Lo aseguró a Infojus Noticias Santiago Fraschina, del Grupo de Estudios de Economía Nacional y Popular, en referencia a la solicitada que publicó hoy la American Task Force Argentina (ATFA). “Explican algo que ya está instalado en la opinión pública”, señaló la periodista Mariana Moyano. El análisis de los tres supuestos “mitos” que plantea la ATFA.
“Los hechos de la disputa sobre la deuda argentina” se tituló la solicitada que publicó hoy la American Task Force Argentina (ATFA) en los principales diarios del país. Esa entidadagrupa a los tenedores que reclaman por los títulos en default. En el aviso describe tres supuestos “mitos” y “hechos” sobre la disputa judicial entre el Estado argentino y los fondos buitre. Infojus Noticias consultó a un economista y a una especialista en medios. “Sí quieren conducir a la Argentina a un default”, dijo Santiago Fraschina, del Grupo de Estudios de Economía Nacional y Popular (GENAP). “Tuvieron que salir a explicar algo que ya está instalado en la opinión pública”, señaló la periodista Mariana Moyano.
El supuesto mito número uno de la solicitada sostiene: “Un grupo reducido de acreedores tenedores de bonos y un juez en Nueva York están impulsando la Argentina al default”. Fraschina desentrañó la parte argumentativa del texto,
explicó que los fondos buitre “sí quieren conducir a la Argentina a un default, porque el mismo juez norteamericano Thomas Griesa frenó el pago a los bonistas. Después el juez ordenó que Argentina negocie, pero es una imposición con condiciones que generaría que el país entre en default”.
El mito número dos dice que “si la Argentina paga a los holdouts deberá pagar 15 mil millones de dólares de sus reservas en el futuro inmediato”. El texto agrega que la Argentina podría negociar un acuerdo sin afectar sus reservas de manera significativa.
Fraschina explicó que si el 6 por ciento de los tenedores que no entraron en las dos reestructuraciones de 2005 y 2010 y que hasta ahora no iniciaron demandas, las comienzan y encuentran un juez como Griesa, se alcanzaría a los 15 mil millones. “Esto significaría destinar más de la mitad de las reservas, que son de 28 mil millones. Y podría llegar a los 155 mil millones si se contabiliza la cláusula RUFO, que estipula que cualquier mejora voluntaria que la Argentina realizara sobre ofertas futuras de canje de deuda defaulteada deberá ser reconocida a quienes posean bonos de los entregados en los canjes del 2005 y 2010”, aclaró Fraschina.
El mito número tres de la solicitada dice que “Argentina necesita ‘una decisión judicial’ que le dé más tiempo para negociar”. El economista destaca que en estos años Argentina demostró voluntad de pago y de negociación. “La realidad es que la naturaleza de los fondos buitre es no negociar. En ninguna de las dos negociaciones entraron. El Gobierno nacional sí tiene vocación de negociar: lo hizo con el Club de París, con Repsol. Una cosa es negociar y otra que del otro lado impongan ciertas condiciones y se vea perjudicado el conjunto de los acreedores. Ya lo dijo la Presidenta: Argentina paga y cumple, pero no a costa de generar una crisis en la economía argentina”, finalizó Fraschina.
La debilidad comunicacional de los fondos buitre
La solicitada ocupó hoy una página entera de los principales diarios de circulación nacional. Para la periodista Mariana Moyano significa un gesto de debilidad de parte de los fondos buitre. “Tuvieron que salir a explicar algo que ya está instalado en la opinión pública”, dijo.
La periodista manifestó que si los poderosos lobistas “tienen que salir con una solicitada tan extensa y explicar punto por punto los ejes de la discusión, es porque entienden que las razones del Gobierno nacional están instaladas. La solicitada fue para acercarse a inocentes, ignorantes o malintencionados, la veo débil argumentativamente”, agregó Moyano.
La periodista recordó que a fines de junio, cuando Argentina tuvo depositó el dinero para pagarle a los acreedores que renegociaron en 2005 y en 2010, el Ministerio de Economía emitió un comunicado político. “No fue un documento de la lógica financiera, sino que de la lógica política. Estos fondos buitre no esperaban una respuesta política, los dejó sin reacción. Argentina estuvo rápida en términos comunicaciones”.
“El Gobierno les puso nombre, cara, espacio físico a estos fondos buitre. Si alguien dice ‘Paul Singer’ en la fila del colectivo, no es que nadie sabe de qué están hablando. Ahora, estos Fondos Buitre tuvieron que salir a explicar su posición. Eso es lo interesante, se vieron en la arena comunicacional en debilidad”, dijo Moyano.