Por segundo año consecutivo, la celebración del “Día Internacional del Hincha de Boca” terminó mal. Se contabilizan 95 detenidos, muchos hinchas y policías heridos y decenas de negocios destrozados y robados. Los destrozos no fueron sólo en la ciudad de Buenos Aires: en otras provincias del país también hubo incidentes. Y un hincha asesinado.
Un muerto, 95 detenidos, muchos hinchas y policías heridos, decenas de negocios destrozados y robados, y daños aún sin cuantificar. Ese es el saldo que dejó en todo el país: un día con poco de festejo. Por segundo año consecutivo, los hinchas de Boca terminaron su jornada en una batalla campal.
En la esquina de Corrientes y Carlos Pellegrini, un rato después del horario de la concentración, la bronca se desató cuando algunos hinchas quisieron subirse a la marquesina de Mac Donald’s y la Policía Federal quiso bajarlos. Un grupo de hinchas embistió con palos, botellazos, lo que tuvieran a mano. Después pasó lo de siempre: hubo vidrieras rotas y algunos aprovecharon para llevarse cosas. Tres personas que quería robar una joyería resultaron heridos al desbaratarse el ventanal: uno de ellos casi pierde la pierna y está siendo atendido en el hospital Ramos Mejía.
La policía federal detuvo a 24 hinchas acusados de resistencia a la autoridad, daños, tentativa de robo y lesiones: 16 detenidos a cargo del Juzgado correccional 7, de Raúl García, y 8 detenidos bajo la tutela del Juzgado de instrucción 3, a cargo de Mariano Sánchez. “Todos los detenidos –o casi su totalidad- quedarán libres seguramente hoy, porque están imputados por delitos excarcelables”, dijo una fuente del Ministerio de Seguridad.
Otro round por los desmanes se vivió en la esfera pública y mediática: cruces por las responsabilidades en el operativo de seguridad que debió contener a los manifestantes. Los comerciantes se quejaron por la falta de prevención policial. Al ministro de Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, se lo vio jugando al fútbol en la cancha mientras la tensión aumentaba en el microcentro.
“Bien gracias. ¿Usted la vio?”, ironizó el secretario de Seguridad de Nación, Sergio Berni, cuando se lo consultó por la participación de la policía Metropolitana. Y dijo que fue “impecable” el operativo de la policía Federal. Además, cuestionó a la dirigencia del club: “Tiene la obligación de generar los mecanismos para que esto no ocurra” y planteó la alternativa de “habilitar la cancha” para los festejos futuros. Daniel Angelici, por su parte, se despegó diciendo que los festejos no los organiza “esta dirigencia”.
En otras provincias del país también hubo incidentes, con desmanes en centros comerciales y decenas de detenidos por chocar con la policía. En Mendoza capital, en la intersección de calles Garibaldi y Peatonal Sarmiento, la policía usó el gas pimienta y las balas de goma para desconcentrar a los hinchas que habían empezado a provocar destrozos. Fueron detenidas 29 personas por agredir a la policía. En San Rafael, a 230 kilómetros al sur de la capital, la policía detuvo a 39 manifestantes -23 mayores y 16 menore-, cuando empezaron a tirar piedras contra las vidrieras.
En Bariloche, Río Negro, quedan tres personas detenidas de las 22 que había anoche. Entre los liberados, hay 18 menores de edad –que fueron entregados a sus padres a través de la oficina de prevención familiar- y una mujer embarazada, que el juez Martín Lozada decidió dejar en libertad. Los incidentes se desataron a las nueve de la noche, cuando un grupo pequeño robó cervezas en un kiosco, un comercio de celulares; y rompieron vidrios y robaron ropa un local céntrico. “La policía no recibió ningún tipo de notificación de que iba a suceder esto” dijo el comisario de la Regional tercera, Carlos Arias, en una conferencia de prensa, aunque decidieron tomar acciones preventivas por la “divulgación a través de las redes sociales”.
La justicia contravencional porteña –que investiga contravenciones y delitos menores, como el daño- aún no tiene una dimensión aproximada sobre los destrozos provocados en la zona del Obelisco. Estaba de turno el equipo fiscal 2 de la Unidad Fiscal con Competencia única, especializada en “faltas, medioambientes, y delitos tributarios”, que tendrá la pesquisa a su cargo hasta la última hora del domingo. Después irá a un sorteo dentro de los equipos fiscales de la Unidad Sudeste.
“Recién estoy tomando intervención hoy, porque durante la manifestación de ayer, llamativamente, sólo me llamaron para informarme de un vidrio en un local periférico. Sí tuve llamados sobre otras manifestaciones, pero extrañamente no de la de los hinchas de Boca”, dijo el fiscal en lo contravencional Federico Díaz Villalba a Infojus Noticias. También le pareció extraño que no hubiera ningún detenido por los daños a la propiedad pública y privada del lugar de los festejos, aunque aclaró que aquello no significa “un manto de sospecha” ni una “acusación” contra nadie. “Quizás la fuerza preventora se vio desbordada, sin un operativo, y su prioridad es mantener el orden”, detalló. Dijo que no sabía aún si había participado la Metropolitana.
Hoy Díaz Villalba ordenó una serie de medidas para dimensionar las pérdidas materiales que dejaron los 30 mil hinchas de Boca. “Dispuse abrir un legajo de investigación, donde voy a reunir toda la información que remitan las dependencias que intervinieron en el hecho: pruebas, testigos, todo”, expresó. Además, el fiscal pidió los registros fílmicos del centro de monitoreo urbano y encargó un relevamiento de daños y las listas de las personas damnificadas, y los archivos gráficos y audiovisuales de los noticieros. “Son medidas que encargué hoy tempranísimo, para dar un poquito de claridad”, aclaró el fiscal.
“Por lo que vi en la televisión, hubo robos, pequeños saqueos, hay una panchería que fue saqueada. Estamos en plena averiguación”, dijo el fiscal, que tampoco descartó el artículo 78 del Código de Contravenciones, por el corte de la avenida 9 de Julio.