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Terminó esta noche el nuevo encuentro "La sociedad le habla a la Justicia", organizado por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación en la Universidad Nacional de Rosario. En la primera de las mesas de debate, por la mañana, los protagonistas fueron los familiares de víctimas. Por la tarde siguieron las mesas con juristas, abogados y funcionarios judiciales. El defensor oficial de la provincia de Santa Fe, Gabriel Ganón, dijo: "Estamos viviendo un momento de en el que estamos desmantelado lo vivido y lo pensado. Se puso en crisis e modelo de pensamiento único sobre la Justicia”. Ante un auditorio colmado, Franco Picardi, subsecretario de Relaciones con el Poder Judicial, dio inicio al panel de cierre. “Le llegó el momento a la Justicia de rendir cuentas ante la sociedad”, declaró.

Más temprano, Tomás Labrador, de HIJOS Rosario, hizo un repaso por la historia de la organización, surgida en el año 1995 en plena vigencia de las “leyes de impunidad”. “Nosotros continuamos el mandato que fijaron las Madres y las Abuelas, que llevaron adelante un reclamo de justicia contra delitos cometidos desde el Estado”, dijo. Y agregó: “Llevamos diez año de memoria, verdad y justicia y todavía nos queda mucho camino por recorrer, aún quedan 400 hermanos que no recuperaron su identidad”, sostuvo.

Después de Labrador fue el turno de Alberto Perassi. En su pecho colgaba la foto de su hija, Paula Perassi. Hoy se cumplen 22 meses de su desaparición en la vecina localidad de San Lorenzo. “La justicia me dejo solo en la búsqueda de mi hija”, contó Alberto, después de relatar los obstáculos judiciales que debió atravesar desde el día en que desapareción Paula.

“A mí el juez me dijo, no con estas palabras de gringo laburante, sino con el lenguaje lindo de un juez, que mi hija era una loquita, que cuando le pasara la calentura iba a volver; pasaron 22 meses y ella nunca volvió”, contó Alberto. Con los ojos llenos de lágrimas y la mirada clavada en un punto fijo el hombre acusó al fiscal y al juez de la causa por querer “enfriar” la investigación. “Tengo dos nietos a los que tengo que darle una explicación de qué pasó con su madre”, dijo con la voz casi quebrada en el cierre. El público, que se había mantenido en silencio durante toda la exposición, se unió en un sonoro aplauso.

Después fue el turno de Mónica Gangemi. Su hija Urzula Notz falleció en un siniestro vial en 2005, cuando tenía 16 años. En el mismo hecho murió Nayib Abraham y Carla Alfaro quedó en estado de coma vigil. Gangemi, directora de la Asociación Civil Compromiso por Úrsula y Carla, reclamó la necesidad de debatir para lograr una transformación hacia una “justicia nueva y legítima”. “Porque nos roban a nuestros hijos y encima tenemos que sufrir y lidiar con los operadores judiciales”, agregó.

En el cierre del panel, Marina Magnani, directora del Centro de Acceso a la Justicia del barrio Villa Moreno -donde el 1º de enero de 2012 una banda narco asesinó a tres militantes del Frente Popular Darío Santillán- pidió una “reforma profunda del sistema de justicia que permita el acceso democrático y el conocimiento de la Justicia”.

"La estructura judicial se defiende para no tener que dar respuestas a la ciudadania”

En relación al fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que impidió la elección popular de consejeros de la Magistratura, el fiscal federal ad-hoc Federico Reynares Solari planteó que la “estructura judicial se defiende para no tener que dar respuestas a la ciudadania”. “Históricamente los jueces fueron exégetas. Se ven como los representantes de la ley”, dijo, y agregó: “Ahora subieron un escalón: dicen lo que significa la Constitución Nacional”.

Por su parte, Juan Patricio Murray, fiscal federal subrogante de la ciudad cuestionó que en el sistema actual pueden ser jueces incluso aquellos abogados que fueron funcionarios judiciales durante la última dictadura cívico-militar. Ejemplificó con el caso del juez federal de San Nicolás Carlos Villafuerte Ruzo, criticado por su rol durante la dictadura y por dilatar las causas sobre delitos de lesa humanidad. Según dijo, el fallo de la Corte Suprema impide decidir sobre qué clase de jueces quiere la sociedad. “Más temprano que tarde vamos a obtener la posibilidad de una elección por representación popular. Si no es de los jueces, al menos será de los encargados de seleccionar a quienes ejercen la función jurisdiccional”, sostuvo.

Por su parte, el defensor oficial de la provincia de Santa Fe, Gabriel Ganón, recordó que hoy se cumplió un nuevo aniversario del atentado a la sede de la AMIA. “Este caso demostró cómo funcionaba y sigue funcionando el sistema de administración de justicia en argentina: a 18 años el crimen sigue impune”, sostuvo. Ganón planteó la necesidad de dar una nueva “batalla cultural para llenar de contenido la palabra justicia”. “Estamos viviendo un momento en el que estamos desmantelado lo vivido y lo pensado. Se puso en crisis e modelo de pensamiento único sobre la Justicia”, finalizó.

