El ministro de Justicia y Derechos Humanos, acompañado por el titular de la cartera de Seguridad, habló con los medios después de inaugurar junto al canciller Timerman la "Primera Reunión Binacional de Ministros y Primera Reunión de gobernadores de la Frontera Común de Argentina y Paraguay".
Este mediodía en la puerta de la Cancillería, el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak explicó que la parálisis en la designación de jueces para afrontar las causas judiciales contra el narcotráfico en el norte del país, es responsabilidad principal del Consejo de la Magistratura. "Hace un año y un mes que no eleva ninguna terna a consideración del Poder Ejecutivo y el Senado”, expresó el ministro en la puerta del Palacio San Martín, después de inaugurar junto al canciller Héctor Timerman la "Primera Reunión Binacional de Ministros y Primera Reunión de gobernadores de la Frontera Común de Argentina y Paraguay".
Al hablar con los medios allí presentes, Alak dijo que las demoras están asociadas a que "los miembros del Consejo de la Magistratura de la oposición, jueces y abogados no quisieron sacar en su momento los concursos 258 y 260 para la cobertura de los cargos de las cámaras Civil y Comercial donde tramitaban la causa de la ley de Medios porque preferían que sigan instruyendo esa causa jueces que no eran de la Constitución", sino "jueces jubilados nombrados a dedo".
Alak remarcó que "hay 33 cargos del servicio de justicia, de los cuales 13 no están habilitados". Sobre el pedido de los camaristas del norte del país de disponer de mayores recursos tecnológicos para combatir el narcotráfico, dijo que deben ser provistos "por el Poder Judicial que ha incrementado de forma muy importante su presupuesto desde el 2003". "Los jueces del norte argentino reclamaron cobertura de cargos judiciales y más personal. Esa es claramente facultad del Poder Judicial. Los jueces son nombrados por el Consejo de la Magistratura que desde hace un año y un mes no aprueba ternas; así es imposible nombrar jueces", dijo el funcionario.
Alak estaba acompañado del ministro de Seguridad de la Nación, Arturo Puricelli, que se refirió a las recientes declaraciones del gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti, quien se quejó por la falta de gendarmes en su jurisdicción. "No lee los informes que le envío a su ministro de Seguridad", dijo el ministro. "Tenemos una frontera permeable. No hay zonas descubiertas", dijo Puricelli y expresó que la cantidad de gendarmes creció un 90 por ciento.
Los periodistas apostados en la puerta de Cancillería preguntaron al ministro de Justicia sobre los aviones que transportan las drogas provenientes del narcotráfico y quisieron saber si está de acuerdo en que se los derribe. Alak aclaró que Argentina está en contra de la pena de muerte. "Es un tema delicado y Seguridad hace inteligencia, detecta los vuelos". Puricelli agregó que existen convenios con los países vecinos. "Es mucho más fácil seguir el avión vinculado con el narcotráfico hasta que aterrice, en lugar de derribarlo. No es bajando el avión cómo se resuelve".
"No se puede decir que nos desayunamos con el tema de la seguridad con el informe de los obispos del domingo. No se destaca el trabajo realizado por el ministro de Justicia con los laboratorios forenses", agregó Alak.