Lo dijo María Paula Pontoriero, directora nacional de Infojus, en la apertura del primer curso de Actualización sobre el nuevo Código Civil y Comercial, en Rosario. El evento fue organizado por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación junto al Centro de Capacitación de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe.
“Llevamos adelante políticas de Estado para acercar el conocimiento y la difusión del Derecho. Una reforma de nuestro orden jurídico merece que nos involucremos para sostener y fomentar que el conocimiento llegue a todo el mundo”, dijo María Paula Pontoriero, directora nacional de Infojus, en la apertura del primer curso de Actualización sobre el nuevo Código Civil y Comercial, en Rosario. El evento, organizado por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación junto al Centro de Capacitación de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe, fue el primero de una serie en diferentes ciudades a lo largo de todo el país.
Pontoriero destacó la importancia de difundir el conocimiento del nuevo Código unificado entre operadores del derecho, académicos, investigadores y fundamentalmente “al ciudadano común, para que sepa cuáles son las transformaciones y los derechos que nacen”. Junto a la directora de Infojus, en el panel de apertura también expuso el ministro de la Corte Suprema de la provincia de Santa Fe, Roberto Falistocco, y el diputado nacional Marcos Cleri.
“Es un orgullo que el Centro de Capacitación de la Corte haya recogido el guante y haya encarando esta tarea frente a los desafíos de la entrada en vigencia del nuevo Código Civil. Tenemos unos meses para capacitarnos”, explicó el juez Falistocco. El ministro de la Corte celebró los cambios respecto a la constitucionalización del Código, el reconocimiento a los jóvenes, la capacidad de decidir sobre su cuerpo, la protección de la vivienda, el reconocimiento de la diversidad de la familia, la modernización en las relaciones entre padre e hijos a través de la “responsabilidad parental”, entre otros aspectos. “Son cuestiones que han ido marcándose en la vida que el Código no ha hecho más que tomarlas”, explicó.
“Este Código Civil se debatió muchísimo. Es el Código de la democracia. Participó toda la sociedad civil, las universidades, los cuerpos académicos, jueces de distintas cortes”, indicó Cleri.
Las jornadas forman parte de una serie de encuentros -realizados en conjunto con instituciones y organismos provinciales y nacionales- que se desarrollarán en diferentes ciudades del país. Después de Rosario será el turno de San Juan, el 20 de noviembre, y Neuquén y Tucumán al día siguiente.
El trabajo de una generación de juristas
“Pertenecemos a una generación de juristas que viene trabajando hace mucho tiempo en esto. Esté Código es la conclusión de cinco proyectos anteriores que no llegaron a buen puerto por razones políticas”, explicó Enrique Müller, profesor de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional de Litoral (UNL). Müller es uno de los noventa juristas que fue convocado para trabajar en la redacción del nuevo cuerpo jurídico. “El Código tiene varias facetas destacables. La redacción es clara, casi periodística, no tiene notas, tiene una extensa fundamentación autónoma, sistemática y moderna. Tiene una línea que atiende al derecho comparado y a la normativa constitucional en función de los tratados en materia de derechos humanos”, destacó.
Müller celebró también la incorporación de una “enorme cantidad de leyes complementarias” al texto del nuevo código: “la ley de derechos personalísimos, régimen de la ausencia, adopción, fundación, bien de familia, propiedad intelectual, defensa del consumidor, contratos comerciales, ley de propiedad horizontal, ley de cementerios”, enumeró. “Estoy convencido que en 2016 vamos a tener una legislación civil y comercial mucho mejor que hasta ahora”, finalizó.
Edgardo Saux, doctor en Ciencias Jurídicas y Sociales y profesor de la facultad de derecho de la UNL destacó la “influencia del derecho constitucional” en materia de bienes: el cuerpo, los órganos, los genes. “También aparecen las comunidades y bienes ambientales como colectivos”, contó.
Otro aspecto que destacó es la búsqueda de “soluciones intermedias”. “Medios alternativos de resolución de conflictos, que avanzan en la posibilidad de cambiar la cultura del pleito. Se habla de la conciliación judicial. Esto es un punto de partida muy importante, se piensa que las cosas pueden resolverse fuera del ámbito judicial”. El especialista también destacó que el nuevo Código “se debe a la obra de una generación de juristas, a toda la doctrina civilistica y comercialista argentina”.
“Si el Código no sirve para el más débil, no sirve”, dijo Marisa Herrera, especialista en Derecho de Familia e investigadores del Conicet, quien destacó la regulación de los diferentes modelos de familia. “Si regulo un solo modelo, tengo un montón de otras formas que invisibilizo, como las parejas no casadas. Hay pluralidad de formas de familia”, destacó. Y agregó: “En el Código de Vélez Sarsfield la gente vivía cuarenta años. Ahora el promedio de vida es de ochenta. Uno mismo puede atravesar a lo largo de la vida diferentes tipos de familia”.