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El docente universitario Rodrigo Barreiro fue dado de alta y se recupera en su domicilio de la herida con un proyectil de plomo que recibió durante la represión policial contra una manifestación realizada el 28 de agosto pasado frente a la Legislatura. En esos hechos más de 20 manifestantes resultaron heridos al ser repelidos por la policía provincial con balas de goma y gases lacrimógenos mientras en la Cámara de Diputados se debatía el acuerdo entre la provincia e YPF para desarrollar áreas de hidrocarburos no convencionales en Vaca Muerta, que finalmente fue aprobado.

Barreiro se presentó como querellante en la causa y es posible que dada su recuperación declare ante el fiscal que investiga estos hechos la semana próxima. 

En una declaración pública, difundida por su padre, Pedro Barreiro, que a su vez es Decano de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional del Comahue, Rodrigo aseguró que asistió a la manifestación de la Legislatura "en el ejercicio del derecho que la Constitución Nacional me garantiza como ciudadano y me encontré con una represión policial desmedida e injustificada".

Aclaró que "estaba aproximadamente a 200 metros del foco de conflicto, junto con niños, estudiantes, trabajadores, integrantes de comunidades mapuches en una actitud expectante y pasiva al momento de recibir el impacto".

Aseguró que "el proyectil que tengo alojado en el pulmón derecho y que pasó a centímetros del corazón y de vasos sanguíneos importantes, no fue producto de la casualidad". "Seguramente sin una represión de este tipo, no se hubiera generado la ecuación conocida: la violencia genera más violencia", opinó.

Expresó su confianza en las instituciones para el esclarecimiento del hecho y repudió "fuertemente esta represión desde el Estado y más aún al saber que la provincia de Neuquén no ha adherido al acta acuerdo de protocolo de seguridad nacional".