Lo dijo a Infojus Noticias el ensayista y doctor en Ciencias Sociales Alejandro Horowicz. Es a raíz de la construcción del miedo que calificadoras de riesgo, medios, voceros y representantes del establishment financiero quieren crear con el supuesto default que habría a partir del miércoles.
El miércoles vence el plazo para que los bonistas que ingresaron al canje cobren los créditos vencidos un mes atrás. El país cumplió con su parte y depositó los fondos para el pago en el Bank of New York (BoNY), pero el bloqueo impuesto por el juez Thomas Griesa impide que se concrete el pago. Calificadoras de riesgo, medios, voceros y representantes del establishment financiero describen ese escenario -luego del 30 de julio- como un inminente y eventual default. Pero, especialistas en derecho internacional señalaron que en todo caso no se estaría cumpliendo una sentencia, lo que técnicamente no se puede interpretar como una cesación de pago porque Argentina está dispuesta a cumplir con los acreedores que entraron al canje, cuyos vencimientos se aproximan.
La situación es inédita: Argentina pagó, pero una disposición judicial impide a los bonistas cobrar, según lo acordado. Técnicamente, afirman especialistas, no se trata de un default porque el término se refiere a un país que no puede afrontar sus pagos en general. No es este el caso. El dinero para cumplir los compromisos frente a los acreedores incluidos en los canjes de deuda de 2005 y 2010 se giró. “De ninguna manera estamos en una situación ni parecida a lo que vivió el país en diciembre de 2001, durante el gobierno de Fernando de la Rúa”, dijo a Infojus Noticias el ensayista y doctor en Ciencias Sociales Alejandro Horowicz y remarcó que para considerar la situación no se debe dejar de tener en cuenta que Argentina giró los fondos para pagarle a los acreedores que entraron en el canje.
Desde que la Corte norteamericana dejó firme el fallo que obliga a Argentina a pagar a los llamados fondos buitres, sin ningún tipo de quita, Griesa se mostró renuente a los pedidos de los representantes argentinos. La semana pasada se conoció la versión taquigráfica de una reunión que Griesa mantuvo con los agentes pagadores. “La República Argentina intentó pagar los intereses de sus bonos. Ese intento fue inapropiado. Pero efectivamente el dinero fue abonado”, dijo el juez, pero se "reservó" para más adelante la posibilidad de emitir una opinión. En definitiva, no resolvió en contra ni se apoderó del dinero que ahora está en una suerte de limbo judicial.
Además de no definir la situación de los fondos girados a los agentes pagadores, el juez se negó a suspender momentáneamente el cumplimiento de su fallo, al menos hasta fin de año, cuando vence la cláusula de Derechos Sobre Futuras Ofertas (RUFO, por sus siglas en inglés), como lo solicitó Argentina. Esa suspensión evitaría, de plano, poner al país frente al reclamo del 92,4 por ciento de los acreedores que habían aceptado el canje, siempre y cuando Argentina no hiciera arreglos más favorables con otros acreedores. La interpretación de esa cláusula puede dar lugar a nuevos reclamos judiciales por hasta 500 mil millones de dólares, más de 16 veces las reservas internacionales del Banco Central. “El supuesto default al que ingresaríamos esta semana, es menos grave que lo que se pretende evitar y que se podría disparar si pisamos el palito de la cláusula gatillo (así se refiere a la cláusula RUFO)”, dijo Horowicz.
"Hay economistas que buscan generar miedo para presionar"
La semana pasada, durante un encuentro organizado por la Convocatoria Económica y Social por la Argentina, en donde políticos, intelectuales, sindicalistas y empresarios llamaron “a resistir con firmeza el avance de los fondos buitre”, la directora del doctorado de Derecho Internacional de la Universidad de Morón, Stella Maris Biocca, señaló que la decisión Argentina de “dar el dinero en pago” fue acertada: es lo que hizo que Griesa no pudiera embargar esos fondos. Y si no se paga los bancos que tienen el dinero quedan expuestos a futuros litigios por parte de los bonistas. Al respecto, Horowicz dijo a Infojus Noticias “que estos bonistas quieren cobrar, y simplemente van a iniciar esos juicios. Lo que coloca a esos bancos en una situación muy incómoda”.
En el encuentro, cubierto por Página/12, Biocca advirtió que eso deja “el problema entre los bonistas y el juez, pero eso no quita que el mercado y la oposición van a decir que entramos en default”. Entrevistada en Radio Nacional fue tajante: “Aquellos sectores que quieren que Argentina vuelva al esquema de endeudamiento y re endeudamiento y nuevo endeudamiento, seguramente van a empezar a gritar que estamos en default. Eso a la gente le da miedo, no sabe bien de qué se trata pero no es así. En todo caso Argentina va a tener una sentencia no cumplida que no es lo mismo que default, que es cesación de pago por no tener dinero”.
El economista de La Gran Makro, Agustín D’Attellis, aclaró hoy que "no hay ninguna posibilidad que se venga abajo todo el proceso de reestructuración de deuda si no se acuerda con los fondos buitres antes del 31 de julio". Y advirtió que "hay economistas que buscan generar miedo para presionar" al gobierno nacional.
El experto explicó que "acá en Argentina hay economistas contratados por estos grupos, que lo que buscan es generar el miedo para que de este modo se acceda a lo que piden". En diálogo con radio Provincia, manifestó que "el mercado financiero que mira hacia adelante sabe que una vez vencida la cláusula RUFO Argentina va a cerrar este asunto y nadie va a estar dispuesto a vender un bono a cualquier precio porque es temporal, y esa idea que se viene abajo todo el proceso de reestructuración de deuda no es cierto".
D’Attellis aclaró que "la clave es la cláusula RUFO, la cual hace que sea imposible continuar negociando", y remarcó que "hay algunos que intentan pasar livianamente este tema y señalar que se deje un depósito en garantía, pero no es sencillo, porque el día de mañana cualquier juez puede interpretar ese depósito como parte de la negociación y ahí dispara la cláusula".