Funcionarios de los ministerios de Justicia y Derechos Humanos y de Trabajo entregaron hoy certificados oficiales de empleo en las unidades penitenciarias de Ezeiza. Una vez en libertad, mujeres y hombres podrán acceder a un trabajo digno y registrado.
En el marco del Convenio de Cooperación y Asistencia entre los ministerios de Justicia y Derechos Humanos y el de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, la Fundación UOCRA, la Confederación General Empresaria de la República Argentina (CGERA) y el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA), dictaron durante 2014 distintos cursos de capacitación de oficios para personas privadas de libertad en el Complejo Penitenciario Federal (CFP) I, en el CFP IV y en la unidad 31 –de la localidad de Ezeiza-. Hoy fueron entregados los certificados y las credenciales para que una vez en libertad, mujeres y hombres, puedan acceder a un trabajo digno y registrado.
El acto central se llevó a cabo en el CFP I, y contó con la presencia Matías Barroetaveña, secretario de Empleo de la Nación; David De Lio, director nacional de Readaptación Social, dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, y funcionarios del Servicio Penitenciario Federal. También participaron representante de UOCRA y SMATA y de CGERA.
Durante el 2014, CGERA realizó cursos de sastrería y marroquinería, SMATA de mecánica de motos, y la Fundación UOCRA de albañilería. En total, fueron capacitadas alrededor de 200 personas privadas de libertad alojadas en el CPF I, la Unidad 31 y el CPF IV. La certificación oficial no indica el contexto de encierro en el cual se desarrolló la capacitación. El objetivo es que sea un instrumento de inclusión y de mejora de oportunidades laborales no estigmatizante.
“Cada vez más argentinos pueden tener un futuro, pero también falta mucho, y por eso estamos acá, formando y capacitando a personas que lo necesitan para cuando obtengan su libertad”, dijo Barroetaveña. Y agregó: “El Estado Nacional tiene la función de acompañar a los que más lo necesitan, acercándoles cursos de formación para que puedan incluirse en la sociedad y ejercer sus derechos”.
De Lio señaló: “Desde el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos sabemos la importancia vital que tienen el trabajo y el estudio para la vida social. Y esta formación implica ambos: educación y trabajo. Estamos todos muy orgullosos de la tenacidad y la fuerza que tienen para afrontar un difícil momento y formarse para su vida en libertad”.
“Los cursos son una herramienta de capacitación fundamental porque les permite obtener un trabajo, una vez en libertad. Los talleres de formación en contexto de encierro son una política del Estado Nacional, que se viene implementando desde 2009 y con la que ya hemos capacitado a más de 6 mil personas privadas de libertad”, concluyó el director de Readaptación Social.