de veces acerca la ruta de pago y de las instituciones involucradas en los pagos de los bonos del canje. Tras dos horas de audiencia, pareció estar más confundido que cuando arrancó la sesión. Y se "reservó" para más adelante la posibilidad de emitir una opinión sobre los pedidos de cobro de bonistas del canje, tanto de ley extranjera como de ley local, y los de la clarificación de los pasos para el pago, que deben dar las entidades financieras.
El juez se reunió con los abogados de las cajas compensadoras Euroclear y Clearstream, que reclamaban explicaciones sobre cómo proceder con los fondos que ya están en su poder. También estuvieron los representantes del Citibank que aún no saben cómo proceder con la autorización otorgada al para procesar el pago de los bonos regidos por ley argentina. Y los asesores del Bank of New York –que también tienen fondos para pagar girados por Argentina- y los del JP Morgan Chase, que consultaron sobre los títulos en yenes. El juez respondió con evasivas e ignoró alguno de los planteos.
“En muchos casos un acuerdo es una cosa bonita, pero es una de muchas opciones. Si no se logra un acuerdo adecuado podría haber un default en la república a partir del 30 de julio. Eso sería muy desafortunado para quienes están esperando los pagos de intereses y, ciertamente, para Argentina”, dijo el magistrado que, según informó Página/12, estuvo asistido durante la audiencia por el abogado del fondo buitre Aurelius, Edward Friedman.
Los intercambios versaron sobre los abusos de jurisdicción de sus órdenes, al limitar pagos que son realizados por entidades europeas o argentinas sin atravesar jamás el territorio de Estados Unidos, expusieron las irregularidades del fallo y le advirtieron al juez que sus decisiones violaban la ley belga. El abogado Christopher Clark le solicitó a Griesa que “clarifique sus órdenes de forma tal que, por lo menos, los terceros extranjeros sobre quien usted no tiene jurisdicción no sean sujeto a sus dictados”. Clark representa a un grupo de fondos propietarios de bonos denominados en euros que son pagados en euros y regidos por la ley inglesa.
“El tema crucial es que la Corte tiene jurisdicción sobre Argentina, y es el país quien está haciendo esos pagos”, advirtió el juez y aclaró que más adelante “ciertamente voy a considerar tratarlo en un fallo. Pero en este momento que no voy a empezar a hacer excepciones”. Finalmente, a los tenedores de bonos en euros, Griesa los derivó a seguir conversando con el mediador que designó para el caso, Daniel Pollack.
Según la información difundida por Página/12, uno de los cuestionamientos más duros a las decisiones del juez neoyorquino vinieron de Karen Wagner, abogada del Citibank: “Los bonos que estamos discutiendo ahora no son bajo ningún aspecto pagados en Estados Unidos. Son títulos emitidos en la Argentina conforme la legislación de ese país. No hay subordinación a la jurisdicción de Estados Unidos. Y son pagados totalmente en la Argentina. Por esa razón sugerimos que el juez no debe alcanzar con órdenes de esta Corte procesos internos en la Argentina. Pero, además, el Citibank es el custodio y no debería ser requerido por una orden judicial a retener una propiedad que les pertenece a clientes en un país donde están sujetos”. En respuesta Griesa mostró algún grado de sorpresa y dijo que debía revisar su decisión de permitir esos pagos.
En total, Télam informó sobre 57 folios de transcripción de una audiencia, “en donde prácticamente la mitad estuvo dedicado a los pagos que realizó el Citibank, específicamente de bonos con ley Argentina”.
El BoNY consultó qué debía hacer con los fondos que la Argentina le depositó. En las cuentas de esa entidad se encuentran 539 millones correspondientes a vencimientos de deuda en dólares y euros regidos por leyes de Estados Unidos e Inglaterra. El abogado de esa entidad, Eric Schaffer, le advirtió al magistrado que “devolver los fondos expone innecesariamente al fiduciario a muchos más litigios en muchos países”. “Estoy totalmente en silencio porque no tengo nada para decir”, le respondió Griesa y le encomendó que “traten de encontrar algo que puedan acordar, aquello que genere los menores problemas, la menor cantidad de litigios”.
Griesa evitó expedirse sobre la suerte de los pagos efectuados por la Argentina a los terceros afectados en este juicio, los acreedores del canje. Y la audiencia concluyó con un largo monólogo suyo donde se dedicó a aclarar que para él " si no son dados ciertos pasos, podría haber un default a fines de julio", tras lo cual se permitió contar su versión de este trance judicial. “Si los adecuados arreglos no se concretan, puede haber un default de la República el 30 de julio".
"En mi visión cada problema es susceptible de ser tratado de alguna manera en un acuerdo...La peor cosa que avizoro (por un eventual default) aquí sentado, no quiero que suceda. Habrá heridas en la gente por ello, heridas reales. No habrá buitres heridos, pero personas reales estarán heridas".