Lo dijo el periodista Martín Groisman, autor del libro “La ruta digital”. Fue ayer durante el encuentro “Espionaje, transparencia y soberanía en internet”. Participaron especialistas de la Argentina y Brasil. Hubo dos panales de debate: “Libertad de expresión, acceso inclusivo y desarrollo humano” y “Neutralidad, privacidad y soberanía en las redes”.
A través del Programa Sur Global de la Universidad Nacional de San Martín se organizó una jornada de análisis sobre el impacto de Internet en materia de derechos civiles y los alcances geopolíticos de su manipulación por parte de los países centrales. El encuentro se denominó “Espionaje, transparencia y soberanía en internet” y se realizó ayer en la Biblioteca Nacional.
La presentación de la jornada estuvo a cargo de Pedro Ekman, el brasileño coordinador de Intervozes de Brasil, una de las organizaciones que impulsó la sanción de la Ley de Marco Civil de Internet. Ekman remarcó que con esta ley promulgada por la presidenta Dilma Rousseff hubo “un gran avance en libertad de expresión en Brasil” y que “no se puede hacer comunicación de forma neutra”.
Luego de la apertura hubo dos paneles de debate.
Panel 1: Libertad de expresión, acceso inclusivo y desarrollo humano
El primer orador del panel fue Luis Lázzaro, coautor de la Ley de Medios. Habló sobre las fusiones de empresas de telefonía en los ‘90: “Tuvo un efecto demoledor en la política, nos convirtió en una sociedad de individuos y terminó en la crisis de 2001”, sostuvo. Lázzaro destacó el fallo de la Corte Suprema de Justicia sobre la Ley de Medios y dijo que era necesario conocer en qué condiciones se va a dar la adecuación del Grupo Clarín.
“Si en el mundo del audiovisual todavía era posible pensar en contenidos nacionales y pensar la producción local, en el mundo de internet esas fronteras desaparecen. Está en juego la posibilidad de un marco regulatorio global de Internet, donde los derechos sean parecidos. “Me preocupa que se confunda el hecho de tener una conexión veloz con el acceso de la información”, cerró Lázzaro.
“La libertad de expresión es un derecho sistémico”, empezó Graciana Peñafort, abogada del Ministerio de Defensa y también integrante del equipo que redactó la Ley de Medios. Fiel a su estilo, Peñafort ilustró su coloquio con un ejemplo: “Cuando un gerente de TyC decía que el que quería ver fútbol tenía que pagar, se refería a la información como una mercancía. Eso una visión de corte individual. Si la libertad de expresión incluye el derecho al acceso a la información, el Estado pasa a ser un sujeto activo que tiene que garantizar el derecho para todos”, afirmó ante un auditorio repleto en la sala Julio Cortázar.
“El estándar mínimo nos tiene que dar derecho no solo a sacar un turno para el DNI, sino también el acceso a los bienes culturales, que son los que nos dan la identidad. Hay que discutir las vías de acceso y los bienes culturales en sí mismos. Habría que preguntarse nuevos esquemas de negocios, sin descuidar que el objetivo es permitir el acceso a la mayor cantidad de personas”, agregó.
En referencia a la responsabilidad de los buscadores de Internet por sobre los contenidos, Peñafort se mostró en contra de entregarle el poder de policía a un privado. “Me preocupa profundamente hacer responsable a Google y que estos tipos de buscadores empiecen a usar el criterio de responsabilidad para usar o no determinados contenidos. Que no sea nunca el privado el que ejerza el poder de policía, ni sobre lo que esté adentro o afuera de internet”, dijo.
Además, Peñafort destacó el Plan Nacional Argentina Conectada, una plataforma digital cuyo objetivo es llegar a todo el país con un servicio de calidad en cuanto a comunicaciones, Internet o televisión digital a cada habitante del territorio”.
Panel II: Neutralidad, privacidad y soberanía en las redes
La segunda parte de la jornada comenzó con un coloquio de Diego Llumá, director nacional de Cooperación Regional e Internacional de la Seguridad del Ministerio de Seguridad de la Nación. Habló sobre la soberanía en el ciberespacio. “Utilizando las nociones de geopolítica es posible identificar dominios y nos puede permitir entender mejor el ciberespacio, en particular las tensiones y conflictos formadas por las estructuras de redes y miles de sistemas de información”.
Llumá explicó que la discusión sobre soberanía debe ser planteada desde la geopolítica. “La arquitectura jurídica en la Argentina con su división doctrinaria de defensa y seguridad puede realizar un aporte a la construcción de un sistema de gobernanza que integre al universo llamado virtual, las reglas de juego de la ciudadanía y soberanía. La discusión debe ser planteada desde la geopolítica y no solo desde la infraestructura y software solamente”.
“La vigilancia sistemática impone límites a las libertades que son intrínsecas a la existencia, modelan hombres alineados. La vigilancia global - cyber normaliza patrones de autocensura”, señaló.
Llumá también se explayó sobre la agenda de las tecnologías de control y de información, cómo se invade la vida cotidiana de los usuarios. Se refirió al concepto del periodista estadounidense Nick Turse de “complejo militar- industrial – tecnológico -de entretenimiento-académico- mediático”, como un nuevo complejo corporativo omnipresente, un sistema de sistemas oculto con habilidad para espiar la vida de la gente.
En segundo lugar, habló el jefe de Gabinete del Ministerio de Defensa de la Nación, Sergio Rossi. Destacó la creación de un área de cyberdefensa, donde funcionará un centro de respuesta ante incidentes.
El último orador fue el periodista Martín Groisman, que habló de su libro “La ruta digital”, impulsado por la Secretaría de Cultura de la Nación. El trabajo manifiesta que “las armas silenciosas son las computadoras y los que disparan son las situaciones, que pueden llevar a la gente a un lugar u otro. Los soldados de esta guerra son los informáticos y los hackers. No necesitan manejar armas, sino tener un celular y un ancho de red”.
“Creo que es un gran error pensar Internet como un ente separado de la sociedad y de la vida real. Cuando hablamos de lo real y lo virtual, es una gran confusión. Ejemplo: la realidad virtual se caracteriza por la simulación, que sustituye un fenómeno por otro. Ejemplo máximo: mercados financieros, que siempre dicen tener más dinero del que tienen. Me parece que no es correcto pensar en el cyberespacio, sino pensar en el espacio mediático. Todo está atravesado por internet. En este espacio mediático está lo público y lo privado y es difícil encontrar los límites”, cerró.