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La detención de seis policías de Drogas Peligrosas de Córdoba parece ser solo la punta del ovillo de una compleja red de complicidades entre narcos y policías. El fiscal federal Enrique Senestrari explicó podría ampliar las imputaciones y ordenar nuevas medidas en la causa. "Lo que estamos viendo es más grande de lo que parecía", dijo.

Senestrari lleva adelante dos investigaciones que tienen en la mira a la policía cordobesa. En una de ellas hay nueve imputados. Cinco agentes, entre ellos el exjefe de Drogas Peligrosas, Rafael Sosa están detenidos. “Hay mucha información, sigue llegando en forma permanente por medio de nuevas denuncias", explicó el fiscal a Télam. En el otro expediente está detenido el jefe de la división antidrogas de Villa Cura Brochero, Gastón Bustos, acusado de haber cambiado 30 kilos de marihuana por alfalfa y piedras.

El representante del Ministerio Público Fiscal se opuso a eventuales pedidos de excarcelación de los policías. "Lo que estamos viendo es más grande de lo que parecía", dijo después de evaluar los elementos probatorios surgidos de los allanamientos realizados en la Jefatura de la Policía y en los domicilios de los imputados.

El funcionario judicial dijo que se encuentra en etapa de clasificación de toda la información para después resolver si surgen nuevos hechos y nuevas detenciones.

La investigación sobre la desaparición de los 30 kilos de marihuana estuvo en un primer momento en manos del fiscal federal Gustavo Vidal Lascano, quien pidió su detención y el allanamiento de las sedes de Drogas Peligrosas de Villa Cura Brochero y Mina Clavero. En las sedes policiales se secuestró documentación que demuestran "graves irregularidades" en las actuaciones por drogas desde 2009.

"La Policía venía robando droga desde hace cuatro años", dijo Vidal Lascano. El fiscal explicó que a partir de la documentación se pudo comprobar que la policía realizó sumarios y actuaciones en operativos sobre drogas que nunca llegaron a la Justicia Federal, y que la droga secuestrada desapareció.

Los dichos de Vidal Lascano fueron una respuesta a una nota que el Tribunal Oral Federal Nº2 de Córdoba envió dos días atrás a la procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó. En un escrito de dos páginas, los jueces Carlos Julio Lascano, José María Pérez Villalobo y José Fabián Asís pusieron en conocimiento a Gils Carbó de la “situación de gravedad institucional” generada por el faltante de drogas y otros elementos secuestrados y la detención de policías de Drogas Peligrosas en causas por narcotráfico y pidieron la “urgente intervención” de la Procuraduría en las investigaciones por narcotráfico.

Formalmente, los fiscales Senestrari y Graciela López de Filoñuk enviaron otra nota a Gils Carbó en la que denunciaron la "inadmisible intromisión" de los jueces del TOF2. Además, pidieron que se de intervención al Consejo de la Magistratura para que los jueces sean investigados.

"Han puesto en jaque la credibilidad de los fiscales. Hoy estamos hablando de esta cuestión en vez de hablar de la banda de policías delincuentes que hay en la Policía de Córdoba” dijeron.