Lo señaló hoy Sergio Delgado, ex juez de ejecución penal y director del Centro de Estudios de Ejecución Penal de la UBA, fue uno de los oradores del panel "Los sistemas de encierro y la penología contemporánea". De la mesa participaron especialistas locales y también de Uruguay, Brasil y República Dominicana.
Los penalistas y criminólogos que colmaban el aula siguieron las exposiciones con atención durante más de una hora y media.
Morun rompió el hielo y compartió la experiencia en la República Dominicana. Para graficar la “prisionalización” -que para ella es producto de la falta de justicia social- la mujer ejemplificó: "Yo me crie en un Santo Domingo sin rejas. Ahora, a los 49 años, uno vive en edificios altos. Estamos encerrados".
La representante dominicana habló de modelos alternativos de prisión. Hoy, en su país existen 17 centros de corrección y rehabilitación y 17 cárceles en el sistema tradicional. Para ella, este nuevo modelo "es una luz que tenemos dentro de la oscuridad. En un sistema penitenciario sano todo se fundamenta en la educación".
"Los jueces pueden llegar a ser camaristas y no haber visitado nunca una cárcel"
Provocador y critico, Delgado fue el segundo expositor que tomó la palabra. Al inicio destacó la "excesiva" cantidad de presos inocentes en el país. "En la región, hace 40 años que el problema es el mismo: los presos sin condenas. El 60 por ciento de los presos está con prisión preventiva y el 40 por ciento de ellos están con más de dos años de duración", dijo.
Con una postura desafiante, Delgado habló del problema de jurisdicción en la Justicia. "Los jueces pueden hacer carrera, llegar a camaristas y no haber visitado las cárceles. Trabajan este tema sin conocer. De los 90 camaristas penales puedo contar con los dedos de las manos quienes visitaron alguna vez una prisión", aseguró.
El investigador uruguayo Galain Palermo hizo un panorama de la situación del país vecino y habló de alternativas a la pena clásica de privación de libertad haciendo foco en "la recomposición del tejido social y las relaciones humanas". Antes de empezar dio un pequeño paso de comedia que provocó risas en el público. "Acá en Argentina parece que si uno habla tiene que nombrar a Zaffaroni así que lo voy a citar", dijo con gracia.
Sobre las alternativas, Galaín Palermo propuso: "Que se admitan la restauración, la reparación, la mediación, los encuentros y desviaciones. En concreto, la participación y decisión a los involucrados en el conflicto".
El uruguayo culminó con una reflexión: "La política criminal tiene que abandonar la postura paternalista y aceptar otras formas de resolución del conflicto"
"Reducir la superpoblación y mejorar las condiciones de las cárceles"
Con una ordenada presentación visual y pidiendo disculpas por su español, el profesor Japiassú, de la Universidad Federal de Rio de Janeiro, expuso en tercer lugar. El secretario general de la Asociación Internacional de Derecho Penal (AIDP) y presidente del Grupo Brasileño de la AIDP expuso cifras y estadísticas contundentes. Planteó un desafío para la región: "Reducir la superpoblación y mejorar las condiciones de las cárceles."
María del Pilar Prieto, vocal de la Sala IV de la Cámara Penal de Tucumán y docente universitaria en Criminología de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Tucumán fue la responsable de cerrar el panel.
Como profesora y jueza, la tucumana llamó a que los estudiantes de derecho visiten las cárceles. Y fue precisa con sus declaraciones: "La cárcel tradicional es el fracaso de la sociedad contemporánea en la que terminamos enjaulándonos unos a los otros." Con seguridad y contundencia también sentenció: "La cárcel es irracional como es irracional el sistema penal".
Para cerrar la mesa, se invitó al panel a la abogada penalista Claudia Cesaroni, que presentó al público de su libro de reciente publicación: "Masacre en el Pabellón Séptimo". No hubo tiempo para preguntas. El público y los expositores salieron para participar de la mesa de cierre de la jornada.