Se conocieron los argumentos de la condena para Marcelo Aquino, acusado de torturar y asesinar a Andrea Viera en una comisaría de Florencio Varela, en 2002. La condena fue el viernes, pero hoy se realizó la lectura del veredicto. Fue contundente: condena perpetua.
El Tribunal Oral Criminal 5 de Quilmes condenó el viernes pasado -y dictó la detención inmediata- de Marcelo Aquino, acusado de torturar y asesinar a Andrea Viera en una comisaría de Florencio Varela en 2002. La lectura del veredicto fue contundente y clara: se lo sentenció por “tormentos seguidos de muerte”. Pero faltó una palabra en boca de los jueces que apareció hoy, cuando se dieron a conocer los argumentos de la sentencia: condena perpetua. Después de once años, la familia de Andrea, que estaba embarazada cuando la mataron, recibió un bálsamo de justicia.
“Hoy se hizo justicia. No es una condena ejemplar ni mucho menos: es justa. Aquino era un torturador que empleaba los métodos de la época de la dictadura”, dijo a Infojus Noticias, Eugenia Vázquez, hermana de Andrea.
Aquino estaba detenido desde el último viernes, cuando se fue con una custodia policial. Mientras los familiares y amigos de los Viera festejaban; y quienes acompañaron al policía repartían amenazas con muecas.
Ese día el TOC 5, también, absolvió a Pedro Mensi otros de los policías juzgados por el crimen. A este agente se lo acusaba de “omisión de denunciar torturas”, pero los magistrados no encontraron pruebas suficientes para condenarlo.
Hoy al mediodía los jueces entregaron en mano las 186 hojas de la sentencia completa. El juicio, que comenzó el 30 de septiembre, terminó exactamente un mes después.
En un fallo distinto a la mayoría de los procesos en los que se juzga violencia institucional, los magistrados, pusieron de relieve la gravedad de los hechos juzgados. El Tribunal calificó de “teatro sombrío” a todo lo montado alrededor de la causa, haciendo mención a todas las dificultades que hubo en el trámite procesal por el accionar de los policías que amenazaron “constantemente” a los testigos.
Este es el segundo de los tres procesos que se llevarán a cabo para castigar las torturas y el asesinato de la mujer el 10 de mayo de 2002 en una comisaría de Florencio Varela. A Andrea la detuvieron junto a su novio Gustavo Cardozo cuatro patrulleros de la policía bonaerense, mientras estaba sentada en el palier de una casa reponiéndose de una descompostura. Estaba embarazada, y se había bajado del colectivo 324 en el que iba a visitar a su suegra para ir a un hospital. Los policías la llevaron a la comisaría primera acusándola de haber herido a un efectivo en un tiroteo, un rato antes, en el que había muerto un joven.
La encerraron y, bajo tortura, querían que confesara su participación en el la balacera, de la que no tenía nada que ver. La agente Marta Oviedo junto con otros compañeros, le tiraban del pelo y le pegaban arriba de un escritorio hasta que la mujer perdió la conciencia y se cayó. Recién cuando entró en coma los policías llamaron a una ambulancia. Doce días más tarde, Andrea murió en el hospital Mi Pueblo por las lesiones provocadas por los tormentos, según reveló la autopsia.
“Esta condena se la dedicó a José Galván Plaza y también a mi hermana”, dijo la hermana de Andrea. Plaza fue uno de los testigos clave en el juicio, estaba preso en la comisaría cuando Andrea y su novio fueron torturados. En 2007 Plaza apareció con un balazo en la sien que salió de un arma calibre 38. Su cadáver fue encontrado en un descampado del barrio "Pepsi" del partido de Florencio Varela.
En el primer juicio oral, que se llevó a cabo en 2006, hubo cinco imputados: la ex agente Marta Oviedo fue condenada a prisión perpetua por “tormentos seguidos de muerte” contra Andrea y “torturas” contra su pareja, pero por cuestiones de salud fue beneficiada con la prisión domiciliaria. En ese momento el Tribunal Oral N°3 absolvió a los agentes David Gutiérrez, Carlos Maidana, Oscar Luciano Farías y Diego Herrera por el beneficio de la duda.
Gustavo Cardozo, que también fue torturado, se convirtió en uno de los testigos claves del juicio. También algunos presos que estaban detenidos en la comisaría la noche de la muerte.
El juzgamiento por la muerte de Andrea Viera asciende en las jerarquías de los policías que participaron, supieron y no evitaron, o tenían autoridad en la comisaría donde se produjo. Pero la fragmentación de la investigación judicial ha sido tal, que aún resta una tercera secuela a la saga: la responsabilidad del comisario y el subcomisario de la dependencia, José Sita y Rafael Ominelli. “Ahora nos queda que ellos sean juzgados”, dijo a Infojus Noticias, Eugenia Vázquez.