Están acusados de ser coautores del delito de “homicidio simple agravado por el vínculo” de la nena de 7 años. La decisión judicial se conoció hoy, poco más de un mes después del crimen, y ambos seguirán detenidos.
El Juez de Garantías de Berazategui, Damián Véndola, dictó la prisión preventiva a Silvana Lafuente y Pablo Visconti Verón, la madre y el padrastro de Prisila Leguiza, la nena de 7 años asesinada en enero pasado. Están acusados de ser coautores del delito de “homicidio simple agravado por el vínculo”. La decisión judicial se conoció hoy, poco más de un mes después del crimen, y ambos seguirán detenidos hasta el juicio oral, donde podrían recibir prisión perpetua, porque se trata de uno de los delitos más graves del Código Peal
Fuentes judiciales confirmaron a la agencia Télam que Véndola entendió que Visconti Verón debe ser acusado por el mismo delito que su mujer, porque si bien no era el padre biológico de la niña, justificó que el vínculo estaba probado ya que convivía con ella y estaba a su cuidado.
Además, en base a testimonios de los otros hijos de Lafuente y de vecinos, como así también al resultado de distintos peritajes, el magistrado consideró que tanto la madre como su pareja participaron de la golpiza que le provocó la muerte a Prisila.
En la misma resolución, Véndola no hizo lugar a un pedido de la fiscal del caso, Gabriela Mateo, para que fuera detenido por "encubrimiento" un pai umbanda que aparentemente había aconsejado a la madre de Priscila que hiciera desaparecer el cuerpo de su hija.
El cuerpo de Priscila apareció a orillas del arroyo “Las conchitas”, en Berazategui, la tarde del 7 de enero. Estaba parcialmente incinerada y envuelta en una bolsa de basura. Su mamá había denunciado su desaparición un día antes en la Comisaría de la mujer de Berazategui. Dijo que no la veía desde el 3 de enero y que tras buscarla en diferentes domicilios familiares decidió hacer la denuncia.
Cuando los investigadores comenzaron a trabajar en el caso encontraron que todos los que conocían de cerca a Lafuente hablaban de su carácter autoritario y de la violencia que ejercía sobre la nena, a quien todos coincidían que golpeaba a diario.
Tras el hallazgo del cuerpo, la mujer fue trasladada junto a su pareja a la sede de la Departamental de Investigaciones de Quilmes. Primero comenzó a “quebrarse”, Visconti Verón y luego de ser sometida a una extensa entrevista Lafuente terminó confesando lo que había pasado.
Explicó que la nena murió la noche del viernes 3 de enero mientras dormía, después de que ella la había golpeado. Y que se dio cuenta de la situación cuando Priscila no se despertó al día siguiente y que fue entonces cuando decidió incinerarla en la parrilla del fondo de su casa, ubicada en el barrio Las Manzanas de Hudson.
Como no logró quemarla por completo decidió tirar el cuerpo en el arroyo, ubicado a unos 800 metros de su casa. Hasta ahí lo trasladó en un cochecito de bebé, tapado por una manta. Fue acompañada de Visconti Verón y dos de sus hijos. La cámara de seguridad de una estación de servicio YPF de la zona captaron el momento en el que pasaban por ahí rumbo al arroyo.
Unos días después del hecho los dos de los hermanos de Priscila, de 12 y 15 años que aparecían en las imágenes contaron que su mamá los obligó, apuntándolos con un arma, para que la acompañen.
Hasta el 27 de octubre Priscila había vivido con su papá, Gabriel Eleno Leguiza, en la zona de Lanús. Ese día Silvana, a quien Priscila solo había visto dos veces en su vida, invitó a la nena a que fuera a su casa de Hudson, donde vivían parte de sus hermanos (cuando Gabriel y Silvana se separaron tenían 7 hijos en común y se llevaron 3 y 4 cada uno). La nena aceptó contenta. La promesa de Silvana a Gabriel fue que se la llevaba devuelta al día siguiente. Nunca lo hizo.