El acosador se escondía con un falso perfil. La Policía lo fue a buscar y el imputado no opuso resistencia: bajó la cabeza cuando lo esposaron. El juez a cargo de la causa, Oscar Balmes, le tomó declaración indagatoria y declaró el secreto de sumario.
A principios de julio, en la ciudad mendocina de San Carlos, la mamá de una niña de once años denunció que una mujer acosaba por Facebook a su hija de 11 años. Días después, los investigadores concluyeron que la acosadora era, en realidad, un hombre de 40 años que había creado perfiles falsos en la red social. La Policía lo fue a buscar y el imputado no opuso resistencia: bajó la cabeza cuando lo esposaron. El juez a cargo de la causa, Oscar Balmes, le habría tomado la declaración indagatoria y declaró el secreto de sumario.
Desde Facebook, el hombre había creado dos cuentas falsas con identidades femeninas. Desde ahí se contactó con varias niñas de San Carlos y logró entablar un vínculo para ganarse su confianza. Este delito se llama "grooming" y es la acción deliberada de un adulto de acosar sexualmente a un niño o niña. El imputado obtuvo el número de teléfono celular de dos niñas de 11 años y las empezó a hostigar por Whatsapp. Les pedía fotos y videos con poca ropa.
Después de la denuncia, radicada en la comisaría 18 de San Carlos, intervino la Unidad de Investigaciones de esa ciudad, que perició los teléfonos celulares de la niña. Los investigadores pronto descubrieron una serie de puntos en común con dos perfiles femeninos de Facebook. “Para la investigación fue de gran ayuda que el acusado se haya comunicado por Whatsapp, porque rastreamos a quién pertenecía el número de teléfono”, le dijo a Infojus Noticias una de las fuentes judiciales.
Según la investigación policial, el acusado tiene antecedentes penales pero no se difundieron por el secreto de sumario. El imputado vivía con su madre en una casa ubicada en el centro histórico de San Carlos. Hasta allí fue la policía el martes pasado. Además de llevarlo detenido, le secuestraron elementos de electrónica y computación que utilizaba el hombre para contactarse con las menores. Lo curioso es que el imputado actuaba desde su domicilio pero utilizaba la red inalámbrica de su vecino.
Como en Mendoza todavía está vigente el Código Penal viejo, el que investiga es el juez de instrucción, no el fiscal. El título de la carátula es “corrupción agravada de menores en concurso real, con publicación y divulgación de las partes genitales de un menor, con fines predominantemente sexuales y coacción agravada”.
La noche del martes y miércoles el imputado durmió en la comisaría 18 y luego fue trasladado al Primer Juzgado de Instrucción de Tunuyán, a cargo del juez Balmes. Hasta el momento, el imputado permanece incomunicado. En las próximas horas, el juez decidirá si será trasladado a la penitenciaría provincial.
Por orden del juez, las niñas y sus familias están recibiendo asistencia psicológica.