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Las próximas horas podrían ser determinantes para la resolución del crimen de Chiara Páez, la adolescente de 14 años que fue asesinada a golpes y enterrada en el fondo de la casa de la familia de su novio, en la ciudad santafesina de Rufino. Dos de los cuatro mayores detenidos podrían ser liberados. Se trata de la abuela de M, el novio de Chiara, también detenido por el crimen, y la pareja de la mujer. La información fue confirmada a Infojus Noticias por Alejandro Sinópoli Fiscal Regional de la Tercera Circunscripción Judicial. “En principio no surgirían elementos sobre su participación, por el contrario sí de parte de la mamá del menor y la pareja de ella”, agregó. Mañana se realizará una audiencia para imputarlos.

El hombre es el que está más complicado. “Podría tener que ver un grado de participación”, agregó Sinópoli. En la habitación del matrimonio encontraron, debajo de un mueble, “ropa y calzado que presentan manchas de sangre. Hay que ver si son compatibles”, detalló el fiscal que tiene asiento en Venado Tuerto y desde que se conoció la desaparición de Chiara, el domingo, viajó para trabajar en el caso junto al fiscal de Rufino Mauricio Clavero.

Entre los elementos que robustecen la hipótesis de la participación en el crimen de otra persona además de M, que confesó el crimen, está que en el lugar donde fue enterrada Chiara también apareció una camisa de las que suelen usarse para trabajar que no coincidiría con el tamaño del joven de 16 años. “Él dijo que la usó para limpiar la sangre”, agregó Sinópoli, pero el tipo de mancha tampoco coincidiría con el relato del menor.

Las contradicciones del menor

Ayer el joven, que estaba de novio con Chiara desde octubre pasado participó, durante cinco horas, de la reconstrucción frente a la Justicia del crimen de la joven. Frente al juez de la causa y los fiscales cavó, en media hora, un pozo de similares características al que se hizo para enterrar a Chiara. Intentaba demostrarles que él había podido no sólo matarla, sino también enterrarla sin ayuda.

El chico está detenido desde el domingo a la noche cuando se encontró el cuerpo. Ayer M  también brindó muchos detalles de lo que pasó la madrugada, pero su relato difiere en un aspecto clave: la mecánica de la muerte de la nena. “Difiere por completo con los informes médicos forenses. Señala objetos que producirían heridas que serían cortantes o punzantes, mientras que los informes médicos forenses señalan con muchísima claridad que los traumatismos fueron provocados por lo que es más compatible con golpes de puño”, explicó Sinópoli en un comunicado de prensa. “Cuando se falsea en una declaración, después no se sabe qué es cierto y qué no”, agregó el fiscal. Y detalló que M. dijo muchas cosas que resultaron ciertas “como el lugar adonde había sido arrojado un cuchillo que se usó y la batería del celular”. Haber dicho la verdad en tantos aspectos y falsear justo en la data de muerte es lo que más llamó la atención en los representantes del Ministerio Público Fiscal  porque “dice la verdad en todo y dio muchísimos detalles, entonces porque varió en ese aspecto y ahí indudablemente surgen sospechas”. En ese sentido, Sinópoli destacó la tradición que suele haber entorno de que los menores se hagan cargos de hechos que no cometieron por “el tratamiento diferenciado que tienen”, frente a la Justicia.

La de ayer fue una jornada muy intensa en Rufino. Por la mañana se realizó el entierro de Chiara, en el cementerio municipal, al que asistieron más de un centenar de personas para despedirla. En paralelo se realizó la reconstrucción del crimen en la casa del menor, en el barrio Jardín, durante más de cinco horas. Y luego, por la tarde, primero se realizó una conferencia en el hall de la Unidad Fiscal de Rufino de la que participaron Sinosoli, Clavero y el fiscal adjunto de Venado Tuerto, Mauricio Blanco. Y más tarde la de la familia y la posterior marcha, que fue multitudinaria.

CD/AF