Matías Bermúdez (26) y Gonzalo Braganza (25) fueron de la mano a hacer las compras a un supermercado. Pero el encargado de seguridad los vio, sonrió y les dijo: “Me río porque es normal ver a un hombre y a una mujer de la mano, pero no a dos hombres, puto de mierda”. La pareja hizo la denuncia en el INADI.
-¿De qué te reís tanto?, ¿te gusto?
-Me río porque es normal ver a un hombre y a una mujer de la mano, pero no a dos hombres, puto de mierda.
Matías Bermúdez (26) y Gonzalo Braganza (25) fueron de la mano al supermercado rosarino La Gallega y tuvieron ayer este diálogo con el encargado de seguridad del local. Lo denunciaron en la comisaría 2 y en el Instituto Nacional Contra la Discriminación y el Racismo (INADI).
“Él tiene una onda patova mala onda. Cuando empezó a gritar a la gente misma que estaba en el lugar les llamó la atención porque pensábamos que iba a pegar. Vino la policía y no hicimos la denuncia en el momento porque íbamos a quedar demorados todos y teníamos que ir a trabajar. Hicimos un acta y un folio. Y hoy fuimos al INADI para hacer la denuncia, y después a la municipalidad. Ahora queda todo en manos el abogado”, dijo Bermúdez a Infojus Noticias.
“Siempre que íbamos se reía de nosotros. El hombre sigue trabajando ahí como si nada y nosotros seguimos yendo porque es el negocio al que vamos siempre. Nos mira fijo. Y el otro día como un psicópata vino a pedir disculpas, aunque después de la catarata de insultos que nos dijo es difícil de aceptarlas”, dijo Bermúdez, que junto a su abogada está decidiendo si llevar el acta de denuncia a una instancia penal.
Bermúdez y Braganza son pareja desde hace siete años, nacieron en Mar del Plata y en 2012 se mudaron a Rosario. Bermúdez estudia profesorado de Historia y Braganza está terminando el secundario. Tienen un trabajo por la tarde y otro por la noche y piensan casarse en febrero.
Rosario es la única ciudad de Argentina que tiene una ordenanza antidiscriminatoria incluida en el Código de Faltas. “En este caso si bien es un empleado del supermercado, según dicen los chicos porque tenía una pechera que lo identificaba con el lugar, es muy probable que el hombre pertenezca a una empresa de seguridad tercerizada. Igual la responsabilidad última es del local”, dijo a Infojus Noticias Esteban Paulón, presidente de la Federación Argentina de Gays, Lesbianas, Bisexuales y Transexuales de Argentina (FALGBT).
“El procedimiento es primero hacer una denuncia y después presentarla en la municipalidad en el Área de Diversidad Sexual, y se hace un procedimiento donde van los testigos y las personas que prueban la discriminación. Después de eso el lugar queda sujeto a multa o clausura por un periodo de tiempo. El local debe cumplir con que sus empleados no discriminen a los clientes, y ese tipo de ley es el que queremos que llegue a todo el país”, dijo Paulón.