Cuatro testigos dijeron hoy que el cementerio estaba bajo custodia policial. Para el fiscal, quedó claro que una sola persona no puede cremar un cuerpo de manera ilegal. Y pedirá la absolución del empleado del cementerio imputado de encubrimiento. La querella pedirá que se siga investigando qué pasó con el cuerpo del chico de 19 años.
La hipótesis de que el cadáver de Facundo Rivera Alegre, “El Rubio del Pasaje”, fue cremado ilegalmente en el Cementerio Municipal San Vicente se terminó de derrumbar con los testimonios de la cuarta audiencia del juicio, desarrollado en la Cámara 11 del Crimen de Córdoba. “No hay contundencia para sostenerla esa hipótesis, se debilitó”, dijo el fiscal Diego Albornoz a Infojus Noticias, luego de escuchar a cuatro empleados del crematorio que detallaron la mecánica. Adelantó que pedirá la absolución por “duda insuperable” para Aldo “Pelado” Monje, trabajador del cementerio imputado de encubrimiento.
La acusación sostiene que el cuerpo de Facundo estuvo enterrado más de seis meses en un lugar aún no determinado hasta que en diciembre de 2012 fue exhumado y llevado al cementerio por los imputados del homicidio, Pablo Rearte y su hermano K.J.L (que es menor de edad) miembros de una familia sospechada de vender drogas en el barrio Maldonado, de la Seccional Quinta de Córdoba.
El jueves pasado, una testigo clave contó con detalles el momento preciso del crimen. Por eso, desde hoy el tribunal se abocó a escuchar los testimonios que deben despejar el otro interrogante de este juicio: ¿Qué pasó con el cuerpo del Rubio del Pasaje? “No hay respuesta a esa pregunta por ahora. Está desaparecido”, sentenció el fiscal.
Dos empleados del crematorio, el capataz del cementerio y un ex funcionario municipal coincidieron en que es imposible que una sola persona haya manipulado un cadáver en descomposición y cremarlo en el horno. Más, tratándose de Monje, un empleado de 36 años, analfabeto y nula instrucción en el trabajo. "Fui hasta tercer grado, pero nunca aprendí nada. No sé cómo hice para pasar de grado", dijo el imputado en la primera jornada del juicio.
Ramón Noriega y Gonzalo Suárez, por entonces capataz y director del cementerio respectivamente, coincidieron en que el crematorio estaba bajo estricta custodia policial. Según comentaron, cuando Daniel Giacomino asumió la intendencia, en 2007, cambiaron las reglas de vigilancia interna. “Desde entonces, un policía de adicional custodiaba 24 horas la puerta del crematorio y era el encargado de tener la llave. Eso significa que si se hacían cremaciones ilegales, era con la complicidad de la policía”, dijo a Infojus Noticias el abogado querellante Claudio Orosz. “El fiscal deberá pedir que se investigue que pasó con el cuerpo, una vez que acabe el juicio”, agregó. Los alegatos y la sentencia están previstos para el próximo lunes.
Para la fiscalía, está probado el homicidio
Maldonado está en la Seccional Quinta de la ciudad, una región marginada y estigmatizada como “zona narco”. En el centro de “La Quinta” está el cementerio San Vicente. Con sus muros derrumbados, las bandas lo usan para esconderse, o para pasar de un lugar a otro de la Quinta. Es vox populi que sus panteones son usados para esconder droga.
Desde un principio, la imputación de Monje pendía de un hilo. Incluso el Juzgado de Control había pedido ampliar esa hipótesis. En la instrucción, la principal prueba en su contra era el testimonio de un amigo de apellido Lucero. El hombre declaró que Monje le confesó que cremó el cadáver del Rubio”. "Me dieron plata y merca para cremar el cuerpo de ése, del 'Rubio del Pasaje', lo hicimos con dos compañeros más'", le habría dicho el imputado, según declaró Lucero. Su testimonio está previsto para mañana. Fuentes de la causa contaron a Infojus Noticias que debía declarar hoy, pero no fue ubicado en su domicilio.
Facundo desapareció a la salida del baile del cuartetero Damián Córdoba. Desde un principio, la madre de Facundo, Viviana Alegre, sostuvo que su hijo fue víctima de la Policía de Córdoba. Pero esa hipótesis no se materializó en la causa. Ahora, durante el juicio, la querella apunta a la investigación policial. En la audiencia de mañana también declarará la comisionada del caso, una oficial de apellido Ludueña. “Tenemos muchas preguntas para hacerle sobre como llevó adelante esta investigación”, dijo el abogado.
Para la fiscalía, la hipótesis del homicidio quedó sellada con la declaración de G. O. una testigo presencial del homicidio. Con la sala a puertas cerradas, la mujer contó que en la madrugada del 19 de febrero vio a Facundo comprando cocaína. Dijo que en un momento comenzó a pelear con los vendedores por un billete falso y que la pelea terminó cuando “K.J.L “le disparó en la cabeza a Facundo, mientras Pablo lo sostenía de los brazos. “No llamamos a la policía porque la policía solo se mueve cuando la llama el narco que la paga, no cuando la llama el vecino”, dijo la testigo.
WC/RA