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El Tribunal Oral Federal de Santa Fe continúa el juicio contra seis acusados -entre ellos un policía- de secuestrar con fines de explotación sexual a una adolescente de 15 años. J.N.C. era una adolescente de 15 años en septiembre de 2010, cuando la secuestraron para prostituirla. Ocurrió a la salida de un boliche, en la ciudad de Santa Fe. Su madre hizo una denuncia por desaparición. Dos semanas después, gracias a algunos mensajes anónimos, agentes de la policía dieron con la chica en un rancho de chapa en San José del Rincón. Ayer se empezó a juzgar a los responsables en un juicio oral por el delito de trata de personas con fines de explotación sexual y abuso sexual reiterado. Es el sexto juicio por trata de personas en Santa Fe, desde que se sancionó la ley en 2008.

El sábado 18 de septiembre de 2010 J.N.C. salió de su casa vestida para ir a bailar: jean negro, remera a rayas y campera blanca. Más tarde, a la salida del boliche, una joven se hizo pasar por su amiga y subieron juntas a un remís que las llevó a las afueras de la capital santafesina. A J.N.C. la hicieron bajar del vehículo a los golpes y entrar a una casa de Independencia al 2200, en la localidad de San José del Rincón. Ahí la encerraron y la obligaron a prostituirse en un colchón de dos plazas que había en la casa, mientras la mantenían atada y bajo los efectos de las drogas. La chica que la había llevado hasta allí también era menor de edad: se trataba de la hija de Miriam Graciela Villalba, la dueña de esa casa. Otro hijo de la mujer, Víctor Gabriel Villalba Jara, gestionaba el lugar. Cuidaba que las jóvenes “cumplieran con los clientes” y no se comunicaran entre sí, golpeándolas si desobedecían.

La mamá de J.N.C. hizo la denuncia por la desaparición de su hija el 20 de septiembre. Sus amigas repetían que la habían visto por última vez en el boliche. Un testigo aseguró que la vio salir con otra chica. Días después empezaron a llegar mensajes anónimos a los familiares de J.N.C. y a la comisaría N° 14 de San José del Rincón. A partir de esta información la joven fue localizada y rescatada de la casa de Independencia al 2200.

Después de dos años de investigación, el Tribunal Oral Federal de Santa Fe dio comienzo al juicio oral. No es público por tratarse de una menor de edad. En el banquillo de los acusados por el delito de “trata de personas con fines de explotación sexual de una menor” están seis integrantes del grupo que la secuestró: Miriam Graciela Villalba (44 años) y sus dos hijos, Víctor Gabriel Villalba Jara (20) y la menor que llevó a J.N.C.; Darío Cañete, novio de la adolescente en el momento del secuestro; José Luis Maza (51 años), policía de la comisaría N° 14° de Rincón; y Cristian Di Stéfano, el remisero que trasladó a las chicas. En el caso Maza, la acusación está agravada por su condición de policía, pero además está acusado de abusar sexualmente de la víctima en reiteradas ocasiones, igual que Cañete.

Ayer, en la primera audiencia del juicio los integrantes del tribunal -José María Escobar Cello, Miguel Abásolo y María Ivon Vella- tomaron declaración indagatoria a los dos hijos de Villalba y al policía. Los tres negaron los hechos: los primeros dos dijeron que J.N.C. actuó voluntariamente. Según la ley 26.364 de Prevención y Sanción de la Trata de Personas y Asistencia a sus Víctimas, el consentimiento de la víctima no exime de responsabilidad al tratante. Maza, el agente, dijo no conocer los hechos. Los otros tres imputados se limitaron a ratificar la declaración brindada en la etapa de instrucción.

En el expediente obran los mensajes anónimos que recibió la familia de J.N.C., pero no hay certezas sobre su autoría. Fuentes del juzgado presumen que podría tratarse de una persona conocida de la víctima. Otra cuestión pendiente es si existen más víctimas: la joven rescatada aseguró que había otras chicas menores de edad, también obligadas a prostituirse, pero cuando la policía llegó a la casa sólo encontró ahí a J.N.C.

El fiscal de juicio es Martín Suárez Faisal, que intervino en los otros cinco juicios por trata de persona realizados en Santa Fe, desde la sanción de la ley. “El problema existe, se está trabajando en ello. La jurisdicción comprende centro y norte de Santa Fe, la ciudad y todo el norte; es muy grande”, explicó a Infojus Noticias. “En los seis casos, las captaciones se hicieron dentro de la provincia. En tres casos la explotación sexual se realizó afuera. Dos en el oeste de la provincia de Buenos Aires”, explicó. En estos casos, la prueba fundamental es la prueba testimonial, “directamente de la víctima o de los profesionales peritos”, dijo el fiscal. “Los clientes no suelen ser una vía para encontrar a la víctima. En un solo caso recuerdo que un cliente ayudó a la chica a fugarse después de un año de trata. Recorrió con ella 500 kilómetros y la acercó a la casa, pero nunca pudimos identificarlo. Muy distinto a otros casos, en el que la policía irrumpió en el local y todos los clientes negaron haber tenido relaciones con las chicas que estaban allí”, detalló Suárez Faisal. También testificaron en el juicio la madre y la abuela de la víctima.

Para la audiencia de hoy se espera la declaración de los médicos, los peritos psicólogos y de la misma J.N.C., acompañada por el Centro Asistencial Judicial, una entidad provincial de asistencia a las víctimas.