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En el corazón de Villa Jardín, en Lanús, entre calles de barro y casas de chapa y material, el Centro de Acceso a la Justicia “Padre Carlos Mugica” es una pequeña casa de cuatro ambientes. Allí, desde septiembre del año pasado, los vecinos de este barrio de Lanús Oeste se atienden todos los días de 10 a 16. Hoy se inauguró formalmente con la presencia del secretario de Justicia de la Nación, Julián Álvarez; el padre Marcelo Rafael Achával, que está a cargo de la parroquia Cristo Redentor; y la subsecretaria de Acceso a la Justicia, Florencia Carignano.Se colocó una placa con el nombre del sacerdote asesinado hace 40 años. También estuvieron Débora Oliva, directora nacional de Promoción y Fortalecimiento para el Acceso a la Justicia, Héctor Bonfiglio, titular del Consejo Deliberante de Lanús y autoridades del gremio SUTEBA.

En el comienzo del acto, el padre Achával dijo que “tener la justicia cerca es muy importante, porque es un derecho humano para cualquier ciudadano. Mugica fue un luchador por la justicia. Y la justicia es darle a cada uno lo que le corresponde. Mugica defendió a los desposeídos, a los más necesitados, y eso es lo que está en el Evangelio. La paz es el cumplimiento de la justicia”. Y agregó: “Como vecinos y como miembros del barrio, queremos que la justicia no solamente llegue, sino también que se instrumente. Celebramos este acto y el padre Carlos desde el cielo nos seguirá protegiendo y nos dará la bendición”.

Bajo una persistente llovizna, Álvarez tomó la palabra y dijo que fue por iniciativa del sacerdote que se creó este CAJ, uno de los tres que existen en Lanús. “Rezaba diez padre nuestros y diez ave marías pero también necesitaba un abogado. Se lo dijo a Florencia Carignano. Y a partir de allí también dijeron que necesitaban un psicólogo, un mediador comunitario, un trabajador social. El Estado es una ventanilla única, como dijo la Presidenta. Un Estado presente, inteligente y eficaz. Es, sobre todo, un Estado que da respuesta a los reconocimientos de derecho de los ciudadanos en situaciones de vulnerabilidad”.

Fotos: Majo Malvares.

El secretario de Justicia dijo que la creación de este CAJ “tiene mucho de contenido histórico en la lucha de Mugica, porque la justicia social no es la de los ricos que ayudan a los pobres, sino la justicia de los pobres que dejan de ser pobres para transitar esta vida con dignidad. Es la iglesia del Cristo Obrero y no del Cristo Rey. El Cristo Obrero es el que tiene las manos abiertas a los trabajadores y a los más vulnerables. Ellos son los cercenados de la historia, pero este Estado quiere que sean los protagonistas”. Álvarez agradeció al intendente de Lanús por crear la Dirección del Acceso a la Justicia y subrayó que el CAJ es una institucionalización de este gobierno, “que piensa en políticas de equidad e igualdad, y no en términos de dádivas. Que entiende que la política es una herramienta de transformación social”.

Álvarez dijo que cada CAJ es visibilizar la lucha “contra la violencia de género, la trata de personas y otros problemas sociales. El CAJ es el corazón del Ministerio de Justicia, que no está más retraído en las oficinas de la burocracia de los ‘90, sino que está de cara a la gente, en los barrios. Hay que recuperar la dignidad humana, como dijeron Néstor y Cristina, y esos se refleja en la lucha de los curas villeros que dan la vida por los pobres”.

“No es azarosa la elección de este nombre. A 40 años de su asesinato, Mugica se comprometió con la búsqueda de justicia social y los sectores dominantes lo mataron por eso. Pero su legado está más vigente que nunca en los curas villeros y en la presencia del Estado en los pueblos más postergados de nuestra patria”, dijo la locutora del acto. En cada uno de los 58 CAJ del país, se ofrece un trabajo multidisciplinario para lograr una “atención integral” en el reconocimiento de los derechos sociales. En cada CAJ, hay asesoramiento jurídico, asistencia psicosocial, atención a migrantes y mediación comunitaria. Además se articula con distintos organismos públicos nacionales, provinciales y locales, para acercar al barrio todo el abanico de políticas públicas que impulsa el Estado nacional.

“Hay una fuerte presencia femenina en la resolución de los conflictos”

Cerca de 4.700 familias viven en Villa Jardín. Alejandra Rech, abogada del CAJ “Padre Carlos Mugica”, dijo que hay alrededor de 3000 consultas por mes. “Los mayores consultas son por violencia de género -explicó-, por contaminación ya que el Riachuelo está cerca, y por trabajo. Acá configuramos el currículum de las personas para que pueden conseguir nuevos trabajos, como también recibimos consultas de empleadas domésticas”.

“Trabajamos con los obstáculos. Hay familias que no tenían el documento y por eso no podían acceder a algunas políticas sociales, como la Asignación Universal por Hijo. Articulamos con escuelas, con la oficina de género del municipio, tramitamos documentación con ministerios, y tenemos un vínculo local con el servicio de local de Niñez y Adolescencia”, detalló.

Una empleada administrativa, una psicóloga, un trabajador social y un integrador de ANSES forman parte del equipo interdisciplinario. “El barrio Jardín parece una gran familia. Acá te encontrás con que vive el sobrino, la abuela y el primo en la misma manzana. Hay una fuerte presencia femenina en la resolución de los conflictos. El 75 de las consultas son de mujeres, de 20 a 40 años”, concluyó Rech, que puntualizó que los que se anotaron en el Plan Progresar ya empezaron a estudiar.