Nicole Sessarego había llegado desde Chile a Buenos Aires para estudiar periodismo. Marianela Rago desde Tierra del Fuego. Las dos eran morochas, flacas, atractivas. En invierno, a la salida de boliches diferentes, un hombre las asesinó a puñaladas. Los abogados de la familia Rago sospechan: pedirán que el perfil genético de Lucas Azcona se cruce con los rastros de ADN que quedaron en el departamento de Marianela.
Nicole Sessarego había llegado desde Chile a Buenos Aires para estudiar periodismo. Marianela Rago desde Tierra del Fuego. Nicole era una morocha, flaca, atractiva. Marianela también. Las dos transitaban la juventud cuando una madrugada de invierno, a la salida de una disco, un hombre las asesinó a puñaladas. A Nicole le asestaron 11, el 14 de julio de este año: se investigó a una ex pareja pero su sangre no es la que salpicó la escena del crimen. A Marianela 23, el 27 junio de 2010: también se investigó a su ex novio, pero su perfil genético no es el que dejó su asesino.
Las semejanzas de Nicole y Marianela, en vida, podrían haber emparentado sus muertes. Esa es la sospecha que tiene los abogados de la familia Rago, Verónica Cecchi y Federico Greve: por sugerencia de un perito, pedirán que el perfil genético de Lucas Azcona se cruce con los rastros de ADN que quedaron en el departamento de Marianela.
“Los dos hechos tuvieron el mismo esquema físico. Fue de madrugada, a la salida del boliche, las dos eran estudiantes de periodismo y tenían un aspecto físico parecido”, explicó una fuente de aquella causa a Infojus Noticias. Sin embargo, hasta esta mañana, la querella no había presentado el escrito para puntualizar la pericia. Sin embargo, la misma fuente puso paños fríos a las expectativas. “Es muy lejano decir que tiene un punto en común”. Este tipo de sospechas entre expedientes aparentemente inconexos no son una situación excepcional: “Esto se hace en muchísimas causas, lo que pasa es que se ha precipitado mediáticamente por el tema del asesino serial. En el futuro, comparar perfiles genéticos va a ser como comparar huellas digitales”, concluyó la fuente.
El caso intenta iluminar una zona todavía difusa en el asesinato de Nicole: qué motivaciones movieron al asesino. El viernes pasado, con el testimonio de otras mujeres –D.,C. y S.- que habrían sido acechadas o atacadas por Azcona, la hipótesis de un agresor serial comienza a cobrar fuerza.
El homicidio de Marianela Rago, de 23 estocadas cuatro inviernos atrás, fue uno de los más estremecedores de la historia criminal reciente y después de algunos pasos en falso parecía haber quedado impune. “Es muy feo, en el caso de Marianela, para mí como fiscal y para todos, que haya un asesino suelto por la calle”, dijo la fiscal de la causa, Marcela Sánchez, en diálogo con Infojus Noticias. Por eso, está posibilidad de que los autores materiales coincidan abre algunas expectativas. “Me llamó la querella esta mañana para decirme que iban a presentar el pedido. Les dije que me parecía bien que se agotaran todas las instancias. Ojalá que haya novedades”, agregó la fiscal.
El principal sospechoso en el crimen de Marianela fue su ex novio Francisco Amador, un preceptor del colegio al que asistía la chica, en Río Gallegos, que mantuvo una relación amorosa hasta seis meses antes de su homicidio. Amador fue detenido, pero su sangre no coincidía con las huellas que en el departamento había dejado el asesino. Amador fue sobreseído dos veces por la jueza de Instrucción 15, Karina Zucconi, en ambas oportunidades apelada por la fiscal Sánchez. La primera vez, la Cámara del Crimen la revirtió y le dijo a la magistrada que no podía desvincularlo porque todavía faltaba llevar adelante algunas medidas de prueba. Y le dio un plazo para tomarlas, después del cual debía expedirse nuevamente. De las pruebas que pidió la Cámara, Zucconi tomó algunas. Cuando el plazo expiró, volvió a sobreseer al detenido.
La fiscal Sánchez volvió a apelar, y ahora el expediente está en Cámara esperando que se resuelva. “Por falta de tiempo, faltaron algunas testimoniales, y algunos cotejos de fibras específicas que pedí que se hicieran en el Instituto Balseiro, porque creemos que en su momento la cadena de custodia no fue resguardada”, detalló Sánchez. Ahora, una muerte distinta, cuatro inviernos después, reabre la expectativa: ¿los dos crímenes tuvieron el mismo asesino?