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Después de una batalla burocrática que incluyó un viaje de 3000 kilómetros, hace cuatro años se realizó el primer casamiento entre dos personas del mismo sexo en Argentina. Alex Freyre y José María Di Bello no lograron casarse en Buenos Aires el primero de diciembre de 2009, pese al fallo judicial que lo ordenaba. Por eso viajaron a Tierra del Fuego, donde concretaron a las 16.40 en el registro civil de Ushuaia. La razón de trasladarse hasta la capital más austral del mundo se debió a que la gobernadora Fabiana Ríos autorizó el casamiento mediante un decreto, que reconoció el fallo de la jueza porteña Gabriela Seijas e invocó a la Constitución Nacional.

“Fuimos a pedir el turno para casarnos y nos dijeron que no, entonces tuvimos que presentar un amparo en lo contencioso administrativo de la Ciudad de Buenos Aires y elegimos ese fuero como una estrategia, ya que José María tenía experiencia en esos juzgados porque hizo el acompañamiento psicológico del primer caso de aborto no punible”, dijo Freyre a Infojus Noticias.

El 28 de diciembre de 2009, Alex y José María, con un lazo rojo alrededor del cuello en acción contra el sida, firmaron el acta de casamiento frente a unas pocas cámaras de televisión y periodistas. Pero el momento de todas formas se extendió por los medios de toda la región. La razón fue que no solo se trató del primer casamiento de los siete mil realizados desde la sanción de la Ley de Matrimonio Igualitario, sino que también fue el primero de Latinoamérica y el décimo a nivel mundial.

Antes de que se sancionara la ley, para concretar uniones civiles se presentaron muchos recursos de amparo solicitando el trámite. El primer amparo fue presentado por la actual legisladora porteña por el Frente Para la Victoria María Rachid, junto con su pareja Claudia Castro.

El recurso fue elevado a la Corte Suprema de Justicia, que se pronunció a favor,  aunque no debió dictar fallo al aprobarse en el Congreso la reforma del Código Civil.  

Freyre cuenta que la situación de su amparo fue diferente, porque obtuvieron resolución favorable en la primera instancia: “Como no había antecedentes de un fallo así, la jueza Gabriela Seijas tuvo que traducir otros casos similares para trazar un proceso judicial a seguir. Ella encontró por ejemplo un caso de la Corte Suprema de Justicia de África. Y también me contó algunas cuestiones del proceso interno para tomar sus decisiones, ya que lo charló con su familia y sus hijos y notó que las generaciones más jóvenes eran más perceptibles a diversidad”.

El primer turno que habían requerido Alex y José María para casarse había sido para el 1 de diciembre,  Día Mundial de la Lucha contra el Sida, en un Registro Civil del barrio porteño de Palermo. Pero ese mismo día la jueza del Juzgado Nacional en lo Civil Martha Gómez Alsina decidió hacer lugar a una apelación realizada por la Corporación de Abogados Católicos y suspendiendo el amparo.

"Nos habían sugerido chalecos antibala para protegernos"

“Cuando fuimos a casarnos al registro civil de Buenos Aires nos habían sugerido chalecos antibala para protegernos del estado de paranoia de agrupaciones ultrareligiosas. Aunque reconozco también que muchos feligreses que no pertenecen a ninguna cúpula se acercaron a decirnos que habían rezado para que nos casáramos”, recordó Di Bello.

El primer turno que habían requerido Alex y José María para casarse había sido para el 1 de diciembre, Día Mundial de la Lucha contra el Sida, en un Registro Civil del barrio porteño de Palermo. Pero ese mismo día la jueza del Juzgado Nacional en lo Civil Martha Gómez Alsina decidió hacer lugar a una apelación realizada por la Corporación de Abogados Católicos y suspendiendo el amparo. Entonces los novios junto a manifestantes de género se presentaron en el Registro Civil y dieron una conferencia de prensa, mientras las autoridades del Registro Civil debatieron cuál de los dos fallos acatar y, junto con el Gobierno de la Ciudad, se definieron por suspender la boda.

“Macri hizo un anuncio público de que no apelaría la decisión, pero nos enteramos que había presiones de parte de la cúpula de la Iglesia para que la unión no se concretara. El mismo día que nos fuimos a casar tuvimos que suspender el casamiento”, contó Freyre. Di Bello explicó que el mismo día empezaron a plenar una alternativa: “Como teníamos los argumentos legales y un gran apoyo legal y técnico, cuando nos enteramos de la posibilidad de Tierra del Fuego decidimos viajar. Ya teníamos la experiencia del registro civil de acá, así que nos fuimos. Para que no se enteraran ni siquiera los amigos decíamos por teléfono que estábamos en la isla, y ellos se pensaban que era la isla del Tigre, otro truco era llamar a la gobernadora Rafaela Carrá, para relacionarla con el sur”.

La razón por la que deseaban pasar desapercibidos era para que no pasara como la primera vez en Buenos Aires, y que no se enteraran las agrupaciones que pretendían impedir la unión. A su vez, una parte del colectivo LGBT rechazaba la lucha de igualdad por el matrimonio, debido a que criticaban reproducir un sistema civil hegemónico. “Cuando empezamos el periplo de viajar al sur teníamos bien claro que si no queríamos que nos pasara lo mismo que en la ciudad teníamos que pasar desapercibidos, porque en ese momento salíamos en todos los medios y la gente nos reconocía. No queríamos correr el peligro de volver a suspender la boda, usábamos lentes oscuros, llevábamos gorros y andábamos de noche. No salíamos del hotel”, contó Di Bello.

La historia tuvo el final esperado. Y después de un largo debate en ambas cámaras, el 15 de julio de 2010 se aprobaron los matrimonios entre personas del mismo sexo la odisea de ningún amparo como la que atravesaron Alex y José María. Es notable la campaña nacional por la igualdad jurídica que lanzó en ese momento la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans, bajo la consigna "Los mismos derechos, con los mismos nombres". Desde entonces, la expresión matrimonio igualitario para hacer referencia a la reforma del Código Civil, se entendió  como una forma de igualdad de posibilidades ante la ley más allá de la sexualidad.