Seguirán investigando a un cura acusado de abusar de al menos siete chicos
El Superior Tribunal de Justicia entrerriano determinó que los abusos sexuales por los que está acusado Justo José Ilarraz no prescribieron. El sacerdote está investigado por abusos sexuales cometidos en el Seminario de Paraná, donde estuvo a cargo de unos doscientos chicos de entre 10 y 14 años, en un período que fue de 1985 a 1993.
Foto: Revista Análisis Digital.
El sacerdote católico Justo José Ilarraz no consiguió eludir la causa en la que es investigado por al menos siete acusaciones de abusos sexuales cometidos, entre 1985 y 1993, contra chicos de entre 10 y 14 años que estaban a su cuidado en el Seminario de Paraná. El Superior Tribunal de Justicia (STJ) entrerriano determinó que los abusos sexuales por los que está acusado no prescribieron. El 18 de mayo darán a conocer los fundamentos de la sentencia.
La defensa de Ilarraz viene sosteniendo desde el inicio de la causa que esa investigación no puede continuar por el tiempo transcurrido. Pero la sala Nº 1 del STJ, integrada por Carlos Chiara Díaz, Claudia Mizawak y Daniel Carubia, rechazó el planteo de la defensa, tal como ya lo habían resuelto la Cámara de Casación Penal, la sala I de la Cámara Primera de Paraná y el juzgado de Transición Nº 2 de Paraná, que lleva la investigación.
Los abogados de los denunciantes, Marcos Rodríguez Allende, Rosario Romero y Milton Urrutia, y el procurador general de Entre Ríos, Jorge García, rechazan la posibilidad de que la causa se dé por cerrada, por el tiempo transcurrido. Consideran que se trata de esclarecer “graves violaciones a los derechos humanos, y en especial, de la Convención de los Derechos del Niño”, cometidos por parte del acusado “en forma sistemática”, aprovechando su cargo dentro del seminario y ante la imposibilidad de acceder a la Justicia.
El sacerdote Ilarraz está investigado por abusos sexuales cometidos en el Seminario de Paraná, donde actuó como prefecto de disciplina y estuvo a cargo de unos doscientos niños de primer y segundo año. Él era el formador espiritual y tutor de los chicos, y la segunda autoridad de la Arquidiócesis Nuestra Señora del Rosario, de Paraná. Hasta ahora ante la Justicia siete de esos niños, hoy hombres jóvenes, lo denunciaron por abuso.
A partir de ahora, corren los plazos previstos en la causa. La jueza a cargo de la instrucción, Susana Paola Firpo, tiene un plazo de 10 días para decidir si procesa a Ilarraz, lo sobresee o le dicta falta de mérito. La semana pasada, el sacerdote fue convocado para brindar declaración indagatoria ante ella, pero, informó la magistrada, “se abstuvo de declarar por consejo de sus abogados y manifestó que es inocente y que no eran ciertas todas las denuncias en su contra”.
La causa está caratulada como “promoción a la corrupción agravada”. Además de las siete víctimas, declararon –aunque por escrito– el actual arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari, y el cardenal y ex arzobispo local, Estanislao Esteban Karlic. Aún está pendiente el testimonio del ex arzobispo Mario Luis Bautista Maulión.
Los tres religiosos fueron citados a declarar porque a través de las autoridades eclesiásticas tomaron conocimiento de las denuncias contra Ilarraz, pero no las trasladaron a la justicia penal. Hasta ahora, tampoco respondió a la citación judicial el obispo tucumano de Concepción, José María Rossi, quien fue el superior de Ilarraz hasta septiembre de 2012.
MB/RA
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