La fiscalía de El Hoyo, a 150 kilómetros de Bariloche, lleva cuatro causas y dos siguen su curso en tribunales federales. La más grave: el incendio de 24 mil hectáreas en Cholila, que hoy se mantuvo controlado. Sospechan que el fuego se originó de modo intencional.
La Justicia de Chubut investiga a través de cuatro causas cómo se originó el fuego que a través de varios focos ya hizo arder 34.000 hectáreas de bosques nativos en la provincia, equivalente a una vez y media la superficie de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En la fiscalía provincial de El Hoyo, a 150 kilómetros de Bariloche, hay causas judiciales por los incendios del último mes y medio en esa zona. Dos investigaciones más siguen su curso en la justicia federal, por fuegos que se originaron en Parques Nacionales.
Débora Barrionuevo instruye los expedientes en la fiscalía de El Hoyo, en un equipo que completa José Arbiza y coordina Oscar Oro. Una de las hipótesis es que las llamas se originaron de manera intencional. Pero aún no hay pruebas sobre la intencionalidad del fuego. “Hay casi tantas versiones como habitantes. Especulación inmobiliaria, peleas entre vecinos, un brigadista que quiere extender su contrato, un asado que se va de las manos. Pero ninguno aporta pruebas para probarlo”, dijo Barrionuevo a esta agencia.
El primero de estos incendios se produjo el 30 de enero en uno de los desemboques de Lago Puelo, sobre el cerro Currumahuida, y consumió 1.200 hectáreas de bosque. El informe del único perito de los cinco municipios de la comarca andina –el jefe de Bomberos de El Hoyo- afirmó que fue intencional. Pero los sospechosos hasta el momento son dos chicos de 8 y 12 años. “Hay algunos testigos que los vieron en la zona. Aunque aún no está nada probado”. Si se probara que los niños son los culpables serian inimputables, y se les haría un seguimiento desde la oficina de Protección de Derechos del municipio.
Otro de los incendios, en Cerro Radal –se contuvo en pocas horas-, tiene dos sospechosos, también menores, de 16 y 17 años. En ese expediente, se secuestraron las motos en las que se supone que iban. Las únicas pruebas contra ellos son testimonios de vecinos que los vieron en la zona, cerca de la hora en que se inició el fuego.
Una tercera causa se abrió a partir de otro foco de incendio. Se inició el sábado pasado, cerca de las cuatro de la madrugada, en el cerro Currumahuida. Ese incendio sigue activo, y el humo que sube de la falda del cerro puede verse cuando se llega al pueblo. En esa causa aún no hay avances ni sospechosos, dijeron a Infojus Noticias, porque todos los esfuerzos están puestos en la causa más importante: las 24.000 hectáreas de Cholila. “La iniciamos de oficio dos días después de la denuncia del fuego. La primera versión fue que el origen era un rayo”, dijo la fiscal.
El extraño origen del fuego en Cholila
Según el director general de Defensa Civil, Evaristo Melo, el fuego se denunció el 16 de febrero cerca de las nacientes del río Tigre, a 45 kilómetros del pueblo, en un lugar inaccesible para una persona. Por eso, la versión inicial fue que la chispa que había disparado el fuego había sido un rayo.
La fiscal de la causa, Débora Barrionuevo, dijo a Infojus Noticias que el informe que llegó esta mañana a sus manos dice que el 15 y el 16 de febrero, las condiciones climáticas eran buenas. “Sin embargo, la información estaba incompleta. Por eso pedí que se aclare desde una semana antes si hubo tormenta eléctrica”, agregó la fiscal a esta agencia.
Según los técnicos consultados, aquel día varios factores impulsaron las llamas. Los remolinos de viento provocaron que el fuego avanzara a mucha velocidad, multiplicando los focos. Los cortafuegos -caminos despejados en medio de las llamas para que el fuego no tenga qué quemar y pueda permitir el paso de motobombas- resultaron inútiles. El 16 de febrero, en cuatro horas, el incendio avanzó ocho kilómetros con una columna de humo de 4.500 metros de altura.
“Hace 70 años, según los pobladores del lugar, se había producido un incendio parecido. En aquel momento se detectó que tres años antes había habido una floración de la caña colihue, que es cíclica. Esta vez, se repitió esa característica”, explicó Melo.
Ahora trabajan en el operativo unos 240 brigadistas de todas las provincias patagónicas y 310 los asisten, junto con 40 infantes de la Marina de Bahía Blanca. Además, hay tres helibaldes de 1.200 litros contratados a Chile por el gobierno nacional y tres aviones hidrantes de 3.600, que recorren la zona, con el apoyo de motobombas, autobombas, topadoras y vehículos de ataque rápido. Ayer, desde defensa civil, confirmaron que el viernes algunos vehículos y brigadistas podrían volver a sus lugares y tareas habituales.
Buscan frenar las operaciones sobre terrenos afectados
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, estuvo en Cholila el fin de semana y dijo que el incendio fue intencional, en respuesta a "un interés inmobiliario". El funcionario explicó: "hay terrenos, muy bien ubicados, con determinadas dimensiones, con una arboleda de años milenarios de gran valor" y dijo que como "no pueden hacer uso de ellos, provocan los incendios".
Hace unos días, el gobernador Martín Buzzi anunció la intervención del Instituto Autárquico de Colonización y Fomento Rural (IAC), y el envío a la legislatura provincial de proyectos de ley para impedir la compra y venta de las tierras que fueron devoradas por los incendios. El paquete de medidas busca “eliminar cualquier posibilidad de especulación que vincule a los incendios con la actividad inmobiliaria”, dijo a la agencia Télam el gobernador de Chubut.
La próxima amenaza: el agua
El sonido de los helicópteros que van y vienen desde el frente de llamas hasta los espejos de agua, los hilos de ceniza que caen algunas tardes, conforman la escenografía que hace veinte días irrumpió en la paz patagónica de Cholila. Ayer por la mañana, el director general de Defensa Civil Evaristo Melo anunció que la cabeza del incendio está controlada. “El de la zona de El Turbio, que consumió más de 10.000 hectáreas, también está controlado”, dijo a Infojus Noticias. “También los del cerro Currumahuida, que fueron dos sucesivos y no estaban conectados entre sí; y dos pequeños que amenazaron al barrio Villa del Lago en Lago Puelo y a Villa turismo, un caserío entre el Hoyo y el Bolsón”.
Pero el daño ecológico es inconmensurable y ahora sobreviene para los pobladores una amenaza inmediata: las posibles inundaciones en la temporada de lluvia, desde abril a octubre. “Toda esa superficie de bosques, con sus raíces y sus hojas, absorbía las aguas. Ahora van a correr libremente”, dijo a esta agencia un hombre que vive a orillas del lago Cholila.
Colaboró: Eduardo Blaustein