El director del RENAR, Matías Molle, destacó que con esta medida el Estado una vez más muestra su fuerte compromiso con el desarme: "Esta actualización de los valores y el cambio en los tipos de calibres es una clara señal de que la decisión es invertir para sacar las armas de la calle”.
Mediante la Resolución 365/2014, el Registro Nacional de Armas (RENAR), dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, actualizó las remuneraciones por cada arma entregada en el Programa Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego. Las mismas entrarán en vigencia a partir del día 7 de abril y oscilarán entre 500 y 2.000 pesos según el tipo y calibre del arma.
El Programa, que consiste en la entrega voluntaria y anónima de armas de fuego a cambio de un incentivo económico, surgió de la iniciativa de la sociedad civil y fue impulsada en el año 2007 por el entonces Presidente Néstor Kirchner con el objetivo de disminuir el circulante de armas en la sociedad.
A través de esta política pública, se recolectaron más de 151 mil armas y 1 millón de municiones, en las 21 sedes RENAR y en los puestos móviles que recorrieron diversos puntos del país.
El director del RENAR, Matías Molle, destacó que con esta medida el Estado una vez más muestra su fuerte compromiso con el Desarme: "Esta actualización de los valores y el cambio en los tipos de calibres es una clara señal que la decisión es invertir para sacar las armas de la calle”, señaló el funcionario; y agregó que un arma que hasta ayer recibía un incentivo de 200 pesos hoy pasa a recibir 1.000 pesos. “Nuestro objetivo es destruir la mayor cantidad de armas posibles”, expresó.
A partir de esta nueva disposición, no sólo se actualizan los valores sino que también se modifica el modo de asociarlos a un calibre. Antes, el incentivo aumentaba a partir de que también lo hacía el calibre y el tipo de arma. En cambio, a partir de ahora, se privilegió aumentar los incentivos de aquellas armas y calibres que con mayor frecuencia se encuentran en el mercado o que son incautadas por las fuerzas de seguridad.
Además, la política de desarme recibió el año pasado en Nueva York el premio "Política del Futuro 2013", otorgado por la Oficina de Asuntos de Desarme del organismo (UNODA), el Consejo Mundial del Futuro y la Unión Interparlamentaria. El galardón la reconoce como "una política sostenible, que demuestra que el cambio positivo es posible cuando hay voluntad política".
La importancia de impulsar la recolección de armas con su posterior destrucción, contribuyó a controlar y a prevenir la violencia armada: desde el año 2003 se redujeron un 92% las portaciones de armas en manos de civiles y según estadísticas del Ministerio de Salud de la Nación, las muertes por armas de fuego rondaban en el 2002 los 4500 casos mientras que en 2012 esa cifra se redujo a la mitad.