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Refugiados de la lluvia bajo una galería del Cementerio de la Chacarita, un pequeño grupo de vecinos de Palermo aguardaba la llegada del cuerpo de Alejandro "Pechito" Ferreiro para poder despedirlo. Una medida judicial frenó el entierro a último momento: el juez aceptó un reclamo  para que se le practique la autopsia antes de inhumarlo y libró un oficio para que el cuerpo sea trasladado desde al hospital Rivadavia a la Morgue Judicial.

Los vecinos de Palermo, que desde hace días reclamaban al gobierno de la ciudad la posibilidad de despedir los restos de Pechito, mantuvieron las expectativas hasta último momento. Desde anoche, a través de las redes sociales, avisaban que el entierro seguía en pie, pese a los rumores de que la Justicia podía frenarlo. Unos minutos antes de las 11, en la oficina de Informes del cementerio de la Chacarita les avisaron que no tenían previsto recibir el cuerpo.

A medida que iban llegando al cementerio, los vecinos se iban enterando que el juez Pablo García de la Torres había aceptado un pedido del fiscal Martín López Perrando para frenar la inhumación. La decisión judicial se apoyó en una presentación realizada por los abogados de la legisladora porteña María José Lubertino para que se investiguen “homicidio y lesiones culposas”.

Hoy la justicia libró el oficio para que el cuerpo de Pechito sea trasladado a la Morgue Judicial, donde se le practicará la autopsia.

Pechito vivió durante 12 años en la esquina de Scalabrini Ortiz y Santa Fe. Hacía changas y dormía en un colchón tirado en la vereda de junto a sus dos perros: Galo y Pechín. El sábado 7 de septiembre Pechito murió en el Hospital Rivadavia como consecuencia de una infección pulmonar.

Una semana antes se lo había llevado una patrulla de Buenos Aires Presente (BAP), un programa que depende del Ministerio de Desarrollo Social del gobierno porteño y atiende a personas y familias en condición de riesgo social. Los vecinos lo buscaron por varios medios hasta el domingo siguiente, cuando fue encontrado por una ambulancia del SAME frente al estadio de San Lorenzo, en el Bajo Flores. Cuando lo encontraron, Pechito estaba deshidratado y con señales de haber recibido golpes, que fueron detectadas por los vecinos que lo acompañaron en el hospital.