Trabajan en la clínica Agüero de Morón. Dos son argentinos y ya están detenidos y hay cuatro médicos bolivianos prófugos. Los acusan por el doble homicidio culposo de Mariela González y su bebé de 34 semanas. Paralelamente la justicia investiga la muerte de 200 personas en 2013, en esa misma clínica.
El juez de Garantías 3 de Morón, Gustavo Robles, ordenó la detención de seis médicos de la clínica Agüero, de esa localidad del conurbano bonaerense, acusados de causar la muerte de una mujer embarazada y del bebé. Dos de ellos ya fueron capturados y otros cuatro permanecen prófugos. Según confirmó la fiscal Cecilia Corfield, al frente de la investigación, en 2013 murieron 200 personas en la clínica, lo que motivó que se abriera una investigación paralela.
Uno de los sospechosos se presentó voluntariamente el mismo día. Otros dos fueron apresados en sus casas de la ciudad de Buenos Aires. Cuatro médicos de nacionalidad boliviana permanecen prófugos con pedido de captura. Los investigadores creen que uno de ellos escapó a su país el 23 de diciembre.
Los médicos habían sido citados a indagatoria cuatro veces y nunca se presentaron. “Los domicilios que fijaron en el Colegio de Médicos no son de ellos”, explicó la fiscal. El lunes el juez firmó las detenciones y ordenó una serie de allanamientos simultáneos que incluyó la clínica privada. “El objetivo era buscar documentación para rastrear a los médicos: legajos y otros elementos”, explicó a Infojus Noticias el jefe de la DDI de Morón, Javier Subirá.
"Las detenciones no radican en la pena tentativa que pueda tener el delito sino en cuanto a burlar la acción de la justicia porque fueron citados a declarar muchas veces y no lo hicieron", explicó la fiscal Corfield –a cargo de Unidad Funcional de Instrucción en Juicio (UFIJ) 5 de Morón- al canal de noticias C5N.
Los médicos están acusados del delito de “doble homicidio culposo” por la muerte de Mariela González y su bebé de 34 semanas. El 8 de mayo de 2013, la mujer había ido al centro médico por un fuerte dolor en la espalda. Ella pidió que la atendiera un obstetra, pero la derivaron a la guardia. Los médicos que la atendieron le recetaron calmantes y le dijeron que se fuera a su casa.
Cuatro días después volvió a la clínica porque sentía fuertes dolores. En esa ocasión sí la atendió una obstetra, que comprobó que el bebé estaba muerto: le practicaron una cesárea para sacarlo y quedó internada en una sala común. El 15 de mayo la mujer se descompensó y murió.
La fiscal dijo que según la pericia médica realizada por la Asesoría Pericial de La Plata "los médicos concluyeron que si hubieran diagnosticado el síndrome de Hellp (una complicación obstétrica severa), que es lo que esta paciente presentaba al momento de la primera consulta, se hubiera reducido casi en su totalidad la posibilidad de mortalidad tanto del bebé como de ella".
Corfield agregó que la pericia demostró que González debería haber quedado en terapia intensiva y no en una sala común. "Podrían haber salvado al bebé que con 34 semanas de gestación era perfectamente viable para tener vida independiente y como consecuencia le hubieran hecho la cesárea con antelación y haber salvado también a la mamá", afirmó.
La fiscal además confirmó que en el Instituto Agüero de Morón -según confirman las actas del propio centro médico- murieron "alrededor de 200 personas" en el 2013. "Nos llamó la atención el número de fallecidos y por eso formamos una investigación paralela e independiente de la causa de mala praxis", explicó.