Corrió el rumor de que un león andaba suelto en Santiago del Estero. Que se había escapado de un circo y que su vida peligraba por los cazadores de la zona. Para proteger al león se presentó un amparo judicial y se acusó a un abogado en Facebook. El león sigue suelto.
La historia sería digna de ser contada por el escritor norteamericano Ernest Hemingway. Un león perdido en el monte santiagueño, buscado intensamente por proteccionistas de animales, encendió las redes sociales y se generó un conflicto donde intervienen la justicia, integrantes de asociaciones en defensa de animales, un abogado cazador, el monte, un mito popular y un circo.
Todo empezó en julio del año pasado cuando la Asociación Santiagueña de Protección Animal (ASPA) presentó un recurso de amparo ante la jueza Lucrecia Martínez Llanos. Denunciaron, a través del abogado Horacio Patto –presidente de la asociación-, que un león estaba suelto por el Departamento de Alberdi, en el norte de Santiago del Estero. Dijeron que un circo –no pudieron corroborar su nombre- lo había soltado en el monte. Los circos tienen prohibido exhibir animales en el escenario pero en los pueblos lo siguen haciendo. La hipótesis de la organización era que el circo lo había criado y lo liberado de adulto porque ya no podía alimentarlo.
A partir de allí, la jueza reunió pruebas de la existencia del felino en las inmediaciones del paraje “Ahí Veremos”, a unos 300 kilómetros al noreste de ese departamento. Y dictó la siguiente resolución: “Se dispone que personal especializado utilice dardos somníferos para reducir al animal que se habría escapado de un circo y que ataca y come ganado de pequeños productores del departamento Alberdi”. A su vez, dio la orden para que la Dirección de Fauna provincial viajara hacia Alberdi para buscar el león. La idea de la justicia, una vez localizado el animal, era trasladarlo a una reserva natural, barajándose como posibilidades una ubicada en Córdoba y la otra en Chaco.
De acuerdo al testimonio de pobladores del lugar, el león deambulaba por una “zona montañosa de tupida vegetación y difícil acceso”. Varios cazadores, según denunciaron defensores de animales, salieron en su búsqueda. Por tal motivo, ASPA presentó un recurso de amparo para evitar la muerte del felino y abortar la motivación de los cazadores. Domingo Pereyra, un agricultor de la zona, declaró ante la magistrada que lo vio varias veces y confirmó que le había matado 20 terneros y 2 caballos. El pánico se expandió por el monte.
La búsqueda
La búsqueda del león ocupó varios meses. Eduardo Groh Riemersma, asumido como “defensor de animales” y creador de “El montecito de los canichones” –una suerte de refugio para perros de la calle-, vivió una misión personal: manejó 1800 kilómetros a buscarlo por el monte. Le dijo a Infojus Noticias que, si bien no lo vio personalmente, habló con los campesinos de la zona y corroboró que el león estaba allí. “Fui por mi cuenta hasta Sachájov, un pueblo cerca de Alberdi. Hay 200 mil hectáreas a cielo abierto. Estuve rancho por rancho, hablando con los campesinos, y todos lo vieron. Ellos no mienten y me dijeron que el animal tenía melena, para evitar cualquier confusión con el puma, que suele habitar esa zona. Investigué y realicé el relevamiento de la zona completa. Y casi di con él, no me alcanzó el tiempo, de haber podido quedarme dos días más, iba a dar incluso con el lugar donde pernoctaba", dijo, y reconoció que estuvo perdido en el monte unas horas, sin saber dónde ir.
La cruzada fue personal porque, según Groh Riemersma, la Dirección de Fauna provincial jamás dio curso al pedido de la justicia. “Con otras asociaciones protectoras de animales armamos un proyecto para encontrar el león, con helicóptero y un cuerpo especial de veterinarios, pero costaba 30 mil pesos y no lo pudimos afrontar. Y todo quedó ahí. Hace poco me enteré que los campesinos de la zona ya no escuchan los bramidos del león como lo escuchaban hace unos meses, y que no hay más animales muertos. Creemos que debe haber migrado a otra zona, pero seguramente sigue suelto por el monte”, dijo el activista por los animales.
Groh Riemersma mencionó que los campesinos asociaron la presencia del león con el “Almamula”, un ser mitológico del norte argentino. Según dice la leyenda –que habría sido creada por los jesuitas en la conquista española- este ser era una mujer “sin moral” por haber cometido incesto con su hermano y su padre, y tener relaciones sexuales con el cura del pueblo. En castigo a esta conducta habría sido maldecida por Dios, quien la convirtió en una mula de color plomiza que arrastra unas pesadas cadenas. Los campesinos le temen: es una criatura peligrosa que puede matar a patadas a quien encuentre perdido en el monte. “Con el correr de los días, y al ver los restos de los animales esparcidos, los lugareños pensaron que podían ser devorados por el león. Se asustaron. Y varios hicieron gualichos para espantar el fantasma del Almamula, porque los campesinos a lo único que le temen es a la policía y al Almamula”, dijo Groh Riemersma, que convivió semanas con ellos.
El chivo expiatorio
Hace unos días, se abrió un nuevo capítulo sobre el paradero del león. En las redes sociales, principalmente, circuló un rumor: un abogado santiagueño, famoso por exhibir sus dotes de cazador en su Facebook, lo habría cazado en el monte. Algunas fotos señalaban a Diego Lindow, a quien se veía junto a un león muerto en un desierto y empuñando un rifle. Entrevistado por Infojus Noticias, el abogado habló por primera vez con la prensa, negó los hechos y mostró pruebas contundentes: el león de la foto lo cazó en mayo de 2012 en Sudáfrica. “Soy cazador profesional, no entiendo las acusaciones. Al león lo cacé con los permisos del país africano, que es muy riguroso para establecer en qué zona está regulada la caza. Lo que hice fue absolutamente legal. Me preparé lo suficiente y a los que me condenan con esas falsas acusaciones los desafío que hagan presentaciones en la justicia”, señaló desde su estudio jurídico.
Lindow, que se reconoció como un “abogado bastante expuesto socialmente”, no encontró coherencia en la condena que recibió de forma virtual. Algunas personas lo acusaron de “asesino”, de “bestia”, de “violento”. “Vi que los me acusaron de maltratador exhiben la pesca de sábalos y dorados, a los cuales matan salvajemente con anzuelos. No entiendo nada. Hago caza deportiva desde chico, ¿qué problemas hay? No sé cuál es la acusación ética, hay miles de cazadores y miles de fotos con animales cazados. No sospecho nada de nadie, pero le resto importancia porque son dichos menores de gente rencorosa”, enfatizó.
Pese a que Groh Riemersma no acusó a Lindow, el activista piensa que la condena social que recibió es justa y sospechó de sus declaraciones. “Lo conozco del secundario y no puedo entender cómo se transformó en una persona tan violenta. Puedo asegurar que Lindow me amenazó por mi defensa de los animales y estoy esperando cruzármelo para arreglar las cosas personalmente y no por la justicia, porque él maneja influencias. Quien mata animales de forma tan inhumana debe ser escrachado socialmente”, dijo.
Más allá de lo que haga la justicia, Groh Riemersma tiene un único objetivo: encontrar a un camionero de Alberdi que habría visto y filmado al león. Con esas imágenes, dice, quiere convencer a las autoridades del gobierno provincial para “salvar” el animal melenudo, encontrarlo y completar la historia: piensa llevarlo a una reserva natural, a salvo de la ambición de los cazadores.