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El juez rosarino Luis María Caterina dictó la prisión preventiva sin plazos para tres patovicas y dos policías acusados por el crimen de Gerardo “Pichón” Escobar, el joven de 23 años que fue a bailar a un boliche céntrico y, una semana después, apareció flotando en el río Paraná. En la audiencia de hoy, el magistrado rechazó el pedido del defensor general de Santa Fe, Gabriel Ganón –representante de la familia de la víctima–, para que la causa se investigue en la Justicia Federal como “desaparición forzada”.

A pedido de la fiscal de homicidios, Marisol Fabbro, el juez imputó al patovica Cristian Vivas por el delito de homicidio. El “seguridad” del after hour La Tienda aparece en una filmación de un edificio cercano al boliche, de la madrugada del viernes 14 de agosto, cuando desapareció Gerardo. En el video, se lo ve pisándole la mano al joven e inmovilizándolo. Después, le dio “golpes de puños y con la rodilla”, según detalló Fabbro.

Los otros cuatro detenidos están acusados por encubrimiento agravado. Se trata de dos patovicas que trabajaban con Vivas y dos policías que, esa noche, cumplían servicios adicionales en el boliche.

En la misma audiencia, que comenzó por la mañana y finalizó a la tarde, el juez admitió la participación de Ganón en representación de la familia de la víctima, algo a lo que se oponían las defensas de los acusados. Sin embargo, rechazó el pedido del defensor general de la provincia para que se declare la incompetencia de la justicia provincial y la causa pase al fuero federal.

“Estoy con la hermana de Gerardo, estamos muy preocupados por este fallo, porque si pasa al fuero federal las penas serían mayores”, dijo Ganón a la radio La Ocho. "Cuando los actores involucrados son policías, como en este caso, hay antecedentes de penas leves. Vamos a seguir pidiendo que el caso pase al fuero federal para que los autores tengan la pena que les corresponde”, agregó.

Un cuerpo flotando en el río

“Pichón” fue visto por última vez el 14 de agosto a la madrugada, a la salida del boliche La Tienda, en el bajo rosarino. El joven trabajaba en la Dirección de Parques y Paseos de la Municipalidad de Rosario. Con el dinero que ganó el jueves 13, en el Casino City Center, se compró ropa y salió a la noche. Primero, pasó por el cantobar Bogart, donde lo echaron los patovicas porque estaba alcoholizado y, después, encaró con un amigo hacia el after hour La Tienda. A las 5.45, salió del boliche con un grupo de personas. Segundos después, según se ve en el video de las cámaras del lugar, un patovica y la encargada del lugar miraron preocupados hacia el lugar por el que se había ido Gerardo.

Varios testigos contaron que “Pichón” había roto el espejo del auto de la encargada. También contaron que lo vieron esconderse entre algunos autos, mirando en todas direcciones, como si alguien lo persiguiera.

Desde esa noche, no se supo más nada de él. Un amigo suyo rastreó su celular con un software y lo ubicó en el domicilio del patovica Cristian Vivas. La Tropa de Operaciones Especiales allanó la casa y encontró dos chalecos antibalas de la policía y seis celulares, que están siendo peritados. El encargado de seguridad de La Tienda estuvo demorado 24 horas y le otorgaron la libertad.

El viernes 21 de agosto, tres jóvenes que pescaban en la zona del puerto de Rosario encontraron el cuerpo de Gerardo entre las vigas del muelle. En sus bolsillos tenía alrededor de mil pesos, el celular y un documento. La autopsia preliminar sostuvo que el cuerpo presentaba “un estado avanzado de descomposición”, después de estar entre seis y ocho días en el agua. El examen agregó que el cadáver no tenía heridas (de arma de fuego o arma blanca), lesiones “contusotraumáticas” ni heridas interiores.

El médico forense que practicó el estudio, el policía retirado Raúl Félix Rodríguez, también intervino en la autopsia de Franco Casco, el joven de Florencio Varela que apareció flotando en el río Paraná, después de estar detenido en una comisaría rosarina. En ambos casos, el forense sostuvo que los cuerpos no presentaban golpes.

“Ya no nos parece una casualidad que a este médico forense le toquen siempre este tipo de casos”, explicó Ganón a Infojus Noticias. “Este es un caso de desaparición forzada en la que participó la policía y en la que hubo una investigación deficiente. Igual que en el caso de Franco Casco”, agregó.

SO/LL