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Infojus Noticias

11-5-2015|8:33|Identidad Nacionales
Trabajo del EAAF y el ministerio de Seguridad

Identificaron a una desaparecida por su huella digital

Fue tras una investigación conjunta del Equipo Argentino de Antropología Forense y el Ministerio de Seguridad, que logró identificar a María Cristina Alvira, una militante secuestrada en 1977. La justicia rectificó su partida de defunción.

Por: Infojus Noticias

La Cámara Federal porteña acaba de ordenar la rectificación de la partida de defunción de María Cristina Alvira, una militante de la JUP, secuestrada el 5 de mayo de 1977. Alvira fue identificada en agosto pasado por el Equipo argentino de Antropología Forense (EAAF) y el Ministerio de Seguridad, que ubicaron su lugar de inhumación a partir del análisis de una huella digital, dormida durante casi cuarenta años en un expediente del Consejo de Guerra. Este es el primer caso con rectificación de la partida. Hay varios más que están en distinto estadío. O se tiene la identificación, pero se está buscando a la familia o están en proceso de resolución, explicó el diario Página/12 que publicó hoy la historia.

María Cristina fue identificada con un método que compara huellas de personas inhumadas como NN durante el período 1975-1983 con las huellas ciertas de personas desaparecidas. El método es trabajado desde hace poco más de dos años de modo coordinado entre el EAAF y el Ministerio de Seguridad. Ella no fue la primera persona identificada, pero quienes trabajan lo mencionan como el “primer caso cerrado” por la rectificación de la partida. “Es el primer caso de manera completa”, explicó al matutino, Carlos Somigliana, miembro del EAAF. “No es el primero que surgió, pero sí el primero en el que pudo hacerse todo el proceso, que hubiese sido más completo si hubiésemos recuperado los restos, pero eso no se pudo hacer. Es muy importante porque cuando uno lo cuenta en el primer relato parece que fue una cosa simple, pero fue un trabajo enorme de adecuación y lo más interesante hoy para resaltar es que hubo un compromiso de la gente que lo hacía”, detalla.

“Es todo un proceso en la construcción de ciudadanía: de los peritos y de la sociedad reconociendo esta cuestión. Es un proceso en el que nos falta. Que también se da con las Fuerzas Armadas que tiene que ver con un proyecto de país en el que esa construcción dependerá de todos. Mientras otros hablan de grieta, nosotros tendemos puentes, historia, verdad y justicia: una síntesis diferente”, señaló la ministra de Seguridad, Cecilia Rodríguez.

Tras toda la investigación e identificación se pudo saber que a María Cristina la mataron el 2 de junio de 1977 en un operativo fraguado como “enfrentamiento” en la calle Canalejas de esta capital. Ella estuvo en el Atlético. Y fue enterrada como NN en la Chacarita. En 1982, y ante la falta de reclamos de esa familia que en realidad la estaba buscando, la pasaron al osario común.

María Cristina y de Horacio Martínez, militantes de la JUP y Montoneros, tenían un hijo Fernando, y ambos fueron secuestrados el 5 de mayo por un comando del Ejército en San Nicolás. Ese día también se llevaron a una hermana de María Cristina, Raquel. Y a Fernando, que estuvo en un orfanato hasta que sus abuelos lograron ubicarlo. Sus padres y su tía están desaparecidos

Fernando, que tiene 37 años, es licenciado en Química, investigador del centro de investigaciones ópticas con láseres de alta potencia del Conicet. Vive en La Plata y recibió el llamado de Maco el 26 de agosto pasado, para darle la noticia de la identificación.

Maco tenía una foto en su computadora de la autopsia de su María Cristina, tomada en aquel momento y archivada en el expediente. Fernando vio esa imagen. “Haberla visto fue como estar al lado del féretro”, explicó al matutino.
A Fernando lo acompañó su tía Adriana, la única hermana que sobrevivió. “Cuando tuvimos la confirmación fue muy importante, pero también fue un shock ver esa foto porque la reconocimos inmediatamente: ¡si a mí me hubiesen mostrado a esta fotografía antes no necesitaba las huellas digitales!”. Lo que más la impresionó “fue ver que tenía puesto el mismo batoncito con el que la secuestraron. Era mayo, quiere decir que habrá hecho frío. No tenía medias. La mataron en junio, eran días como los de ahora, pero mamá todas las mañanas se levantaba y decía: ‘¡Hace tanto frío! ¿Tendrán abrigo esas dos?’ Son esas imágenes que todavía duelen y siguen doliendo”.

La base de huellas NN reúne unas 3000 de aquel período, compatibles con desaparecidos. Una base compleja que está en permanente construcción y reconstrucción, sobre todo de calidad, pero contiene una técnica que empieza a abrir otros caminos.

La historia

Los Alvira eran de San Roque, una colonia agrícola en el norte de Santa Fe. En 1977, María Cristina vivía en San Nicolás, estudiaba Bioquímica en la Facultad de Ingeniería Química, donde su hijo Fernando se recibió años más tarde de licenciado en Química. Cuando su hijo tenía nueve meses fue secuestrada junto a su pareja. El 5 de mayo se los llevó un grupo operativo de la Policía de Santa Fe y el Batallón de Ingenieros de Combate 101. La patota secuestró también a Raquel que estaba con ellos. Y a Fernando, que al comienzo lo dejaron con un vecino pero después el coronel Fernando Saint Amant se lo llevó al orfanato, desde donde lo rescataron sus abuelos días después.

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