Los jueces deberán decidir ahora si excluyen o no del juicio al jefe de Gobierno de la Ciudad, quien no se presentó a la audiencia por el caso de las escuchas ilegales.
La defensa del jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, pidió hoy en una audiencia frente a los miembros de la Sala I de la Cámara Federal porteña, que se ratifique la decisión de no enviarlo a juicio en el caso de las escuchas telefónicas ilegales. Algo a lo que se opone el fiscal Jorge Di Lello y la querella de Sergio Burstein, uno de los damnificados de la causa. Ricardo Rosental, abogado de Macri, aseguró que “no hubo, ni hay, ninguna prueba en su contra”. La Cámara debe decidir ahora qué resolución toma respecto del pedido.
La audiencia, en el segundo piso de los Tribunales federales de Comodoro Py, comenzó pasado el mediodía y Mauricio Macri hizo uso de su derecho a no presentarse. En su representación estuvo su abogado defensor. Fue él quien comenzó a hablar luego de que el juez Jorge Ballesteros, uno de los miembros de la Cámara, le diera la palabra. En la sala también estaba Eduardo Fallah, otro de los miembros de la Sala, un representante de la querella y otro de la fiscalía. Eduardo Freiler, tercer miembro de la sala, no estuvo presente y pidió que se grabe la audiencia. Rosental pidió que no se eleve a juicio a su defendido por considerar que en cuatro años de investigación no hay hechos concretos en su contra.
“Nunca se han descripto hechos concretos. No hay descripciones de los hechos que refieren”, explicó. Y resaltó la necesidad de “repasar cuál es la finalidad de las instrucciones, que supone un avance desde la declaración inicial para corroborar o no la hipótesis”. Algo que según él no pasó desde que comenzó la investigación “cuatro años atrás”.
Para el abogado, hay que “evitar acusaciones infundadas si no hay pruebas”. Y resaltó que la defensa “siempre postulo que no hubo ninguna prueba”.
“Lo dijo Macri en su primera presentación: ‘¿quiero saber qué hice?’, preguntó él”, recordó Rosental. “No había pruebas entonces, tampoco las hay ahora”.
Entre los hechos que, a su entender, nunca fueron descriptos, ni investigados, citó que “no hay descripciones de los hechos que refieren a la policía metropolitana. Tampoco fueron investigados, por ejemplo, casos como el del cuñado (de Mauricio Macri) Néstor Leonardo”, el marido de Sandra Macri fue una de las personas que el jefe de gobierno habría mandado a escuchar.
“Se habla de asociación ilícita en el seno de la (policía) Metropolitana que ni siquiera existía en ese momento, sino hasta después de seis meses o un año”, dijo Rosental. Y explicó que cuando el ministro de Seguridad, Guillermo Montenegro declaró, aseguró que “Macri no tuvo, ni tiene injerencia en el armado, operación o designación de la policía metropolitana, salvo en la decisión política de crearla”.
“Se acusa sin sustentos en la causa. Acusación sin fundamentos, porque la prueba no avala la elevación a juicio”, detalló.
Los camaristas deberán decidir ahora si dejan en pie la resolución del juez federal Sebastián Casanello, quien en marzo pasado, excluyó a Macri del auto de elevación a juicio, por considerar que el cierre de la causa en lo referido a su persona fue "prematuro" y es necesario profundizar la investigación. O si hacen lugar a la apelación presentada por el fiscal y la querella. Hace una semana el fiscal ante la Cámara, Germán Moldes también entregó a los jueces un dictamen donde pide que Macri sea incluido en la nómina de procesados que enfrentarán un juicio oral y público.
"Ninguno de los escritos ya sea del fiscal o de las querellas señala o especifica una prueba directa que permita sostener que Macri haya requerido u ordenado espiar", sostuvo Casanello, quien sigue investigando a Macri en la causa.
Sobre el procesamiento del jefe de Gobierno confirmado por la sala I de la Cámara federal cuando el mismo Casanello era secretario allí, el ahora juez recordó que en ese momento el tribunal superior advirtió que había que ordenar más prueba respecto de Macri y eso no se hizo a la hora de dar por cerrada la investigación cuando la causa estaba a cargo de su par Norberto Oyarbide.
El fiscal Di Lello apeló su decisión por considerarla carente de "asidero" y dio por probado que fue el actual jefe de Gobierno porteño quien nombró al también procesado y enviado a juicio ex comisario federal Jorge Palacios al frente de la Policía Metropolitana.
Y consideró "hartamente probada la relación directa de Macri con Palacios, aún más allá de sus respectivas funciones" y recordó que se conocen desde 1991 cuando el entonces policía federal intervino en la investigación por el secuestro extorsivo del ahora jefe de gobierno porteño.
Los enviados a juicio fueron el ex jefe de la Metropolitana Palacios, su ex segundo Osvaldo Chamorro, el ex ministro de Educación Narodowski, el ex espía Ciro James, el ex juez de Misiones José Rey, su secretaria Mónica González y los procesados Antonio Fernández, David Amaral, Rubén Quintana, Raúl Rojas y Diego Guarda.