Fueron recolectadas por el RENAR. El procedimiento que usa Argentina logró el reconocimiento de la ONU. "Nuestra política de desarme es modelo en el mundo", destacó el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak.
En una planta siderúrgica de Campana, más de 46.000 armas de fuego fueron trituradas y fundidas. Se trata de la destrucción masiva de armas más grande de la historia del país, organizado por el Registro Nacional de Armas (RENAR). "Es un programa estratégico para bajar los niveles de inseguridad", expresó el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, que calificó el hecho como "histórico". Participaron también del acto el ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, Julio Alak, y el ministro de Seguridad de la Nación, Arturo Puricelli.
Desde el mediodía, 133 cajas de madera dispuestas en filas de 10 estaban ubicadas al lado de una enorme cinta transportadora. En su interior, 46.659 pistolas, revólveres, ametralladoras y escopetas esperaban a ser destruidas. Fueron elevadas lentamente hasta la trituradora de chatarra y luego arrojadas sobre un gran tamiz que sólo dejará pasar las que sean casi polvo. Un tambor magnético gigante separará los elementos hasta tener 100 por ciento material ferroso, que después se fundirá en un horno gigante de más de 60 toneladas.
Estuvieron también presentes en el acto los secretarios de Asuntos Registrales, Oscar Martini, y de Ciencia, Tecnología y Producción para la Defensa del Ministerio de Defensa, Santiago Rodriguez; los subsecretarios de Coordinación y Control Registral, Ernesto Kreplak; de Política Criminal, Martín Mena, y de Relaciones con el Poder Judicial, Franco Picardi.
Los funcionarios llegaron al predio pasadas las seis de la tarde. Junto a Scioli, Alak y Puricelli, estuvieron también la intendenta de Campana, Stella Maris Giroldi; el director del Registro Nacional de Armas de Fuego (RENAR), Matías Molle; el ministro de Justicia bonaerence, Ricardo Casal. Los funcionarios recorrieron el lugar pasando entre los cubos repletos de armas. Trabadas con cintillos, la mayor parte estaban inutilizadas. Las casi 46 toneladas de hierro que se obtengan serán donadas a la Fundación Garrahan.
Abrió el acto Alak, que señaló: "La acción decidida del Estado ha permitido que Argentina sea el país del mundo que más armas destruyó, según los registros de la ONU. Nuestra política de desarme es modelo en el mundo. Destruimos hoy más armas que en toda una década: 46.659 armas en un día, mientras que desde el año 1992 hasta 2002 se destruyeron 40 mil”. El ministro agradeció a las provincias, especialmente a Buenos Aires, a la Policía Federal y a las iglesias de distintas religiones, así como a grupos de mujeres que luchan por el desarme. "Tenemos muchos aliados en el desarme civil", señaló. “Ésta –agregó- es una política preventiva real: sacar armas que podrían estar al servicio de la muerte, y destruirlas.”
"Quiero agradecer al ministro de Seguridad por la presencia de la Gendarmería en la provincia", dijo el gobernador bonaerense. "La lucha contra la droga y el desarme, voluntario o no, es una prioridad. Si no hay armas, no hay violencia ni muertes, ni salideras bancarias. Ése es el significado de este acto", remarcó. El goberndor adelanto que está trabajando en un proyecto con Martín Insaurralde para restringir la portación de armas sin autorización, y para que no se considere de menor gravedad el portar un revólver calibre 22 que un arma de guerra.
Se trata de armas de fuego que alguna vez estuvieron en manos de padres de familia, hermanos, hermanas, ancianos, jóvenes y no tan jóvenes. 6.313 de esas armas fueron recolectadas en las bocas del Programa Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego que recorre todo el país. Otras 8.959 son el resultado de secuestros en causas judiciales de Mendoza y Buenos Aires y unas 26.990 fueron relegadas por Fabricaciones Militares. El resto provienen del Servicio Penitenciario, de la Policía Federal y de otras fuerzas de seguridad.
Sacar las armas de circulación
La iniciativa argentina es reconocida internacionalmente por su método no contaminante y por lograr eliminar el 100 por ciento del material. La experiencia fue tomada como modelo por los países de la región en el ámbito del Mercosur y el Programa quedó preseleccionado para el premio Future Policy Award- Premio de Política del Futuro- 2013 que concede el World Future Council, que premia las políticas de desarme por la paz y la seguridad urbana. Se presentaron 120 propuestas entre las cuales se seleccionaron 25. Argentina fue elegida junto con Noruega, Australia, Brasil y Costa Rica entre otros países.