Durante una charla en el Congreso de Salud y Derechos Humanos, el juez del TOC 1 de La Plata dijo que cuando se habla de los problemas mentales de jueces, “la reacción de la corporación judicial es inmediata”. Habló del juicio por jurado. "Nos hicieron creer", dijo, "que los únicos que sabemos mirar somos nosotros"
El actual juez Carlos Rozansky trabajaba en un juzgado El Bolsón. Junto a un juez interrogaba a una nena víctima de una violación. “¿A vos no te gustaba un poco el chico? ¿No te daba ganas de tocarlo?”, la interrogó el juez que estaba a cargo de la audiencia. Rosanski estaba grabando la conversación y lo denunció. Ese funcionario nunca fue sancionado.
Con ese ejemplo Rozanski, miembro del Tribunal Oral Federal 1 de La Plata, propuso analizar la salud mental de los integrantes del Poder Judicial: “Yo pensaba que siempre se dice que entre los presos hay muchos que tienen enfermedades mentales y de la Justicia nunca se dice que tiene enfermos mentales. Eso me impresiona mucho porque yo estuve en situaciones claras de enfermedad mental de los integrantes de la Justicia”, afirmó. Y señaló que cuando se plantea este tema “la reacción de la corporación judicial es inmediata”.
El planteo lo hizo durante una charla en el marco del Congreso de Salud Mental y Derechos Humanos que se hace por vez número doce. Ya cerca de las diez, las carpas blancas montadas en la plaza estaban llenas de participantes. En la más grande, la carpa tres, Garrigós y Rozanski -también integrantes de Justicia Legítima- conversaron con los asistentes al Congreso sobre cómo se cruzan los caminos de la salud mental y el sistema penal. La jueza María Laura Garrigós de Rébori, integrante de la Cámara de Casación en lo Criminal y Correccional, habló de los presos con patologías mentales. Rozanski eligió hacer eje en sus colegas.
“Ninguno de nosotros, nadie que haya pasado por la Facultad de Derecho, fue formado adecuadamente para reaccionar en estas situaciones”, dijo. “Todo el sistema parte de la base de que todos los jueces somos sanos y que nunca vamos a tener que tratar con un juez perverso”.
“El juez es alguien que está sentado decidiendo la vida de una persona. Me cuesta encontrar un camino para afirmar que esa persona que está 20 años decidiendo sobre la vida y el patrimonio de su prójimo no termine creyéndose algo parecido a un Dios”, afirmó.
Sin dar nombres, el juez de la cámara del crimen de La Plata se refirió a los emergentes del Poder Judicial que ponen reparos a la implementación del juicio por jurados: “Nos fueron convenciendo a lo largo de los siglos de que los únicos que podemos darnos cuenta de que las cosas pasaron de determinada manera somos los jueces. Nos hicieron creer que los únicos que sabemos mirar somos nosotros. Eso es falso.”, dijo para reforzar la idea de que los tribunales deberían estar integrados por profesionales y legos.