El informe forense se dio a conocer hoy y ratificó que Diana Sacayán tuvo una muerte violenta producida por heridas de arma blanca. “Habría fallecido como consecuencia de una puñalada recibida en el abdomen”, informó el sitio Fiscales. Los cortes son compatibles con un cuchillo hallado en la escena del crimen. Hoy declararon amigos y familiares.
La activista trans Diana Sacayán intentó defenderse de su atacante, que la apuñaló, confirmó a través de un comunicado el titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal de Instrucción 4, Matías Di Lello. Hoy declararon sus familiares y amigos más cercanos. Además, el juez Gustavo Pierreti, a cargo del Juzgado de Instrucción N°33 que interviene en la causa, autorizó la entrega del cuerpo a los allegados para que pueda realizarse el velatorio.
El resultado de la autopsia ratificó que se trató de una muerte violenta producida por heridas de arma blanca. Diana habría fallecido como consecuencia de una puñalada recibida en el abdomen. Las lesiones que encontraron en su cuerpo eran compatibles con un cuchillo encontrado en la escena del crimen. “Este dato coincide con las observaciones de una gran pérdida de sangre que se registraron ayer durante el procedimiento llevado adelante en el lugar del hecho”, dice el informe, publicado en el sitio Fiscales.
Los fiscales Di Lello y Mariela Labozzetta, titular de la Unidad Fiscal Especializada en Violencia Contra las Mujeres (UFEM) trabajaron en equipo esta mañana. Los familiares y amigos de la activista trans se reunieron frente a la Fiscalía 4. Algunos de ellos, durante la espera, cruzaron al edificio para aportar información a la causa. Contaron con el apoyo de funcionarios de la Dirección General de Orientación y Protección a Víctimas (DOVIC) del Ministerio Público Fiscal.
Policías de la Federal ayer, en la puerta del edificio donde vivía Diana.
Para quienes la conocían y querían, el duelo comenzó cuando conocieron la noticia de que la habían encontrado muerta en su departamento del barrio porteño de Flores. Hoy, muchos se dieron abrazos fuertes, la recordaron con afecto y empezaron a organizar cómo despedirla. Quieren que el entierro sea en Gregorio de Laferrère, La Matanza, en una Asociación de la comunidad boliviana.
Martín Lanfranco es uno de los amigos de Diana que declararon esta mañana. Contó cómo encontró el cuerpo de la militante. “La dueña del departamento me avisó que hacía dos días que no la veía, que la había visto entrar con una persona, pero no salir”, dijo a Infojus Noticias después de hablar con los fiscales.
Después de varias horas de declarar, la hermana de Diana, Sasha, salió conmocionada de la fiscalía. A través de una amiga envió un mensaje: “Gracias por el acompañamiento. A Diana la vamos a velar en Laferrère con un velorio trans bien lleno de colores y enterrada en su tierra, que era La Matanza. El servicio fúnebre estará a cargo de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), gremio del que formaba parte.
Los investigadores creen que el crimen se cometió entre el sábado a la tarde y el domingo. Entre las personas que llegaron para declarar, una de sus compañeras de activismo en el Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (MAL) contó a Infojus Noticias que estuvo con Diana el mediodía del sábado, y que a la tarde una persona la había visto con un joven de unos veintipico de años con el que estaba saliendo. Después de eso a Diana no la volvieron a ver, tampoco contestó el teléfono a quienes la llamaron preocupados porque no había viajado al Encuentro Nacional de Mujeres, en Mar del Plata. Al mediodía el encargado del edificio vio que la puerta del departamento estaba entreabierta y llamó al 911.
Ayer a las 21 se llevaron en cuerpo de Diana desde el departamento, donde vivía con una amiga también trans, hacia la morgue judicial. A esa hora, a tres cuadras del lugar, en la comisaría 38 algunos de sus conocidos prestaron sus primeros testimonios. La autopsia se hizo esta mañana y “los informes producidos por los peritos forenses llegarán a la Fiscalía en las próximas horas”, informó el sitio Fiscales. Según la web de la Procuración General, el cuerpo tenía “heridas de arma blanca y otras marcas de violencia”.
Anoche se llevaron en cuerpo de Diana desde el departamento, donde vivía con una amiga también trans.
No a los travesticidios
El operativo que se hizo ayer en la escena del crimen se llevó adelante conforme a lo dispuesto por la "Guía de actuación para las Fuerzas Policiales y de Seguridad federales para la Investigación de Femicidios en el lugar del hallazgo". Así lo había reclamado la fiscal especializada Labozzetta.
En la plazoleta del Teatro Colón, frente a la fiscalía, las banderas y pancartas multicolores que colgaron quienes conocían a Diana tenían un mensaje claro: "Ni un@ menos”. El arroba en representación de los géneros que están fuera del binarismo biológico hombre/mujer. La misma frase que la activista había levantado en un cartel el último 3 de junio en el Congreso, “Basta de travesticidios”.
Entre la muchedumbre reunida estaban algunos referentes del colectivo LGBTIQ como Mauro Cabral, Gustavo Pecoraro, Pao Lin y las integrantes del colectivo Ni una Menos. Pedro Mouratian, interventor del Instituto Nacional contra la Discriminación la Xenofobia y el Racismo (INADI), también se acercó hasta la convocatoria.
Sus amigas de la vida y la militancia la recordaron hoy frente a la fiscalía.
Hoy hasta la presidenta Cristina Fernández de Kirchner pidió por el esclarecimiento del "terrible crimen" de Diana. La Secretaría de Derechos Humanos de la Nación también expresó su profundo pesar por la muerte Diana y se comprometió "a trabajar en la búsqueda de verdad y justicia" del crimen.
Diana había nacido en la provincia de Tucumán y se trasladó al conurbano bonaerense con sus padres, cuando era un bebé. Se había radicado en Laferrére y ahora estaba instalada en Flores. Vivió en la pobreza, se prostituyó, pero se organizó, resistió y la militancia le permitió en 2012 postularse como candidata a ocupar la Defensoría del Pueblo de La Matanza. Había trabajado en el INADI, en el programa de la diversidad sexual. También fue colaboradora del Suplemento Soy de Página/12 y el periódico travesti El Teje. La comunidad LGBTIQ de Argentina está de luto por su muerte.
Había sufrido dos agresiones que llegó a denunciar. La última, en agosto pasado, con la Policía Metropolitana: había contado que tras ser agredida por un hombre en la calle, llegó la Policía y se la llevaron presa junto a otro activista. La maltrataron, amenazaron y denunciaron por resistencia a la autoridad con lesiones. La agresión anterior había ocurrido en agosto de 2013. Diana contó que un hombre “blanco, alto” le destrozó la cara a golpes en la estación Laferrére.
MFA/MM/RA