Con apoyo de docentes y padres, trabajadores del colegio Guido Spano, que cerró sus puertas hace unos días sin notificación previa, estudian la posibiildad de crear una cooperativa. Presentarán este martes un recurso de amparo para que la institución continúe funcionando en el mismo edificio.
Los trabajadores del colegio Guido Spano analizarán la posibilidad de constituirse en cooperativa, una iniciativa que apoya un grupo de padres de los cuales algunos presentarán este martes un recurso de amparo para que la institución continúe funcionando en el mismo edificio. Buscarán frenar, de esa manera, cualquier intento de demolición.
Así lo confirmó la directora del nivel inicial y primario de ese establecimiento de gestión privada que fue cerrado intempestivamente el 2 de enero, María Alejandra Zanotti. "Entre los trabajadores y los propios padres se está pidiendo conformar una cooperativa para mantener la fuente laboral, salvaguardar la institución y darles a los chicos una continuidad" en su educación, explicó.
No obstante, Zanotti aclaró que todo depende de cuánto consenso suscite la iniciativa entre los 70 trabajadores -docentes y no docentes- y de cuán viable resulte la autogestión. "Nos tenemos que asesorar sobre cómo se arma una cooperativa, los requisitos que se piden y si estamos en condiciones de enfrentarlos, pero sería una manera de dar respuesta a todos los que quieren que el colegio siga", dijo.
Similar postura expresó María García, empleada administrativa del Guido Spano: "Lo que queremos es la oportunidad de conformarnos como cooperativa, en la ciudad ya hay tres o cuatro del rubro educación y les va muy bien. Además estamos abiertos a que la puedan integrar también padres", indicó.
García explicó que buscan seguir "al menos por un año" en el mismo edificio "porque es imposible adaptar otro espacio para el 13 de febrero, cuando los exámenes abren el ciclo lectivo". La iniciativa es bien vista por un grupo de padres, que también requieren seguir en el mismo inmueble porque "hay un sentido de pertenencia" y toda la comunidad educativa "es del barrio".
"Sería fantástico, un sueño, que el Guido Spano continuara funcionando como cooperativa", dijo Marcelo Dagnillo, padre de dos alumnos y uno de quienes presentarán un amparo que además avalará con su firma un grupo de legisladores porteños y nacionales. Dagnillo, que es abogado, señaló que la propuesta del personal "apunta a lo mismo" que el amparo, aunque admitió que la demanda de los padres se vería satisfecha también si la continuidad selograra por otras vías, como "la compra del colegio por parte del gobierno de la Ciudad", algo que los trabajadores no desdeñan.
"Queremos que sigan, ya sea como cooperativa o como lo disponga el Ministerio de Educación, para que nuestros hijos continúen en el colegio con los mismos docentes. Por eso le vamos a pedir al juez disponga una medida cautelar de no innovar", anticipó.
Mañana a las 19 los padres volverán a concentrarse frente a las puertas del establecimiento, en Billinghurst 1355, para protestar contra el cierre. Un antecedente de colegio privado recuperado por el personal es la Cooperativa de Trabajo Escuela Fishbach, del barrio porteño de La Paternal, que funciona como tal desde 2003 tras el cierre dispuesto por sus antiguos dueños, en 2002.
Docente temen no cobrar sus salarios
Por otra parte, los docentes del colegio Guido Spano temen no cobrar sus salarios de diciembre. "Me sorprendió el embargo de la cuenta bancaria de Mauricio Sánchez porque nos da un mal escenario para cobrar los sueldos de diciembre, ya que él es el responsable de depositarlos, pero si tiene la cuenta embargada no lo puede hacer", informó María Fernanda Benítez, secretaria general de SADOP.
Además denunció que aún no llegó "la notificación de la desvinculación formal de los docentes de la institución, por lo que al día de hoy, siguen siendo empleados" de un colegio que cerró sus puertas.
En relación al allanamiento que realizó la justicia porteña en el establecimiento educativo, Benítez dijo que "la fiscalía tenía previsto hacer el allanamiento en el colegio y también en un depósito de Avellaneda que poseen los dueños".
Mientras la situación judicial continúa, los padres de los alumnos del Guido Spano atraviesan un período de incertidumbre que comenzó el 31 de diciembre, cuando vecinos de la institución, ubicada en Billinghurst 1355, advirtieron que un camión comenzaba a trasladar el mobiliario de la escuela.
"Lo peor de todo es que no tenemos ningún tipo de respuesta, porque desde la Dirección General de Escuelas Privadas sólo nos garantizaron la inscripción de nuestros hijos en otras escuelas y la recuperación de la información", sostuvo Carolina, madre de un niño de 5 años que pasó a Preescolar. "Nunca contemplaron la parte afectiva, sino que manejaron todo como si fuera una cuestión sólo de privados", criticó, e instó a que los funcionarios del Gobierno de la Ciudad "sean más creativos con las respuestas porque hay chicos de por medio".