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Infojus Noticias

5-6-2014|18:42|Cuádruple crimen Buenos AiresProvinciales
Mañana continúan las audiencias

Cuádruple crimen: “Quiroga se declaró culpable”

Así lo declaró Rubén Azcúa, que cumplía funciones en la Dirección de Casos Especiales cuando fue detenido Javier "La Hiena" Quiroga, uno de los imputados. Un testigo confirmó que Susana de Barttole, una de las víctimas, había pedido un préstamo para pagar una deuda, en lo que constituye otra pista en la hipótesis del móvil económico.

  • Javier "La Hiena" Quiroga, uno de los imputados del cuádruple crimen Infojus Noticias
Por: Juan Manuel Mannarino

En una nueva audiencia por el cuádruple crimen de La Plata, testimoniaron los policías que trabajaban en la División de Casos Especial de la Dirección Departamental de Investigación (DDI). Rubén Azcúa, uno de ellos, dijo que después de detener a Javier “La Hiena” Quiroga –uno de los imputados-, éste se habría quebrado. “Quiroga se declaró culpable”, relató ante el Tribunal compuesto por Ernesto Domenech, Andrés Vitali y Santiago Paolini. Fue el dato revelador de una jornada que volvió a confirmar, en palabras de otro testigo, que Susana de Barttole, una de las víctimas, había pedido un préstamo para pagar una deuda, en lo que constituye otra pista en la hipótesis del móvil económico.

Por el múltiple homicidio, cometido el 26 de noviembre de 2011, están imputados Osvaldo “Karateca” Martínez –ex pareja de Bárbara Santos, una de las víctimas- y Javier “La Hiena” Quiroga –un albañil que realizó trabajos en el departamento-. Los dos acusados están siendo juzgados por las muertes de Bárbara Santos, de 29 años; su madre Susana de Barttole, de 63 años; su hija, Micaela Galle, de 11; y su amiga Marisol Pereyra, de 38. Él o los asesinos las habrían matado en el departamento de la calle 28 e 41 y 42 con un palo de amasar y con el uso de varios cuchillos de cocina, según se desprende de la pesquisa. El fiscal Álvaro Garganta está convencido que, entre Martínez –expareja de Bárbara- y Quiroga –albañil que hizo trabajos en el departamento-, los únicos dos imputados del caso, existió un acuerdo para matarlas. La gran pregunta es por qué y cómo lo hicieron.

La audiencia de este joven abrió con el testigo Jorge Enrique Gonzales, quien dijo conocer a dos de las víctimas, Susana De Barttole y Marisol Pereyra. Contó que con Susana y otras tres personas sacaron un préstamo de 17 mil pesos. Y que la mujer nunca pagó su parte. “Después de ese hecho, a Susana no la vi más. Lo que sé es que Marisol estuvo distanciada  un tiempo de Susana y después se volvieron a tratar”, relató. En cuanto al crédito, dijo que fue sacado en una financiera hace cinco años.

Luego fue el turno de la policía Verónica Valeria Luna, que fue una de las primeras custodias del acusado Javier Quiroga en la Dirección de Casos Especiales. La detención se realizó el 2 de mayo del año 2012, seis meses más tarde de ocurrida la masacre. Ante la llegada de los policías, Quiroga no opuso resistencia. “Una vez  detenido, Quiroga estaba sentado, cabizbajo, y en un momento se empezó a tomar  la cara y balbuceó algo. No fui yo, fue Martínez, eso es lo que nos contó”, dijo. Luna fue interrogada en varias oportunidades por las partes, que se interesaron en cómo Quiroga declaró de forma espontánea ante los policías. La coartada de Quiroga fue la siguiente: dijo que ese día Martínez lo fue a buscar y le dijo que fuera a la casa de su novia a hacer un trabajo. Que a la noche, cuando estaba tomando mate con Susana ya en el PH, Martínez apareció y le dio un golpe en la cabeza a la señora.  Que tenía a un arma de fuego en una mano, con la que lo amenazó y “paralizó”, y en la otra un cuchillo y luego un palo de amasar, con los que mató a las otras víctimas. Que, antes de irse, lo obligó a dejar sus huellas donde luego aparecería su ADN. Que lo amenazó de muerte si llegaba a decir lo que vio.

Un detalle que no pasó desapercibido en la sala fue que, a la hora de detallar ante los policías cómo vestía Martínez, Quiroga dijo que esa noche, la  del 26 de noviembre de 2011, lo vio de pantalón corto deportivo y con remera blanca. Esa versión contradice la del remisero Marcelo Tagliaferro, que dijo haber visto a Martínez con pantalón jogging oscuro y con el torso desnudo.

Luego testimoniaron los policías Héctor Lobos, que se encargó de tomar declaración a allegados de las víctimas y vecinos del departamento, y Nicolás Yebara, que comandó el allanamiento a un centro de rehabilitación donde Quiroga estaba internado en tratamiento por una adicción. Por otra parte, también declaró Hernán Ivanovich, de la División de Pericias Informáticas, que participó en un allanamiento conjunto con la Policía Federal para buscar información en la empresa Movistar. Dijo que ubicó un celular –que sería el de Martínez- en una antena identificada en la zona de Carrefour, entre Camino Centenario y Belgrano, pocas horas antes de la masacre.   

El momento más atrapante de la jornada fue cuando declaró el policía Rubén Darío Azcúa, que cumplía funciones en la Dirección de Casos Especiales a cargo del Comisario Guillermo Aristiz al momento de la detención de Javier Quiroga. A diferencia de sus compañeros, Azcúa aportó un dato inédito: “Quiroga se había declarado culpable”, relató, y dijo que esa confesión lo sorprendió y se lo comentó con sus compañeros en una mesa de trabajo. En la carga de pruebas del juicio, el dato de la posible autoincriminación de “La Hiena” iría en la dirección contraria a la coartada armada por el propio imputado.

Por último la defensa de Daniel Galle, padre de la menor asesinada, planteó una queja en relación a que una pericia no fue incorporada en la audiencia. Se trató de la que realizó el perito Cristian Méndez, que había determinada que las huellas ensangrentadas encontradas en el pasillo del departamento correspondían al número de calzado de Quiroga. Pero el Tribunal incorporó sus dichos y no sus artefactos –cintas con impresiones en tinta de las pisadas de los dos acusados-. Dicha técnica fue cuestionada por el fiscal Álvaro Garganta, que requirió una nueva pericia a Prefectura Naval para disipar las dudas. Los jueces le dieron diez días para incorporarla. El juicio seguirá este viernes con la declaración de  los médicos que hicieron los reconocimientos legales.

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