Norberto Ferrari, abogado y asesor sindical y de derechos humanos, consideró que quienes se oponen a la reforma judicial “en realidad pretenden que no se hable del Poder Judicial”. Este debate sobre la democratización de la Justicia significa “acabar con el silencio”, dijo.

En su discurso, el presidente de la Asociación de Abogados Laboralistas, Jorge Elizondo, también analizó el fallo de la Corte. “La ideología liberal y corporativista hace prevalecer el criterio de que son las corporaciones de jueces y abogados quienes deben dominar el Consejo de la Magistratura”, dijo. Respecto a la discusión en torno a la independencia judicial, dijo: “La Corte Suprema no habla de los poderes fácticos, que sabemos que existen en el Poder Judicial”.

El presidente el Instituto de Ciencias Penales y miembro del Colegio de Abogados de Rosario, Adrián Ruiz, planteó la existencia de siete mitos en torno a la reforma del sistema de enjuiciamiento penal en la justicia santafesina. Entre ellos, consideró como falsos los postulados de que existe un sistema de juicios orales, un sistema alternativo de resolución de conflictos y que se persigue, desde la Justicia, los delitos complejos. ¿A quién le sirve este sistema?, se preguntó Ruiz. “Porque  quien no le sirve ya sabemos, a gente como Alberto y Mónica”, dijo, refiriéndose a Alberto Perassi y Monica Gangemi, oradores del panel de familiares de víctimas que se llevó a cabo a la mañana.

“Le llegó el momento a la Justicia de rendir cuentas ante la sociedad”

Ante un auditorio colmado, Franco Picardi, subsecretario de Relaciones con el Poder Judicial, dio inicio al panel de cierre. Una pantalla gigante ubicada a espaldas de los expositores y cuatro más pequeñas multiplicaban la imagen del orador. “Le llegó el momento a la Justicia de rendir cuentas ante la sociedad”, dijo Picardi. El funcionario hizo un detallado repaso por las seis leyes de democratización de la Justicia. Según explicó, a partir del debate de esas leyes, “por primera vez en muchos años se habla de la Justicia en Argentina”.

Picardi hizo hincapié en el fallo de la Corte Suprema de Justicia que declaró la inconstitucinalidad de la reforma que establece la elección popular de los miembros del Consejo de la Magistratura. “La ley se vio afectada en su corazón, que es la elección popular de los consejeros, que no son ni más ni menos que los miembros políticos del Poder Judicial”, sostuvo. Todas las sillas del auditoria estaban ocupadas. Las personas que seguían entrado debían acomodarse, de pie, en el fondo de la sala. Finalmente, después de enumerar los logros del gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, Picardi dijo que “el Poder Judicial sigue representando un momento histórico que Argentina ya no vive. Pero esto no se detiene, no va a tener una barrera con una, dos o tres inconstitucionalidades”.

La intendenta de Villa Gobernador Gálvez, Romina Luciani, celebró el debate de la reforma judicial como el principal logro de este año. “Se ha acercado un poco más al sistema judicial al pueblo”. El anfitrión del encuentro, el vicerrector de la Universidad de Rosario (UNR) y candidato a diputado nacional por el Frente Para la Victoria, Eduardo Seminara, había estado en el panel de apertura.

En el cierre, el vicerrector hizo un breve repaso por los logros del gobierno de Néstor Kirchner en materia de reformas judiciales. Sobre la democratización de la Justicia encarada por Cristina, dijo: “Con estas leyes se va a dar por borda las viejas rémoras del poder conservador enquistado en el poder judicial de la Nación”.

Josefina González, militante de derechos humanos, inició su discurso contando los primeros años de su vida, cuando la arrancaron de los brazos de su madre y la llevaron a un centro clandestino de detención. Con un par de anteojos negros sobre su cabeza y hablando pausado, hizo un repaso por el periplo judicial que vivió su familia para reclamar por ella y su hermana. Y luego, siendo ella más grande, las dificultades que debió atravesar para recuperar su identidad, ya que había sido anotada bajo otro nombre. “Hoy todavía sigo esperando que otro juzgado de familia diga que soy hija de mi papá, porque no puedo ser querellante en la causa” por su desaparición, agregó. "Aunque la Justicia no lo acepte, yo soy Josefina González”, dijo. Más de 400 personas se pusieron de pie para aplaudirla.

“Me toca hablar después de la Tana (González), que no me la deja fácil”, arrancó el diputado provincial Eduardo Toniolli. El diputado celebró que la “crisis que ya existía en el pueblo santafesino, la crisis del sistema judicial” se haya trasladado al sistema político. También reivindicó el documento multimedia realizado por la UNR sobre el avance del narcotráfico en la ciudad. “La tasa de homicidios en Rosario se disparó en 2011 en adelante”, dijo. “Acá hay un problema, querer negarlo agudiza esta problemática”, agregó.

Pasadas las 21, el último orador fue el diputado nacional Marcos Cleri. “Cuando debatimos democratización de la Justicia debatimos como empoderar a nuestro pueblo”, señaló. “Para que un juez, que hace política con sus fallos, deba rendir cuentas a un órgano político elegido popularmente”, agregó.