El joven desapareció en 2003, en Chubut, luego de estar detenido en la comisaría primera de Comodoro Rivadavia. Los agentes están imputados por “privación ilegítima de la libertad”, a pesar de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos había ordenado investigar el caso como desaparición forzada.
Iván Eladio Torres desapareció en 2003, en Chubut, y la familia denunció a la policía local. Fue visto por última vez dentro de una comisaría. Este lunes, se inicia el juicio contra 14 policías imputados por “privación ilegítima de la libertad” y no por desaparición forzada. Para la abogada de la familia, el juicio “contradice” la orden de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que ordenó investigar la desaparición. Desde 2003 y a lo largo de estos años, siete testigos del caso fueron asesinados o murieron de manera dudosa.
Los jueces del Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia –Pedro de Diego, Enrique Guanziroli y Nora Cabrera de Monella– llevarán adelante, a partir de hoy a las 10, las 13 audiencias pautadas para el debate. Marta Yañez será la cuarta jueza o jueza suplente. Se espera que declaren 84 testigos; la gran mayoría de ellos ya fue citada, informaron desde el tribunal.
Verónica Heredia fue, durante mucho tiempo, la abogada de la madre de Iván, María Millacura Llaipen. Heredia considera que “este juicio contradice la orden de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) que mandó a investigar la desaparición forzada” y contó que, en octubre de 2007, María denunció el expediente ratificando que “este juicio, lo que hace es incumplir porque se lleva a delante por privación de la libertad”.
La madre de Iván dejó de ser querellante en la causa en 2007. Lo hizo ante lo que consideró una violación de derechos por parte de la entonces jueza de instrucción Eva Parcio. “Dijo que no iba a continuar porque no se garantizaba el debido proceso”, contó Heredia, que también es abogada en otros casos similares de violencia policial en Chubut, como el de Julián Antillanca, asesinado en Trelew, en 2010. En el caso de Iván, “la Corte IDH ordenó investigar la detención, tortura y desaparición forzada”, explicó Heredia.
Policías imputados
En total, son catorce los policías que el lunes comenzarán a ser juzgados por el TOF de Comodoro Rivadavia. Fabián Alcides Tillería, Juan Montecino, Marcelo Chemín, José Luis Bahamonde, Rosana Soler, Pablo Ruíz, Mario Gómez, Hernán Leiva, Nicolás Fajardo, Sergio Thiers, Santiago Rodríguez, Sebastián Florentino Cifuentes, Héctor Cocha y Roberto Soto.
En el expediente (127020), están imputados por “privación ilegítima de la libertad cometida por un funcionario público y agravada por el medio empleado y por el tiempo de su duración en perjuicio de Iván Eladio Torres”. En el caso de Montecino y Tillería, se les agrega en concurso real la “omisión de actos de su oficio” y, en el caso de Chemín, el allanamiento ilegal de domicilio.
La desaparición
Iván tenía 25 años cuando desapareció. Fue visto con vida, por última vez, en las primeras horas del 3 de octubre de 2003. Trabajaba en un corralón y era solidario con los chicos de la calle. Por ese motivo sufría, al igual que su grupo de amigos, un permanente hostigamiento policial. Como se resistía a las presiones de los uniformados, le armaron un prontuario.
Días antes de la desaparición, Iván había sido detenido, golpeado y amenazado. Su madre, María Millacura Llaipen, dijo que policías de la seccional Primera incluso habían realizado un simulacro de fusilamiento a la veda de la ruta.
“A nosotros nos decían ‘a tu amigo lo vamos a dar vuelta’, siempre la gente de la Primera. No nos dejaban andar por el centro”, contó un testigo, amigo de Iván, en el expediente. En la noche de la desaparición, Iván y otros dos amigos se encontraron en la puerta de un local llamado “Plaza Bitto”. Un móvil policial pasó muy despacio por la puerta del local. Sus amigos entraron; él se quedó afuera. Cuando salieron, el joven ya no estaba.
Al día siguiente, la madre fue a denunciar la desaparición de su hijo. Los policías no le tomaron la denuncia. Lo volvió a intentar el 6 y el 8 del mismo mes pero no fue hasta el 14 de octubre, luego de que su desaparición saliera en los diarios provinciales, cuando la seccional primera de Comodoro Rivadavia le aceptó la denuncia. Entonces comenzó un periplo judicial lleno de irregularidades. El libro de guardia de la comisaría donde Iván estuvo detenido, recién fue secuestrado por la Justicia 25 días después de la desaparición. En el camino, quedaron jueces y fiscales destituidos y varios interrogantes.
Las “muertes” de testigos
Hugo Álvarez, Dante Caamaño, Juan Pablo Caba, David Hayes, Luis Alberto Gajardo, Gastón Varas y Walter Mansilla fueron las personas que murieron en situaciones dudosas, a lo largo de estos años. Algunos de ellos, eran testigos claves en la desaparición de Iván.
Álvarez, que apareció colgado de un árbol en 2003, no era el testigo en cuestión sino un homónimo que era vecino del testigo. El Álvarez que sobrevivió, de nombre Diego, había presenciado una de las detenciones previas de Iván.
Caamaño, que declaró en 2003, apareció muerto en 2005 durante el clásico Boca–River, de un tiro en la cabeza. En 2006, fue asesinado a balazos Gajardo. Varas figuraba en el libro de guardia de la comisaría pero cuando, en 2007, lo citaron a declarar le llevaron un certificado de su defunción, mientras que Mansilla fue asesinado en la calle, en julio de 2007, y apareció como NN en la morgue. En marzo de 2011, Caba, cuñado de Iván y testigo de la causa, fue baleado.
Uno de los muertos que llegó a aportar pruebas importantes en la causa fue Hayes, que se encontraba preso y había declarado haber estado con Iván en la cárcel: “Yo vi cuando a Iván le pegaban, desde una ventana que está en un baño. Le pegaban varios policías (…) puedo identificar a los policías que estuvieron esa noche y puedo señalar el lugar donde Iván cayó desmayado y lo agarraron y lo sacaron a la rastra hasta una escalera que da a la unidad regional y otro policía limpiaba la escalera de la unidad regional”, alcanzó a contar mediante una carta de puño y letra escrita por él. Hayes murió en un confuso episodio ocurrido en la alcaldía local.
A esto se suma el caso de Tamara Bolívar, una amiga de Iván, que fue violada por quienes creyeron que era su hermana. Al dejarla, le dijeron: “Andá a hacer la denuncia a la 1ra”. Iván nunca apareció.
GA/LL