El ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, Julio Alak, instó a la población “a deshacerse de las armas de fuego para evitar que los conflictos interpersonales tengan desenlaces fatales”. Fue a partir de dos nuevos casos de violencia armada.
Ante nuevos casos de violencia armada que conmueven por estas horas a la opinión pública, el ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, Julio Alak, instó a la población “a deshacerse de las armas de fuego para evitar que los conflictos interpersonales tengan desenlaces fatales”.
En ese sentido, el funcionario recordó que, en la Argentina, el 65% de los homicidios dolosos no ocurre durante la comisión de otro delito, como un asalto, sino como consecuencia de controversias entre personas conocidas entre sí, como familiares, amigos o vecinos, como, por ejemplo, el caso conocido hoy de una mujer que mató a su vecina en la localidad de Villa Bosch.
“Si no hay armas en las casas, es muchísimo menos probable que los conflictos terminen en estas muertes absurdas”, destacó.
“Un arma en casa es más un riesgo que una protección”, insistió Alak, y destacó que, a partir de ese convencimiento, “el Gobierno nacional, con la activa colaboración de las provincias y los otros poderes del Estado, profundiza las políticas tendientes a desalentar la tenencia de armas en la población civil”.
El ministro se refirió, de esa manera, al Plan Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego, que está vigente desde 2007 y ya permitió sacar de circulación 283.486 armas de fuego y 1.175.896 municiones. Por ser tan exitoso y copiado en otros países de la región, el plan de desarme es finalista de un premio de la ONU (ver antecedente).
El programa consiste en la entrega de armas de fuego de manera anónima y voluntaria por parte de los ciudadanos, a cambio de un incentivo económico. Los centros de recepción son las delegaciones del Registro Nacional de Armas (RENAR) de todo el país y los puestos móviles que instala el organismo en todo el territorio nacional. Como valor añadido, el material resultante de la destrucción y fundición de las armas es donado a la Fundación del Hospital de Pediatría Juan P. Garrahan.
Alak destacó que "Argentina es líder mundial en materia del desarme civil, entendido como una política pública clave para reducir los niveles de violencia en la sociedad, a tal punto que es el país que más armas de fuego lleva destruidas”.